Artículo Periodístico 3.787º: “Escritura y estilo y Umbral y C. Bonald”.
Es
el estilo lo que diferencia la escritura-literatura o es el
contenido-significado, es el continente-significante o/y el
significado-contenido. Es la esencia del texto o es la forma.
Caballero
Bonald
en un prólogo a Mortal y Rosa de Umbral, titulado Arte y Oficio de la Escritura,
de 1998 se plantea múltiples cuestiones, que son eternas en la estética, en la
teoría del arte y artes y literatura, y, no solo en la escritura, es si un
escritor, es más la esencia o esencialidad o temática o es más el estilo o la
tendencia o la forma, o si, ambos forman y conforman una unidad de
entendimiento y comprensión.
Todo escritor/escribiente es
antes que nada un observador, y, al mismo tiempo es un pensador-analizador, y,
con todo ello y en todo ello, inventa o cría o crea un tema, lo interpreta y lo
reinterpreta, de alguna manera, junta sus realidades internas inconscientes y
las conscientes, las irracionales y las racionales. Por lo cual, surge un
texto, que mirando al pasado puede ser más conceptista o barroco o quevediano o
cervantino o gongorino o más clásico. Ahora, se podrían insertar las categorías
actuales de estos dos siglos, que en literatura, serían, según muchos, copias
de las tendencias y estilos de las artes plásticas a las literarias…
Junto a la problemática del tema
y de la tendencia/estilo está el del género, fijándonos en la literatura es lo
mismo un texto redactado en forma de novela, diario, aforismos, trozos de
ensayos, artículos periodísticos de opinión literarios, poesía, cuento… ¿El
mismo magma esencial de contenido y de esencialidad de la palabra e idea, se
expresa del mismo modo, en un molde o en otro? El agua o la horchata o el
granizado es la misma en sí, si se expone en botella, cuenco, vasija abierta,
vidrio, cerámica o no lo es.
Por último, estaría el receptor.
Los escribientes y escritores ofrecen textos y temáticas e ideas y argumentos y
datos y observaciones y percepciones. Alguien empieza a leerlos, pero a la
página siguiente, deja de hacerlo, se esfuerza y continúa un poco más, pero en
la tercera página lo abandona. Quizás, no le interesa el estilo, quizás no le
gusta la forma, quizás no aprecia el tema, quizás desprecia los argumentos,
quizás, quién sabe.
Y, esto sucede frente al
artículo, por ejemplo, éste. Porque esa persona que va en metro leyendo el
periódico y ésta columna periodística, tiene problemas económicos, afectivos,
sexuales, familiares, con su hijo adolescente, con su pareja cincuentón o
cuarentona que parece que mira a otros ojos en el espejo del vivir y existir.
Y, ese problema es mucho mayor y más importante, que leer y pensar y analizar
este texto que habla de los escritores/escritora.
Pero no habla en este artículo de
los escritores, aunque esa sea la alegoría y metáfora y el símbolo. Que también
lo hace. Sino que habla de usted. Cambie las palabras escritura, por el
signo/símbolo/palabra que usted quiera o el tema que usted quiera, la
problemática de su hijo adolescente o de su conyugue cuarentón o del problema
económico. Cambie en su mente las palabras y los argumentos, y le servirá…
¿cuánto de ese problema es esencial y cual es accidental, cuánto es estilo y
forma y cuánto es problemática de calado, cuánto es accidental y temporal y
cuánto ya es permanente durante demasiado tiempo…?
Pueden que muchos que entran en
el mundo de las artes, se puede realizar por mil motivos y mil razones. Pero el
que suscribe esto, su razón principal y esencial es la búsqueda de trozos de
realidad y realidades –verdad, bondad, belleza, racionalidad-prudencia-.
En un fragmento textual de
ochocientas palabras, no se puede abordar todo ese trocito de la realidad. Solo
se pueden indicar algunas luces y esquirlas y matices y algún conato de
perspectiva. Porque en el caso del columnismo de opinión literario, esperamos
que el lector-a, aplique sus entendederas y su sensibilidad y su percepción y,
complete y complemente las palabras. Termine la sinfonía, la cierre y la fije y
la perfeccione. Este artículo que habla de la escritura, pero que habla de su
existencia. Pretende que usted, como en un espejo, esta mañana sea consciente
que:
La idea y el concepto son
esenciales, de su problemática/angustia/preocupación, pero también el estilo o
la forma de dicha realidad, pero también la tendencia o el ismo o la estética
en general de esa cuestión. Pero también la esencia y el accidente. Con lo
cual, le estamos indicando que usted se enfrente a la realidad del asunto, pero
que sea consciente que existen muchos planos.
Que deje tiempo al tiempo. No
digo que espere una eternidad, pero si el suficiente tiempo. Si el suficiente
tiempo y espacio y circunstancias. Y, que consulte otras voces, con otras
miradas, otras luces, otras perspectivas, otras dimensiones…. Paz y bien…
http://filosliterarte.blogspot.com.es © jmm caminero (10-12 septiembre 2023 cr).
Fin artículo 3.787º:
“Escritura y estilo y Umbral y C. Bonald”.
E. 12 septiembre