Artículo 5.068º: “Un escritor llama a las puertas de otros escritores”.
Es una tradición de siglos que
los nuevos escritores van llamando a las ventanas de otros escritores, pasa en
todos los saberes culturales, para que les abran un portillo, para su opinión.
No sé si existirá un
estudio-libro o tesis doctoral sobre este aspecto, porque al final es una
variedad del refrán “el que no tiene padrino no se bautiza” –concepto teológico
que no es totalmente cierto-, pero que pueden explicar muchas realidades.
Quizás, desde el Siglo de Oro en España,
pero en otros lugares lo mismo, pues diríamos que la presentación de alguna
manera en el mundo cultural, siempre se ha buscado dos formas o maneras
esenciales, entre otras: enviar algo del trabajo que hace un escritor equis
–aplicado a todas las artes y saberes-, pero aquí nos centraremos en la
escritura-literatura, y, esperar que de alguna manera, le guste, le agrade, te
apadrine –como cuándo en los toros también un torero profesional abre las
puertas a otro, la alternativa-.
Y, en segundo lugar, que se
complementan unos métodos con otros, el de reunirse varios, y, aquí hay dos
modalidades, las tertulias-café, que desde La Ilustración en Europa
empezaron a florecer hasta hoy, incluso hoy, hoy siguen existiendo, en menor
medida que en el pasado –porque la cultura de creación ha pasado mucho a tener
protagonismo el mundo de la Universidad, y, éste tiene sus reglas y sus normas,
las revistas y periódicos, las editoriales profesionales, últimamente
Internet-.
Y, también una variedad del
anterior, es que un grupo de autores –sea arte o el saber que sea-, forman una
Escuela-Tendencia-Manifiesto-Ismo para formar una nueva visión de ese arte,
pongamos el caso la literatura, el arte plástico como se ha visto en estos dos
siglos últimos…
El mismo Umbral, Francisco Umbral, FU –utilizando un resorte técnico
literario de él mismo-, el maestro Umbral,
no creo que nadie pueda negar que es uno de los grandes veinte articulistas
de España en estos dos siglos y medio,
en distintos tiempos tuvo el apoyo en mayor o menor grado, del grupo de
periodistas y escritores del Norte de Castilla, cómo fue capaz de
entrar en ese periódico y en ese grupo, quizás, la viuda no los podría indicar,
y, quizás sería una enorme aportación para la época y en homenaje a su esposo.
No podemos negar la influencia y
apoyo de Nieto, Delibes, Cela, y,
otros para introducirse en Madrid.
Cuenta él mismo, si mi memoria no me falla, que traía algunas cartas de
recomendación de Delibes, desde Valladolid, cuándo ya se decidió
venirse de León hasta Madrid, tomar la capital con su máquina
de escribir. Traía varias cartas de recomendación y de presentación. Y, tuvo
unos años malos al principio, pero fue capaz con su ingenio abrirse camino.
Creo que también las cartas hicieron mucho, seguir trabajando o colaborando en El
Norte de Castilla también…
Un día, si no se ha hecho,
reitero y repito deberían estudiar, los estudiosos, investigadores, algún
ensayista esta relación de discípulo con maestro en las artes, o al menos, de
un profesional con años que abre las puertas a otros que empieza o lleva medio
carrera. Antes en el pasado era más fácil la ecuación, intervenían estos
elementos, en el mundo actual, el poder cultural y los intermediarios se ha
dividido en más factores y variables: los directores de revistas y periódicos
también influyen, los críticos, los departamentos universitarios, la industria
cultural sean galerías, marchantes, editores, y, últimamente hablan también de
las redes. Algunos viñetistas –no pondremos nombre-, sea el caso, han sido
contratados por grandes periódicos, porque hacían por ejemplo, viñetas, y,
éstas tenían muchos seguidores… Los tiempos van cambiando…
Pero también hay escritores,
supongo que también en el resto de las artes, y, en mayor o medida en otros
saberes –supongo que en ciencias existirá menos, porque si alguien demuestra
algo, sea lo que sea, el método científico permite la verificación y la
falsación de Popper, además del
famoso método del doble ciego, para aceptar un artículo en la publicación de
una revista científica, estas dos ventajas, pues no existen en las Humanidades
–artes, literatura, filosofía, teología, cultura en general…-.
Pero también, indicaba, están los
escritores que han llamado en diez o cuarenta o treinta o cincuenta años, no a
varios, sino decenas de escritores y de los “intermediarios culturales”, y,
apenas, no les han abierto ninguna puerta, ni ventana. Quizás, hayan escrito a
cientos, hayan enviado sus producciones a cientos. No exagero si a miles, a
algunas personas y entidades culturales, varias veces, a lo largo de tres o
cuatro o cinco décadas. Y, no se puede indicar, que no alguno le haya
contestado a su carta, quizás, menos de los dedos de una mano. Pero el resto,
ha sido el silencio…
Existen escritores, que nunca han
tenido un padrino o padrina o madrino o madrina… Existen. Existen. Existen… Y,
ya, en su último trayecto de vida, después de cuatro o cinco décadas, de
fracaso tras fracaso, sólo buscan, solo en soledad sólo buscan que sus
escritos, que su producción cultural, alguien quiera conservarlas, alguien
oficial, alguien del mundo de la cultura o entidad cultural oficial, quieran
conservarlos para el futuro. Que queden para el futuro, libros, cartas,
documentación, fotografías, dibujos…
¡Pero tampoco se les abre esa
posibilidad, porque al final, no son nadie o casi nadie en el mundo de la
cultura…! ¡Los escritores llaman a los timbres de otros escritores, pero… a
unos se les abre una puerta o ventana, a otros nada…! Tema que había que tocar,
que nadie le gusta tocar, se le haya abierto puertas o no, sea intermediario
cultural o no. Porque unos abren y otros no abren. Todos en este negocio están
en un lado de la pared, dentro o fuera… Paz y bien.
https://www.youtube.com/channel/UCP1qKD3iC1dhkOschAftOAQ
© jmm caminero (23 agosto 2025 cr).
Fin
artículo 5.068º: “Un escritor llama a las puertas de otros escritores”.
E.
31 agosto