Artículo 5.013º: “Caminando por Tarancón, I”.
Todo viaje es un pequeño viaje y
un gran viaje. En estos tiempos que tanto se valora ir e irse a miles de
kilómetros, no hay que olvidar que al lado nuestro hay lugares que merecen ser
visitados.
A Tarancón la pareja de décadas, la han visitado y han sido visitadas
por sus calles, al menos dos veces. Sucede que las estaciones cambian, y, con
ellas, tú eres el mismo, pero no eres el mismo, vas cambiando, tu situación en
el mundo se modifica, no solo que las células y neuronas han soportado más
fríos y más calores y más alegrías y más tristezas, sino que el mundo cambia,
el sistema solar se mueve, la Tierra se mueve, tú te mueves. Todo va cambiando
poco a poco, aunque no seamos conscientes de ello. No solo la técnica. Frente
al paisaje de personas y urbano y natural, todo va cambiando. La Mancha también cambia. La pregunta
es si cambia hacia el bien, a la velocidad correcta y adecuada y racional y
profunda y verdadera….
Todo viaje es una mezcla de todos
los viajes, de los reales, de los imaginarios, de los leídos, de los pensados.
Por eso, todo lugar o toda ciudad tienen muchos colores y muchas formas y
maneras. El recuerdo es cierto, pero no todo recuerdo y el recuerdo es cierto.
La memoria crea a su vez, inventa a su vez, selecciona a su vez. Todo cambia y
todo queda fijo. Desde la celtíbera ciudad de Tarancón, situados en el actual barrio de El Castillejo, barrio de
Tarancón, porque no hay que olvidar, ese principio que dice: “antes de la
muerte, hay vida, antes de Roma ya hubo población por estos lares de la
Península Ibérica”, incluso antes de Cartago que devino antes de Roma, y, que
olvidamos…
La Iglesia de Nuestra Señora de
la Asunción, todo pueblo tiene su iglesia y sus iglesias. Todo
pueblo hasta ahora tiene su cura, ya sé que usted dirá su sacerdote o su
presbítero. Diríamos que todo ser humano y viviente, vive y se vive de
distintas realidades: del aire, de los alimentos, del descanso, del espíritu.
Diríamos que los curas han sido, seamos ateos o agnósticos o creyentes, tenemos
que aceptar dicha realidad, son los que durante siglos nos han enseñado moral,
lo que ahora se llama ética, y, han mantenido la esperanza-antorcha de que
después hay un Después. Tener una esperanza del Después, no es cosa pequeña.
Sus paredes con piedras blancas, parece un mosaicos, como un pequeño puzzle
hecho por los niños en la guardería. Parece un cuadro de Tapies, parece un algo que no está terminado, que le falta el
mármol exterior, que nunca se puso. La iglesia es un mosaico de colores grises
y blancos. Esta iglesia parece por el exterior un cuadro impresionista en tonos
de negros y blancos y grises…
Un viaje se puede narrar de
muchas formas, un viaje es algo interior y algo exterior, narrar una
ciudad-pueblo-aldea, es algo objetivo, se citan realidades reales-objetivas, y,
se narran realidades-subjetivas del lector. Todo pueblo necesitaría su Cela, para contarnos en Viaje
a la Alcarría –no olvidemos que fueron dos-, algo del misterio de cada
lugar, algo del misterio de cada ser humano.
Cuando alguien de cierta
prestancia cultural o sin ella, me pregunta, qué hacer para que su pueblo
brille más, tenga más presencia en el mundo, habiten más personas o no se vayan
tanto, paseen por sus calles personas de otros lugares. Siempre les digo, miren
lo que se hace en cualquier otro lugar, miren y perciban y vean, y, lo que
hagan, háganlo ustedes, en la medida que puedan. Copien iniciativas del Ártico
y del Antártacio, copien y adapten. Y, en la medida que puedan háganlo. Y,
verán como surgen flores de ideas y de iniciativas que ustedes pueden hacer.
