Artículo 5.099º: “Uno, uno se queda cansado y agotado… y Alfonso Ussia”.
Después de redactar un artículo
de opinión, que has podido estar buscando el tema o pensándolo varias horas,
algunas tumbado en la cama, uno se queda cansado y silencioso…
Y, como desea y tiene que
escribir o redactar otro, si es posible. Busca y rebusca en la prensa temas o
cuestiones que pueden o puedan encajar con el ánimo de esa mañana, y, que no
desencaje con su forma de pensar o sentir o percibir, que “no haga sangre”,
expresión que aprendió este polígrafo-escribiente de mayor, no sabía lo que
significaba, mayor es casi rozando o pasando la cincuentena…
Tampoco deseo hablar mal, ni una
tilde, de ningún colectivo, ni ideología, ni grupo, ni menos de persona que se
ponga trajes con pajarita o monos de trabajo… Por lo tanto, me restrinjo tanto
que es imposible, muchas veces, encontrar algo, que además pueda interesar a
una porción de población, que sea actual, aunque no tiene que ser de
actualidad… el tema de la tortilla, tan actual y tan eterna…
Y, en ese viaje, por percibir lo
que han escrito o dicho los colegas del articulismo, aunque ellos cobran
dineritos, al menos, algunos y algunas, pero este escribiente no. Mirando
periódicos y medios, a veces, nacionales, a veces, esos perdidos en provincias,
que a veces, nadie se ofenda tienen más libertad de opinión, porque no tienen
tantos ojos que los miran. También porque están en abierto, los nacionales con
razón están cerrados, y, uno no tiene acceso a las frases y sabiduría que es
lógico. Ya los periódicos no se mantienen sólo de publicidad, porque hay muchos
nichos para hacer publicidad…
Bueno, te encuentras con temas o
tesis o preguntas o cuestiones, hoy, me he encontrado con una que hablaba de
los “pechos y de las tetas y de los senos y de las pechugas y de los melones
y…”. Pero me digo yo, bueno vamos a hacer uno de esta cuestión. Pero enseguida
me digo a mi mismo, cómo voy a tocar ese tema. No me lo van a publicar, y, qué
voy a decir yo… Yo, que soy tan pudoroso…
Y, ahora dudo, cito al autor o no
lo cito. Dígame usted, qué le gustaría que citara el autor del artículo de
referencia o no –dar el mérito al que lo tiene…-. El artículo se titula: Pechos
alabastrinos, de Alfonso Ussia o Alfonso Ussia –ya que es una persona y ya es una marca, en
sentido positivo del articulismo-,
maestro del articulismo hispánico, quizás esté cerca de haber redactado quince
o veinte mil artículos, creo que se merece ese título, aunque sólo sea por eso,
independiente que a usted le agrade su voz o no-, publicado en El
Debate, el 05 de septiembre del 2025.
Lo primero que tengo que decir,
por si alguien se rasga las vestiduras, que si alguien sigue a este modesto
columnista, sabe que cita a todo tipos de articulistas de todas las direcciones
de viento y colores. Y, cito a todos los periódicos de todas las clases y
formas –pero reitero que los que están en abierto es más fácil la consulta-.
Bueno, pues el señor Ussia, Alfonso, en nomenclatura del
maestro Umbral, AU, pues no nos habla de pechos y tetas, que hace una gran
exposición de conceptos, ideas, frases, nombres, personajes. Hace una buena
faena de las cinco de la tarde, -que merece leer, aunque sea ese párrafo-, sino
que el señor Alfonso Ussia, viejo ya en este arte del toreo
de las palabras del periodismo y de la opinión, no hay que negar ese hecho y
este dato, le guste a usted, su forma de escribir o no, le desagrade su
ideología o no, pero todo el mundo, todos los hispánicos llevan sus heridas, no
sólo los de un lado. Bueno, terminemos con la frase, pues al final, termina
hablando de política, de un político y escritor en concreto.
Que cómo es lógico y costumbre y
racional en mi caso, no citaré, no entro y no conozco lo suficiente, pero usted
puede mirar la fuente original, de dónde surge esta agua-artículo, el del señor
Alfonso Ussia –siempre se ha dicho Ussia, pero ahora existe otro Ussia, Alfonso J. Ussia en ABC,
que Internet me dice que es hijo, bueno es que le puso “J” de segundo nombre,
si no tendría que haberse denominado Alfonso
Ussia junior, lo digo con respeto-.
Los pechos tienen distintas
funciones y finalidades en sí. Una realidad biológica que todas las hembras
mamíferas tienen en mayor tamaño, tienen para el ser humano unas connotaciones
diferentes y diversas: realidad alimentaria para las crías humanas, por tanto
símbolo y realidad y metáfora del amor de la madre por su bebé; también dispone
de emociones estéticas, también la sensualidad y sexualidad, incluso religioso
hay representaciones artísticas-religiosas de La Virgen amamantado a su
Niño-Hijo de Dios, símbolo de la realidad histórica de lo viviente, las
generaciones van pasando una tras otra.
Se habla del “pecho” en la etapa
medieval que era un impuesto, por eso se decían los que pechaban y los que no,
los que pagaban impuestos y los que no, e, incluso como mito en las Amazonas
–no soy tan listo esto viene en Internet, aunque también tengo que decir, que
todas estas explicaciones todos los humanos las conocemos…-.
Hay articulistas que expresan,
que abren su periódico, en el que escriben y reciben los dineros, y, miran
varias páginas y enseguida surge la fuente y florero del artículo. No digo que
no sea verdad. Pero muchas veces, no se engañe usted, no se deje engañar. Hay
artículos como faenas de toros que el torero sale cansado y agobiado y
sudoroso. Y, tiene que buscar otro artículo. Y, de qué habla, que aporte algo
de saber al interlocutor, al menos, algo de preguntas, algo de datos, algo de
argumento, algo de descanso… hoy, ha tocado hablar de tetas-pechos, pero al final,
no hemos hablado ni de tetas-pechos, sino del cansancio de la escritura…
http://articulosperiodisticosjmm.blogspot.com.es © jmm caminero (06 septiembre 2025 cr).
Fin artículo 5.099º:
“Uno, uno se queda cansado y
agotado… y Alfonso Ussia”.
E.
21 septiembre