Artículo Periodístico 4.598º: “La tarjeta postal y Sebastián Haffner”.
Durante
varias décadas, un siglo y más, ha existido la tarjeta postal, algo así como el
mensaje del móvil en papel, más bien duro, y, que se redactaba en pocos
minutos.
Hace
unos meses fui consciente, que sabía que existían sellos de colección, pero no
que hubiese también tarjetas postales de colección. Siempre se han guardado y
conservado colecciones de tarjetas postales, pero no conocía que las
Administraciones de Correos hiciesen tarjetas con ese fin, además de poder ser
enviadas… Se considera el pionero, hasta que no se descubra otro anterior, a Heinrich von Stephan y Emmanuel Hermann
que en 1865 propusieron la creación
de lo que hoy denominamos tarjetas postales.
Recuerdo,
que cuando los Aliados preparaban la invasión de Dunkerque, pues pidieron a la
población que les enviasen fotos de las costas y postales de ellas. Me he
preguntado de ser cierta esa noticia, qué sucedería con las miles de postales y
fotos sobre esta temática que les enviaron, si están guardadas en algún archivo
de algún museo inglés o americano o si por las cosas de la guerra se perdieron.
Bueno sería que alguien investigase esta información, periodista o profesor
universitario y al menos, algún museo crease un departamento con sala incluida
para ir exhibiéndolas.
No
podemos negar la importancia que las tarjetas postales han tenido para la
comunicación humana. Una persona, pongamos por caso de viaje de novios,
rellenaba con diez líneas una postal, y, les decía a los padres que estaba
viendo Notre Dame de Paris o las Torres
de Nueva York o alguna de las playas de nuestra Península Ibérica… No
olvidemos, que no existían tantos cientos de millones de imágenes que hoy se
enviasen por Internet, vía móviles, sino que la tarjeta postal hacia las veces,
de fotografía de algún lugar, más el mensaje escrito de la persona que la
enviaba, amistas o familia. La tarjeta postal era algo más que simple
información…
En
este recorrido por el articulismo que voy rellenando y redactando y cobijando,
hoy le ha tocado a un artículo en otra lengua, Sebastián Haffner (1907-1999), que era seudónimo de Raimund Pretzel, que era alemán y, que
por las vicisitudes de la tragedia que se produjo en Europa hacia la primera
mitad del siglo veinte, tuvo que emigrar, y, fue, como todos los articulistas
también escritor, y, redactó un artículo titulado: La tarjeta postal. Ya,
que no consigo que empiece a funcionar un Archivo
o Directorio sobre el articulismo de opinión en mi país o sociedad, me
pregunto si alguien recogería la sugerencia para Europa, en la diversidad de
lenguas de Europa –o, un Directorio del Periodismo Hispánico o de las distintas
regiones-.
Quizás,
no seamos conscientes de la influencia del articulo de opinión, sea en la
vertiente analítica y de datos, y, o, el articulismo de opinión más personal o
literario… -éste que está frente a sus ojos, es del segundo grupo, no hace un
análisis extensivo de dicha realidad, sino solamente, diríamos perspectivas
personales, no exhaustivo, sino se fija en algunos puntos de vista, puede dar
un cierto valor a la retórica y poética, es decir, mezclado con algo de
belleza, etc.-.
Actualmente
el Mail Art o Arte Postal ha
ampliado de alguna manera las posibilidades de dicho utensilio o instrumento.
Con lo cual se están formando, creo que hijo de la tarjeta postal, un género
artístico plástico y literario que se denomina Arte Postal o Arte Correo o Mail Art, que es en definitiva, inserta
en una tarjeta o algo similar, arte plástico y literario, ya no indicar solo
una noticia o dato de una persona, que quiere ponerse en contacto con otra,
sino de alguna manera, hacer arte…
Como
todo el mundo sabe, la tarjeta postal, no está metida o insertada o trufada
dentro de un sobre, por tanto, un envío de información secreto, sino que puede
verla y leerla cualquier persona, que
tenga contacto con ella, antes de llegar a su destino. El mensaje del contenido
y la dirección hacia donde va es visible. Cierto que el remitente, puede no
situarse o materializarse, y, por tanto, es un envío de una información que
solo tiene destinatario, si no llegase a su lugar, esa tarjeta, se perdería, no
volvería al receptor.
Me
he preguntado algunas veces, cuántos millones de envíos o de tarjetas o de
cartas se perderán cada año, no llega a su destino, y se quedan en algún lugar
esperando que alguien las reclame. Me pregunto que se hace con toda esa
información, me pregunto que si algunas miles o cientos de miles, en algún
lugar, se habrán conservado para el futuro, para analizar de alguna manera los
contenidos, pasados, digamos unas décadas, y, sirvan o sirviesen para
comprender el corazón humano… -Si es que legalmente esto se puede producir,
como mensajes en botellas del pasado que se abren en el futuro, o no se podría
hacer esto, por el derecho a la intimidad personal, incluso de personas fallecidas
cinco décadas antes, o, quizás, sería encontrar una perspectiva nueva de mirar
el pasado colectivo e individual …-. ¡En fin, todo lo humano que complejo es…!
Hoy,
que tanto se valora, diríamos el arte popular o las manifestaciones humanas de
lo popular. Pues en multitud de museos, tanto de fotografías, tanto postales,
tanto de arte, tanto de etnología y costumbres, en archivos de bibliotecas
existen colecciones de postales, de enorme variedad y de enorme riqueza
cultural o de interpretación del mundo.
Hoy,
quizás, por influencia del concepto de democracia, lo pequeño, lo que ha
surgido del pueblo se valora. Y, entre otras, están las tarjetas postales. Que
entra en eso que llaman Colecciones Ephemera…
¡¿Cuántas postales ha envidado usted en su vida, diez o cien o cincuenta o
mil…!?
https://museovirtualcuadernosdelamancha.wordpress.com © jmm caminero (10-15 dic. 2024 cr).
Fin artículo 4.598º:
“La tarjeta postal y Sebastián Haffner”.
E.
15 dic.