Creo que narrar un viaje, es algo literario, pero es algo económico, es como
dar una visión igual y distinta. Y, los lectores, si es que existe alguno,
quizás, sea capaz de aprender y aprehender algo. Se escribe, para las elites de
los lugares, las clases medias de los lugares, y, para todos los ciudadanos…
En Casa Parada
edificio-casa-casona multiservicios, que cumple diversas funciones y
finalidades, está situado “26 escenas quijotescas de Paco Tito”,
ceramista de Jaén. Son dignas de
verse y dignas de pensarse. Se dice que en tiempos de Cervantes, los libros solían disponer de un grabado en la primera
página, reflejando al autor, y, se dice que como Cervantes no disponía de maravedíes para encargar ese encargo, se
hizo un retrato con palabras, que es el que hemos encontrado en su Quijote.
Se dice, que alguien de ser cierta esta historia anterior, de ser cierta, de
nadie se han hecho posteriormente tantos retratos. Todo lugar de la Mancha,
dispone de su plaza o su calle o su monumento a Cervantes o al Quijote, o algún personaje. No sé si hoy la Mancha
se puede entender sin El Quijote, no sé si El
Quijote se puede entender hoy sin Cervantes.
No sé, porque el articulista de
opinión, se suele decir, que habla de todo, pero no es especialista de todo y
en todo. Decían los viejos maestros griegos, que no sirve ninguna filosofía,
que no intente curar algún mal humano. Esta exposición de esculturas-cerámicas
de y sobre el Quijote, vale la pena verla y percibirla. No sé, si los entes
culturales del pueblo, deberían estudiar hacer alguna exposición en algún
centro de Madrid y exponerlas,
primero, para que se viese, segundo para publicidad del pueblo, invitación del
pueblo de la Alcarría, Tarancón,
al poblachón manchego, Madrid, como
nos diría el maestro Azorín.
No sé, si además a las
editoriales podrían invitar que publicasen algunas de sus escenas en alguna
edición, de las tantas que se hacen cada década sobre El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha. No sé, no sé.
Expreso esto, porque el narrar un viaje, es narrar presentes y posibles
futuros… No sé, si habrán realizado un documentar sobre estos Quijotes y
escenas del Quijote, un documental. No sé, si han llamado al programa Metrópoli
de RTVE,
y, les han invitado que hagan un programa sobre la cultura actual en su pueblo,
los dos Museos de Arte que disponen, sobre este viaje en cerámica-escultura de Paco Tito…
A veces, me digo cuántas
esculturas habrá por la Mancha del Quijote y sus personajes, por todo su
territorio. Alguien podría organizar un viaje turístico por la Mancha con la
excusa de ver todos los Quijotes que se han inventado y creado. Un libro, un
documental, un…
Creo que los de la Mancha tenemos que disponer de otra
mentalidad, no somos más que nadie, tampoco menos que nadie. Vas a otros
lugares, a otras regiones, y, constantemente se están cantando a sí mismos.
Quizás, nosotros seamos estoicos y austeros, queda ese fondo, quizás de esta
tierra y este cielo, tan frío en unas temporadas, con tanto calor en otras.
Quizás, nos haya hecho, precavidos en los juicios. Pero tenemos que aprender y
aprehender a cantarnos también a nosotros mismos. Estos modestos artículos que
van reflejando aspectos de la Mancha, hoy ha tocado a Tarancón, uno ha aprendido que es inmenso, que la Mancha es
inmensa, es un mar de tierra y cielo, en el centro de esta Península, tan cerca
de todos y tan lejos de todos. Pasan por ella, millones de personas, en
millones de vehículos de cuatro y más ruedas, y, pocos se detienen a mirar y
saborear, aunque sea unas horas sus aires y los ojos de los que la habitan…
Hoy, los viajeros, se acercaron a
una variedad de las tantas existentes del Bizcocho borracho, típico, siempre
se suele indicar esta palabra, típico de… típico en este caso de Tarancón.
https://museovirtualcuadernosdelamancha.wordpress.com © jmm caminero (27 julio 2025 cr).
Fin
artículo 5.013º: “Caminando por Tarancón, I”.
E.
03 agosto