Artículo Periodístico 3.678º: “95.000 cartas en la Fundación C. J. Cela”.
Según la Fundación Pública Gallega Camilo
José Cela contiene en sus archivos un epistolario de más de 95.000
cartas cruzadas entre Cela y trece mil personas y personalidades…
No conozco personalmente, ningún
otro autor, sea del saber o de la rama que sea, que en sus archivos o
documentaciones dispongan de tal cantidad de epistolario –supongo que en los
archivos de las personas de la política, existirán decenas de miles de
documentos, pero no solo cartas, por ejemplo el Archivo Felipe González…-.
C.
J. Cela.
Tengo entendido, leí en una
entrevista o crónica hace mucho tiempo, que desde muy joven, parece ser que
tenía tres objetivos literarios: uno, era vivir de la literatura, dos, obtener
el Premio Nóbel, tres, crear un Museo de su trabajo y su obra y su persona –y,
por eso guardaba todo-.
Leí, que cuando era joven, que al
pasar por una calle y acera, con un amigo, y ver a un paralítico, estamos
hablando de hace décadas, en la calle pidiendo, le dijo parafraseándolo: “que
prefería estar en esa situación, pero que le otorgasen el Premio Nobel”.
Después, ya con el Premio Nobel, y, con una edad a tener en cuenta, declaró el
mismo, que aquello era muy exagerado.
Epistolarios.
La Fundación Lázaro Galdiano ha
publicado epistolarios de autores del siglo XIX, El Museo Sorolla contiene
una colección y archivo de Cartas del pintor Sorolla, La
Biblioteca Nacional de España, BNE, ha creado una Subcolección de Archivos de
Personalidades, dónde va conteniendo papeles y documentos y cartas de
una diversidad amplia de autores, citar también el Epistolario de Bernardo José
Aldrede, que conserva la Junta de Andalucía, Epistolario de Galdós,
etc.
De casi todos los autores y
autoras que se han publicado las obras completas, por lo general, siempre se
insertan un tomo o dos de cartas y epístolas. Pero en general, se piensa y se
opina, no sé con qué grado de certeza y de evidencia, que “el género epistolar
y lo que podríamos denominar documentos o género documental”, está un poco
olvidado en nuestra sociedad y país y lengua y nación y Estado…
Quizás, porque los herederos, y
los mismos autores, no conservan todas sus relaciones epistolares, como Cela que si realizó y se ocupó, parece
ser, de toda carta que escribía, hacer una copia, con papel calco. Sino que no
se conservan documentos de diverso tipo, que pueden aclarar mucho la biografía
o vitagrafía del autor o autora, pero también su contexto general. Porque hoy
no se puede percibir totalmente, el existir de los tiempos anteriores y
posteriores a la Guerra Civil. Si no te encuentras con testimonios y documentos
claros y evidentes.
Microhistoria.
En las biografías de los
postuladores para el estudio y análisis de la obra y de la vida de los futuros
beatos y santos y beatas y santas, siempre se analiza la microhistoria. Y,
entonces, se comprenden multitud de datos pequeños, en relación a esa persona,
no solo a sus posibles virtudes en estado sobresaliente, sino la realidad de su
mundo. Lo que podríamos denominar microhistoria.
Y, al estudiar esas realidades,
en este caso, de los futuros y posibles santos y santas, se tienen en cuenta
los testimonios de otras personas, los escritos que hayan realizado, las cartas
y los documentos que testimonien sobre los hechos de su existir. Pues todas
esas realidades documentales, no solo dan luz sobre las personas en concreto,
sino sobre su ciudad, su época, su tiempo, los poderes fácticos y reales de su
tiempo…
Conclusión.
Cuando se valora una obra
cultural, sea de una persona que haya hecho ciencia o filosofía o arte o
literatura. Nos encontramos muchas veces, que sus principios teóricos, que
predican, sus aportaciones a su saber, por muy egregias que hayan sido, y, su
vida personal, no son coherentes. Nos hemos encontrado con científicos, que
para nosotros eran casi pequeños dioses, y, después, en algunos aspectos de su
vida, eran deficientes.
También en escritores y en
artistas plásticos y en filósofos y… ¿Pero qué hacer entonces, tendremos que
valorar su producción cultural y su aportación a la cultura y al saber humano,
y, después, los hechos de su vida, pues los dejamos que los juzgue el Buen
Dios, o, si somos estrictos, tendremos que expresar sus sombras y sus
claridades?
Me contaba, hace años, una alumna
que estudió Filología Hispánica, por los diversos nombres que ha tenido, que en
su Facultad, a Cela, se le dedicaba
una clase. La mención es exacta. El testimonio es verdadero y fiable para mí.
No sé, si esto sucede en todas las Facultades de Lengua y Literatura Hispánica
o Española. Pero opino que es un enorme error. Cela es uno de los grandes escritores que pasaran a estar al lado de
Cervantes, Quevedo, Lope de Vega, Galdós, Unamuno, Ortega, etc. Por varias
razones, por su enorme cantidad de obras producidas, por su gran cantidad de
estilos y experimentación y vanguardia… Le guste a usted o no le guste… ¡En la
Cultura no se tendría que tener dos tablas de medir el vino…!
Su epistolario debería ser
estudiado y analizado y publicado, y, todos los documentos que tengan
conservados, quizás, nos darían una nueva luz, sobre su biografía y su época…
http://youtube.com/jmmcaminero ©
jmm caminero (15-19 julio 2023 cr).
Fin artículo 3.678º:
“95.000 cartas en la Fundación C.
J. Cela”.
E.
19 julio