Artículo 5.062º: “Mercado de Abastos de Pontevedra”.
También denominado Mercado
Municipal de Pontevedra, fue inaugurado en 1948. Que fue la
recopilación de los varios mercados en plazas de Pontevedra…
Si
mis datos son ciertos, se inauguró el primer mercado cerrado o techado en 1886,
y éste fuer derribado en la década de 1940 para inaugurar el actual. Todo estos
datos, debo indicarlo, no soy un sabio o experto de los mercados de nuestra Península Ibérica están tomados de
Internet.
La
Arquitectura de los Mercados de Abastos es una tipología especial, es digna de
estudio y de tesis doctorales, porque en su simplicidad tienen elementos
estéticos importantes. En muchos existen una mezcla de hierro y madera y piedra
que especifica, según el tiempo y según el lugar la creatividad humana. Tomando
realidades materiales simples, también el ladrillo. Alguna vez he escrito que
se podrían crear Redes de Mercados de
Abastos, resaltando sus valores arquitectónicos, estéticos, históricos,
culturales, gastronómicos, económicos, sociales y también turísticos.
Por
ejemplo, se podría crear una Red de
Mercados de Abastos de Galicia, y, que se creasen rutas de turistas que los
visitasen, los llevasen de una ciudad a otra, visitasen no solo el mercado sino
algunos otras entidades de la misma ciudad, incluso en algunos podrían degustar
algunos alimentos, o comprarlos…
Alguna
vez, me han indicado que cuando he escrito un artículo sobre un monumento o una
realidad de una localidad. Un ente cultural o arquitectónico o fiesta o
cualquier cosa de la vida humana, los lugareños y los que han nacido en esa
localidad o lugar, que están hartos de verla y conocerla, alguna vez me han
indicado, que alguna frase o alguna idea o algún detalle que se describe ellos no eran conscientes. De tanto
pasar, miles de veces, por dentro o por fuera, de tanto pasar al lado, no han
sido capaces los mismos ciudadanos de darse cuenta de un detalle, o, quién sabe
de una idea, de una pregunta, de una conclusión…
En
los “mercaos” de abastos municipales o locales, se indica municipales, porque
solían/suelen ser de propiedad municipal, pues existían, según el tamaño
docenas de vendedores y vendedoras, no sé si en algún lugar de esta Hispania hay un monumento o una
escultura de homenaje a esas personas, que durante generaciones se han ido
renovando en esos puestos. Entraban de mediana edad o de jóvenes, y, estaban en
ese tajo, durante años y años y años, incluso sin vacaciones. Vendiendo patatas
o vendiendo naranjas o vendiendo cerdo o vendiendo pollo o vendiendo
hortalizas. Y, durante muchos años, los esposos-maridos-hijos-hermanos buscaban
por las comarcas y más lejos de ellas, productos para llevar al mercado.
Después, ya vino el gran transporte y fueron cambiando las realidades…
Una
de las razones de la inflación de los precios actuales, es que ya no existen, o
existen poco, que decenas de agricultores podrían ir al mercado y vender sus
productos. De tal modo, que podrían vender quesos que fabricaban, hortalizas
que criaban, ganadería que alimentaban con este fin. Es decir, a la hora de
vender un producto, existían mucha más oferta de vendedores del mismo producto.
Eso hacía que los productos de venta redujesen sus precios, porque cada persona
que ofertaba habría comprado o criado en distinto lugar o en distinta situación
personal. Hoy, se debería en la medida de lo posible, no olvidar del todo esta
idea. Se quejan las personas que el producto equis es tan caro y se produce a
cien o cincuenta kilómetros de sus casas. Si los productos los vendiesen
directamente, quizás los precios se reducirían…
En
el Mercado de Abastos de Pontevedra,
creo como en todos, no sólo se puede ver, arquitectura, aunque sea modesta,
pero con detalles estéticos, muchos mercados se parecen a basílicas religiosas,
una nave que se alarga con puestos, que a su vez las basílicas religiosas
cristianas tienen su origen en las basílicas romanas, que eran lugares de la
administración pública del Estado Romano.
Si
nos fijamos bien, cómo han ido evolucionando de un concepto político romano,
después pasó a templos religiosos cristianos, y, esa misma forma se ha
materializado en Mercados de Abastos –realidades que deben permanecer, porque
hasta dónde conozco, ya los ayuntamientos y las entidades administrativas
públicas, no hacen más de estos edificios, por lo cual es importante que los
que existan no se destruyan, a lo sumo vayan cambiando de finalidad…-.
En
el Mercado de Pontevedra, imagino,
como en todos se producían un contacto humano entre las personas que vendían y
los compradores. Muchas veces, eran clientes de años y decenas de años,
creándose entre ellos amistades, se contaban cosas de la vida de sus hijos, de
sus nietos incluso, de las realidades buenas de la vida, de los casamientos de
sus hijos, de los nacimientos de sus hijos, de los fallecimientos de los
conyugues, porque también ha sucedido. Hay vendedoras que han estado vendiendo,
en sus puestos, hasta el mismo día del parto. Por la mañana vendiendo y por la
tarde noche dando a luz. Dando a luz una nueva vida. Posiblemente descansando
varios días, y, a los cuatro o cinco o seis, otra vez, volviendo al puesto…
Así
ha sido la vida, durante varias generaciones en este terruño nuestro. Mercados
de Abastos que no disponían de calefacción para el invierno y de aire
acondicionado para el verano, vendedores y vendedoras que han pasado el frío
del invierno y el calor del verano, cosa que quizás se olvida –cierto como en
tantos otros oficios, según las décadas, según las realidades históricas…-.
Hay
muchos héroes y heroínas que no recordamos, en muchos oficios y profesiones, y,
una es éste, la de vendedor y vendedora en un puesto o tienda de un mercado de
abastos –también en las tiendas repartidas por el municipio…-. Paz y bien.
http://filosliterarte.blogspot.com.es © jmm caminero (16 agosto 2025 cr).
Fin artículo 5.062º:
“Mercado de Abastos de Pontevedra”.
E.
31 agosto