Artículo Periodístico 3.759º: “Verdad y bondad y bien y belleza y D´Ors”.
Los
trascendentales escolásticos eran verdad, bien-bondad, belleza. Y, durante
siglos ese ha sido el norte de multitud de actos y pensamientos de los hombres.
Uno, lee o relee o empieza a
leer, y, lo deja a medias artículos periodísticos y otros textos, porque se
dice, esto hay que conservarlo o amasarlo o rumiarlo. Para con esas ideas o
datos o conceptos o argumentos o razones o puntos de vista, tengo que pensar,
su profundidad y su esencialidad, tengo que mirar y ser mirado. Una idea cambia
otras ideas que ya tenías. Y, para eso hay que detenerse.
Por eso, algunos artículos
periodísticos o textos literarios o páginas de multitud de fuentes de
documentación, incluso audio-visuales, me detengo para rumiar. Por eso, siempre
he pensado, que muchas personas no leen, no porque no tengan tiempo, por sus
condiciones personales, sino porque no se atreven a pasar a una biblioteca
–porqué los circuitos culturales de niños y ancianos, no solo perciben los
monumentos de dicha ciudad, sino atravesar los pasillos de las bibliotecas, y
sacarles un carnet, al que quiera, así quizás irían otros días solos, sugiero a
la autoridad pertinente-.
Pero también, creo que muchas
personas no leen, porque saben, que tienen que enfrentarse a otros puntos de
vista, y, temen que sus convicciones se les caigan por los bolsillos rotos, no
quieren analizar si sobre un tema una idea es correcta o no, porque su
personalidad cultural e ideológica se ha hecho sobre un edificio y fundamento y,
no quieren cambiarla –la personalidad filosófica de cada uno-. Por eso, se lee,
o se escucha, al mismo periódico o a la misma radio. No somos capaces de
analizarnos a la luz de otras fuentes y focos y faros y lumbres y antorchas y
hogueras…
Pero hoy quería introducirme en
la belleza y en la estética. Me he encontrado con una glosa-artículo
periodístico del gran D´Ors que
ahora se recuerda poco, pero que él y Unamuno
y Ortega y Serna y, alguno más, han formado el columnismo y articulismo de la
primera mitad del siglo veinte. Esos han sido los fundamentos. Pero muchos lo
olvidan, y recuerdan otras figuras que también se lo merecen, Camba, Cunqueiro, Plà, Pemán, Ruano, que
son los seguidores, y, de ellos surgieron Umbral,
Alcántara y todos los demás. Y, en alguna medida yo también en esta última
hornada, de la generación de 1975-1980, aunque mi pluma solo ha podido ser
leída en la etapa de Internet, desde hace casi una década, todavía no llega,
porque antes se me cerraban las redacciones… -y, mira que lo intenté veces…-.
Cuatro generaciones de articulistas en el siglo veinte…
D´Ors en una
glosa-columna, titulada Los enemigos de la belleza,
publicada en La Vanguardia del 28 de diciembre de 1943, nos plantea algo
sobre esta temática. No olvidemos que estamos en plena guerra mundial, no
olvidemos que en esos tiempos se quemaron cuadros de todas las vanguardias en
algunos lugares y tiempos y espacios de Europa. No olvidemos que ahora todo el
mundo es vanguardista, pero yo recuerdo hace cuatro décadas, en provincias se
criticaba negativamente, a los autores que pintaban siguiendo estilos de
vanguardias de principios de siglo. Y, eso le ha pasado al que transcribe estas
líneas…
He leído y pensado y meditado lo
suficiente sobre la belleza y la estética. Y, debo confesar que no sé muy bien
lo que es. Nunca he sido capaz de captarlo. Porque la verdad sería la
adecuación de la mente a la realidad en una proposición, fórmula derivada del
viejo maestro Aristóteles. La bondad y el bien moral sería la verdad en los
actos morales. Pero no sé muy bien lo que es la belleza. Admitimos “lo feo” en
el arte plástico como belleza. Pero nadie me admitiría a mí, un artículo en
prosa con fealdad, sin belleza, llaman a eso el no-estilo. Yo, que he entrado
en esos campos también, miles de páginas escritas adrede así. Pues se me
cerraron muchos puertos y aeropuertos culturales. Todos, para decir la verdad
de estos hechos.
El ser humano merece y necesita
que le ofrezcan verdades, que le regalen actos bondadosos y buenos moralmente,
que les otorguen bellezas. La belleza es necesaria para el corazón humano. Como
en aquel cuento o relato de Borges,
que un germano conquistador, no sé en qué ciudad de Italia, Rávena quizás,
quedó transformado al pasar a una iglesia y ver sus mosaicos y vitrales y belleza
y columna. Sea cierto o no, algo de todo eso es belleza y la belleza…
Quizás, la belleza se nos ofrece
hoy, de muchas formas y maneras, con la canción, la música, las palabras, las
letras, los movimientos, las danzas, los colores, las montañas, los cuerpos,
las mentes, las ideas, los conceptos, los escritos, las miadas… cada uno, se
acerca más a un tipo de belleza que a otros. Ese es el misterio del hombre…
Pero la ecuación de la integridad humana, es todo que lleve la cuantificación
suficiente de verdad y bondad y belleza, la belleza debe ir unida al beso de la
bondad-bien y la verdad-veracidad. No es belleza si no es verdad, no es belleza
si no es bien-bondad… -cosa que en estos tiempos se olvida, después, eso sí,
habría que analizar cada caso y cada cuento/relato…-.
¡¿Porqué y por qué el ser humano
anhela la belleza, de qué conformación mental y conceptual y cerebral está
hecho, porqué necesita la belleza…!? ¡Por eso a Dios se le define el Sumo de
Verdad, el Sumo de Bondad, el Sumo de Belleza, recordando al Aquinate…!
http://articulosperiodisticosjmm.blogspot.com.es © jmm caminero (26-30 agosto 2023 cr).
Fin artículo 3.759º:
“Verdad y bondad y bien y belleza y D´Ors”.
E. 30 agosto