Artículo 5.098º: “Mil oficios: Fallece el último sereno de Madrid”.
La noticia ha volado por todas
las rotativas, el señor Manuel Amago
fallece con 98 años, el último sereno de Madrid, del barrio de Salamanca.
Cuándo surge una noticia de
éstas, todo el mundo debe saber, que tiene un doble sentido: primero, homenaje
a esta persona de carne y hueso, segundo, homenaje a todos los serenos. Este
oficio, que dicen en Madrid tuvo varios siglos de permanencia, supongo que en
otras ciudades también, no sé si en Europa existía… -cómo están las tesis
doctorales en este tema-.
Piensen ustedes en la situación
del siglo diecinueve y antes, piensen en la situación de la primera mitad del
siglo veinte… durante siglos las luces en las calles eran pocas, durante siglos
la seguridad era poca. Se indica que los serenos en las calles surgieron en
1715 en Valencia como un personaje
de vigilancia nocturna, y ayuda. En España se plasmó en una Ley como Cuerpo
de Serenos en 1765 y un Real Decreto de 1834 –reitero no soy
tan listo, ni tengo tanta memoria, ni tengo tanta inteligencia, el bosque de
Internet me permite encontrar estos datos-
Recuerdo ser niño y existir en
las calles serenos, recuerdo a mi padre tocar las palmas al anochecer y
aparecer el sereno. Lo recuerdo como esos recuerdos lejanos. Después, se fue
extinguiendo esta figura en Madrid,
supongo que en otras ciudades. Recuerdo que en la época de la Transición se
habló de si continuaba la figura y puesto de serenos, o se extinguían o se
dejaban extinguir. Las cifras de su desaparición se indican en la década de
1970, aunque en Madrid parece ser que fue en 1986. Aunque se notifica que en
algunas ciudades se está recuperando esta figura…
Como en todo hay voces contrarías
y contradictorias ante este tema. Unos, recuerdo en la Transición hablaban que
los serenos podrían disponer de muchas informaciones de los vecinos y
ciudadanos de una calle y eso podría tener diversidad de utilizaciones y de
pareceres, más, cuándo la moral pública y privada se estaba debilitando, más
los problemas existentes en el momento aquel. Otros indicaban, que era una
manera de protección de las viviendas y de las personas que las habitaban.
Otros, indicaban que se parecían a sistemas de control muy parecidos como
algunos sistemas no-democráticos disponían. Otros, indicaban que las Fuerzas de
Seguridad y Policía y los porteros automáticos, dónde no pudiesen tener
porteros de carne y sangre, harían las mismas funciones y finalidades…
En fin, seguimos de alguna manera
con esta polémica. ¿Es conveniente se implanten en ciudades o barrios que
deseen, en comunidades de vecinos, en calles, la figura de un Miembro de
Seguridad Privada, que haría las funciones o algo semejantes a los serenos,
para proteger a los vecinos y proteger las viviendas…? ¿Sería conveniente en calles
que no son urbanizaciones cerradas disponer de una Seguridad Privada, algo
semejante a los serenos antiguos pero con funciones nuevas y antiguas…? ¡Aquí
dejo las preguntas…!
Según la prensa a Manuel Amago se le impuso una placa en
forma de homenaje en su oficio y a su persona y a su responsabilidad.
No podemos obviar y olvidar que
las calles siempre han sido un problema, durante siglos, y, en la medida de lo
posible sigue siendo. Desde la Antigua Roma, que cuando caía la noche era un
peligro real, hasta ahora. De alguna manera siempre se ha considerado la calle
como un lugar público de asueto y ocio, además de cumplir todas las funciones y
finalidades, pero también de peligros, especialmente a determinadas horas,
especialmente para las mujeres –supongo que por este concepto-frase-idea nadie
me dirá que soy un misógino-.
Ahora se plantea otra cuestión,
siempre enzarzada y unida al problema de la seguridad en la calle. Los tiempos
van evolucionando y por tanto las tecnologías y las posibilidades, siempre la
calle ha sido un motor de cosas positivas, pero también de potenciales cosas
negativas. Ahora, el tema del sereno, el tema de la seguridad personal en la
calle, el tema de la seguridad a cualquier hora, se plantea del siguiente modo:
¿Es conveniente, además de todos los medios que se disponen situar cámaras de
grabación, tanto visuales y auditivas o sólo visuales…?
¿Y, quién tiene derecho a
controlar esas cámaras, los domicilios privados en sus residencias, o tienen
derecho también vigilar un aspecto de los aledaños de las aceras, o sólo pueden
existir cámaras de visualización pública por las administraciones…? ¿Y, las
administraciones qué uso pueden hacer de estos artilugios, y, qué
administraciones…?
Los tiempos van cambiando, y, en
el horizonte, se va ampliando la figura del “Sereno Vigilante en forma de
Cámara”. Son los tiempos nuevos. Cómo siempre está el grave problema, qué uso
se puede hacer, cuánto se puede hacer, dónde hay que situarlas, cuánto tiempo
se debe conservar lo grabado…
Pero hoy damos un pequeño
homenaje a este sereno que ha fallecido, y, a todos los serenos que existan
todavía, serenos de carne y huesos, y, a todos los serenos que han existido…
https://www.youtube.com/channel/UCP1qKD3iC1dhkOschAftOAQ © jmm caminero
(07 sept. 2025 cr).
Fin
artículo 5.098º: “Mil oficios: Fallece el último sereno de Madrid”.
E.
21 septiembre