Articulo Periodístico 3.661º: “¿La dictadura de la belleza?”.
¿Quién fija el canon de la
belleza, en general, y de la belleza humana en particular? ¿Estamos bajo una dictadura
de la belleza y en la belleza del cuerpo masculino y femenino?
Nadie está defendiendo que las
personas vayan por la calle oliendo mal, mal vestidos, mal comidos, y sin
reglas y normas racionales del gusto y del sentido común y de la prudencia y de
la racionalidad… ¿pero estamos convirtiendo a una parte de la población
mundial, especialmente, femenina a un yunque enorme de tener una pauta de
belleza, una belleza que según la cultura y la sociedad y el tiempo y el lugar
será con unas normas y medidas o será con otras y en otras…?
Posiblemente se conozca el gasto
por territorios o geografías o continentes o países o regiones que se gasta en
la belleza, sea belleza en perfumes, en dietas de alimentación específicas, en
gimnasios… -Una geoestética y econoestética-. Pero quizás se desconozca las
consecuencias de una concepción tan rígida y dura de la belleza, de ese canon
de belleza, que acarrea en chicos y chicas y adultos y adultas, de una manera y
de otra. Problemas de autoestima, problemas de rechazo, problemas de bulling,
problemas en acceso o ascenso laboral, problemas afectivos de pareja, problemas
de tener una pareja y noviazgos y casamientos… De una cascada de sufrimientos
sin necesidad…
En este recorrido, como saben
ustedes, que voy haciendo al articulismo en nuestro territorio, me he
encontrado, con una columnista, que opino y pienso que de continuar como hasta
ahora, y siga evolucionando, y tiene tiempo e historia, pienso que se
convertirá en una de las grandes del articulismo, comparable a los grandes del
pasado. No crean que hago este enorme elogio por alguna razón rara o singular,
sino simplemente, porque es mi opinión o intuición, aunque el futuro nadie lo
conoce. No la conozco, ni he hablado, ni supongo hablaré con esta columnista
nunca. María José Fuenteálamo,
publicó en TheObjetive, el 22 de septiembre del 2021 un artículo titulado Instagran
y la envidia, en la que nos habla de este tema y algunos de sus
aspectos…
Debemos plantearnos si la
búsqueda y el enorme valor que otorgamos a la belleza, es una exageración o es
una hipervaloración de un valor o una serie de valores en torno a esta
cuestión. Comprendemos y entendemos que una parte de la economía está sobre
estos valores –belleza, cuerpo, vestido, perfumería, gimnasia, dietética,
etc.-. Desconozco cuánta proporción del Producto Interior Bruto está
dependiendo de estos factores.
Nadie niega que la belleza, es un
valor, los escolásticos hablaban de trascendental, junto a la verdad y a la
bondad formaban la triada de los grandes valores de la humanidad, y, de ellos
dependían y descendían y se fundamentaban muchos otros… pero tampoco podemos
negar, que puede que existan grupos o colectivos o poderes que les interese
utilizar este resorte o palanca real o simbólica o conceptual para “tener a millones
de personas ocupados y preocupados, ocupadas y preocupadas en estos resortes”,
y, estando en estas cuestiones, pues no se están de y en otros…
No sé, tendrían que demostrarlo
las ciencias sociales, si se está utilizando la belleza como uno de los grandes
arietes del control social, entre otros. Si la belleza se está utilizando como
un gran capote para que mientras la población, parte de su tiempo, parte de la
demografía se ocupa especialmente de esto, sin negar valores positivos, pues no
se ocupa de otras cuestiones, que pueden ser también graves. No lo expreso como
negatividad. Sino como realidad posible o potencial, porque “todo lo que sea
moral, y sirva para el orden y la paz social, es conveniente, porque la no-paz,
la desarmonía social es la fuente de muchos otros y graves males…”.
Pero incluso admitiendo el valor,
con mesura y medido y armonía y prudencia y racionalidad de la belleza para el
individuo y la sociedad. Incluso admitiéndolo, siempre que se utilice con
medida moral, como “instrumento para el orden social y para la rex publica, y
para el gobierno y gobernanza de los hombres y mujeres”. Incluso admitiendo
todos esos valores, si se exagera su uso y su abuso, podemos caer en algo
semejante o parecido a una especie de dictadura social cuyo clavo y martillo es
el concepto de belleza…
La pregunta que tendríamos que
hacernos, es, sin negar que un grado de belleza es y sea necesaria, o de y del
buen gusto, y de buena presencia en forma de vestido correcto, de olor y de
perfume y de palabras y de estilo y de todo lo demás… Sin negar, la necesidad y
el valor económico de las industrias de la belleza…
También tenemos que admitir, que
se está convirtiendo en algunos casos, en una especie de hipervaloración de la
belleza, y, por tanto, en una especie de epidemia de y la belleza. Y, de
determinada belleza. Y, se está enclaustrando y censurando y marginando y
silenciando y haciendo sufrir, enormemente a muchas personas, quizás, cientos
de miles, quizás millones de personas, que no tienen esa medida de belleza, que
no tienen la altura establecida, los kilos establecidos, el rostro establecido…
la pregunta es si hemos caído en la dictadura y en la epidemia del hiperhedonismo de la belleza… ¡Paz y
bien…!
http://youtube.com/jmmcaminero ©
jmm caminero (23 junio-05 julio 2023 cr).
Fin artículo 3.661º:
“¿La dictadura de la belleza?”.
E. 05 julio