Artículo 4.996º: “Guía de Pecadores de Fray Luis de Granada”.
No sé si a usted apreciable
lector/a le sonará el título de este libro, en estos días me he encontrado con
una edición que adquirí hace décadas, tuve otra anterior…
Vivimos
en una sociedad-cultura audiovisual, por tanto la lectura reposada de libros es
difícil –salvo lo que la profesión exija-. Se dice que se lee más,
especialmente entre las mujeres, pero no sé si se lee más literatura pero menos
ensayo, que también es literatura, y, diríamos menos ensayo religioso o
espiritual o teológico como es éste libro que mencionamos…
Este
ejemplar de Guía de Pecadores lo adquirí, según la fecha que cristalicé en
la primera hoja, el día 20 de agosto de 1986 en Madrid. Ya casi cuatro décadas,
cuarenta años. Es un libro que lo tengo subrayado por diversas partes, es un
libro que ha sido y estado al lado de mi cabecera durante muchos años, después
diríamos se perdió, y, hace unos días lo he vuelto a encontrar. Los libros
parece que suceden como El Guadiana
antiguo. Lo he buscado muchas veces, y, cual ha sido mi sorpresa que estaba,
continuaba al lado, pero en un cajón y no lo encontraba.
Fray Luis de Granada, (1504-1588), como todos los
escritores y pensadores y religiosos y reformadores de aquella época, como casi
todos, tuvieron problemas con la Inquisición. Pero no nos fijemos ahora en
esto. Siempre he pensado que deben existir, incluso después de guerras, todavía
manuscritos en conventos y monasterios de aquella época, libros de
espiritualidad y libros de otras temáticas, de frailes y monjes y quizás
también de sacerdotes. Siempre me he preguntado, si las órdenes religiosas no
deberían intentar publicarlos, ahora más fácilmente con Internet, hacer una
copia a escáner, y publicarla en la Red Electrónica Mundial. Creo que si tienen
alguna herejía, ya sería menor, y, se podría situar una nota a pie de página,
creo que es una riqueza cultural y espiritual que está dormida y se puede
perder. No solo existen las dos montañas Teresa
de Jesús y Juan de la Cruz… No solo existen esas grandes figuras…
También
desde la filología y desde la literatura, deberían poner más interés en la
ascética y mística cristiana de estos cinco siglos, en la documentación y
libros que deben existir, algunos perdidos, algunos con pocas copias… Hubo
tiempos mejores para estas temáticas. Casi todo el mundo disponía en sus casas
de uno o varios libros de espiritualidad o religiosidad o de oraciones. Que le
servían para acercarse al Ser
Trascendente, a superar los lloros en este valle de lágrimas y aceite y
vinagre y algo de azúcar y miel, para entender las cosas buenas de la vida.
La
sociedad se ha secularizado, especialmente en Occidente, y, quizás hayamos
olvidado tener una espada y un escudo de una moral más correcta, con una
ascesis más adecuada. Quizás, hemos enviado, estamos enviando a la lucha de la
vida, a millones de personas cada generación en Occidente, sin la coraza de una
correcta ética, y, una correcta ascética. A las personas se les debe enseñar y
deben aprender a defenderse de los vaivenes de la existencia… Debemos encontrar
y encontrarnos entre un correcto vivir en el mundo y al mismo tiempo una lucha
ascética, cada uno en su estado de vida. Estimado lector/a espero que estas
palabras no le suenen a algo tan alejado y olvidado que no comprenda nada o
casi nada…
Ya
sé, que habrá algún lector, que ya a estas alturas de este artículo, ya habrá
alejado sus ojos y sus neuronas y se estará ocupando de otros temas. Pero una
de las finalidades del articulismo de opinión y literario, es exponer delante
de las narices y de la boca y de los oídos, de potenciales lectores/as temas y
temáticas que quizás, no conozca, o que quizás no sepa que existen, o
producciones culturales, que siendo legales y morales, ni siquiera sabe que
existen… Ésta es una.
Pero
aunque no lo crea es un libro que continúa publicándose, porque se considera
uno de los libros de ensayo y ensayo religioso-moral-ascético-místico más
importantes de su siglo y de nuestra lengua, y, porque todavía se cree se puede
aprender muchas cosas. Que alguien te indique lo de los siete pecados
capitales, y, te otorgue razones para no caer en ello. Creo que vale la pena.
Si no recuerdo mal, Aranguren, en su
libro de Ética, también expresó y contó sobre los siete errores morales
graves –fíjense ustedes, en estos meses de noticias, si los líderes políticos
también conociesen esto de los siete pecados capitales, y, tuviesen ideas y
conceptos para irlos superando, y, usted y yo también-..
No
sé, si a usted le suena este concepto y esta idea de los siete errores morales
graves. Creo que un error del presente, es que una parte importante de la
población no conoce este concepto o idea o enunciado de los siete errores
morales graves o pecados capitales –mire en Internet-. Creo que si lo
supiésemos seríamos más felices, evitaríamos más angustias y penas, crearíamos
en otros menos sufrimientos y a nosotros mismos… Pero no se diga usted que este
artículo está lleno de moralina, si hablase de cualquier otro tema, que se
saltase normas morales, enseguida, dirían que estoy defendiendo un sector de la
libertad humana, aunque dijese cualquier barbaridad…
Me
he vuelto a encontrar con este libro, que buscaba y no sabía donde estaba. Y,
estaba al lado mío, insertado en un cajón. No sé si a usted le suena La
Imitación de Cristo de Kempis,
no sé si le suena Síntesis de la Espiritualidad Católica de Ribera e Iraburu, no sé si a usted le suena el Catecismo
Mayor, lo denomino personalmente el Catecismo de 1992, de la
Iglesia Católica, no sé si le suena a usted, Los Cuatro Evangelios y las
Cartas del Nuevo Testamento, no sé si le sueña a usted El
Libro de la Vida de una tal Teresa
de Ahumada o de Jesús o de Cepeda… No lo sé, pero aunque sea usted o yo,
sea o seamos ateos o agnósticos o creyentes en otra religión o en otra
confesión cristiana no católica, bien haría usted y yo, leer esos textos, para
intentar entender y comprender mejor el mundo… su mundo interior y exterior.
Por decir, esta frase, redactar este artículo, si hasta ahora tenía unas
docenas de lectores, se va a quedar en menos de diez.
Pero
eso y éste es el fin de la columna periodística hablar de temas, que quizás no
queramos oír de ellos… en estos tiempos convulsos, y, todos lo son, leer
algunos libros de ensayo religioso y espiritual y cristiano, quizás sea
necesario. No hay que ir a la India,
para encontrar profunda ascética y mística, quizás esté a unas docenas de
kilómetros de usted, monasterios y conventos católicos que le podrían enseñar
mucho, mucho de estos temas, mucho de lo humano en la humanidad…
http://filosliterarte.blogspot.com.es © jmm caminero (10 julio 2025 cr).
Fin artículo 4.996º:
“Guía de Pecadores de Fray Luis de Granada”.
E.
20 julio