Artículo Periodístico 4.151º: “Besando Ciudad Real y, IV”.
La
Mancha y Ciudad Real podría ser un paisaje para decorados de película. Podrían
crearse una entidad, dependiente de otra ya existente, para promocionar los
paisajes para el cine.
El Quijote que dicen en Campo de Criptana, se enfrentaron
molinos y caballo con caballero, o caballero con caballo y molinos. No sabemos
cual es la verdad de la historia. Me temo que ese manco con mano, pero que no
podría moverla del todo, nos representó el dolor y el sueño de un hombre
superdotado en sensibilidad e inteligencia, que las circunstancias por ser
heredero de judíos, lo llevaron de un lugar a otro, y, que su enorme
sensibilidad, llegó un momento, que entendió que todo el idealismo que había
tenido durante años, llegaba la madurez y la vejez y, apenas podría tener las
necesidades cubiertas económicas. El Quijote, muchos ríen y se ríen de
las aventuras, pero el Quijote es un libro triste, como debió de ser la mirada
de Cervantes, una genialidad metido
en un cuerpo limitado y en un ambiente y época limitada, que sufrió suficientes
vaivenes, para pensar, que el idealismo juvenil que tuvo se transformó en
tristeza y melancolía en la etapa adulta de su existencia y en su última etapa.
Cervantes es el símbolo del ser humano que espera y espera y espera. El molino
y el Quijote, es esa mezcla de que al final, la realidad y el realismo siempre
se impone, siempre se debe imponer…
La
Mancha
llena y rellena, antes al menos, de casas blancas con bajos azules, añiles.
Color típico. Todavía presente. Ciudad Real tan ancha y tan extensa. Cualquier
lugar tiene su historia olvidada, cualquier lugar se puede descansar de las
heridas de la vida. Llegamos a Tomelloso,
el pueblo de los cientos de cuevas, dónde se guardaba el vino en barricas y
alcuzas grandes. Pueblo que podría hacer una ruta por esas cuevas, pueblo que
podría hacer un museo subterráneo de cuevas, que se podrían interrelacionar,
cuevas llenas y rellenas de obras de arte. Un pueblo, podría ser, de arte
actual y de artes actuales subterráneo. Un pueblo-museo, que podría ser único
en el mundo. Allí en la Posada de los Portales. Allí en el
silencio del ruido, y, del ruido del silencio. Los hombres y mujeres, van y
vamos pasando, unos dejamos la llave del futuro a la siguiente generación. Eso
es lo que somos y eso es lo que estamos. Al menos hasta ahora. En Tomelloso,
todavía calles largas, de dos plantas, siempre me recuerdan, las ciudades
griegas en damero, de casas de una altura o de dos. Parece, siempre me
recuerdan, como si no hubiésemos avanzado casi nada en veinte o treinta siglos.
Todavía en la provincia, queda algo de Roma y algo de Grecia en sus calles y en
sus casas…
En Ruidera hubo una Fábrica de la Pólvora. Donde durante
generaciones, parece ser que se construyeron esas substancias químicas. La
pólvora que cambió el mundo. De un juguete para una fiesta festiva, se fue
convirtiendo en un elemento para distintos fines. Dicen, algunos historiadores,
que la pólvora cambió la Edad Media en Moderna, poco a poco. Que sin la pólvora
el humanismo y el renacimiento y la Edad Moderna habrían tardado más. Cierto
que la pólvora no fue lo único, vinieron muchos cambios. Siempre se producen
muchos cambios, no solo uno. Igual como ahora está emergiendo una nueva etapa
histórica, los sistemas informáticos es uno de los motores, pero no es el
único. Ahora estamos en medio de un volcán de cambios, y, no sabemos como
terminará este asunto…
Pasamos por el Parque Natural de las Lagunas de Ruidera,
con sus distintas lagunas, quince, que unas vierten sus líquidos de vida en
otras. Con distintos colores entre ellas, con distintos matices de color según
temporadas. Las hemos visto llenas de agua, las hemos visto casi secas. Dicen
que hubo intervenciones humanas, dicen, tantas cosas. Pero siempre hay que
visitar los documentos. Queda mucha historia por investigar en estas llanuras
de la Mancha…
Valdepeñas con
sus vinos y sus museos, pero con el nacimiento del poeta que construyó una de
las epopeyas más largas o grandes o con más versos del mundo. Una de las quince
más extensas. Nació aquí, aunque sus huesos terminaron en las Indias. Nunca he
entendido como no crean festivales e hibridan el vino y el queso y los museos
con arte y la poesía… Podría ser un foco de atracción de personas. Todos estos
elementos unidos, que además permiten, el descanso, por dentro, porque la
ciudad y pueblo lo permiten. Tierra de poetas. Quizás, como siempre ha tenido
un desarrollo comercial del vino importante, pues la riqueza material crea la
riqueza cultural…
Tantas personas, millones dicen
cada año pasan por Despeñaperros,
pero pocos se detienen por Santa Cruz de
Mudela o el Viso del Marqués,
pocos vehículos se desvían de las grandes venas de las autovías modernas,
copiadoras de las vías romanas atravesadas por las legiones antiguas, pocos se
detienen, se desvían un poco de sus caminos y se acercan a estos lugares.
Podrían estar unas horas, podrían descansar un poco sus mentes y sus estómagos
y sus ojos sus almas…
Tenemos que buscar un modo,
atraviesan la provincia, atraviesan la Mancha, las aortas que llevan y salen
del corazón de la nación, Madrid. Tenemos que buscar modos y maneras, que a la
vuelta o a la salida, que al menos un diez por ciento de vehículos que caminan
hacia el Sur o hacia el Este o hacia el Oeste descansen unos minutos por
algunos de estos territorios. Que atraviesen y lleguen a sus plazas. Tenemos
que buscar la manera y la forma. Quizás, que descansen y duerman, y ya, visiten
sus calles. Esta es la asignatura, entre otras, que la Mancha tiene pendiente,
que Ciudad Real tiene olvidada. Santa
Cruz de Mudela, con esas iglesias de varios siglos, con esas plazas, como
casi todas de esta región, que son verdaderos monumentos históricos y artísticos
y estéticos… Aprender a valorar lo pequeño, porque lo pequeño es grande, lo
rutinario porque es singular…
Y, en este viaje interior y
exterior, del hallazgo y del olvido y del recuerdo, terminamos los huesos en Almagro. Tuvo universidad, y, pudo haber
sido la capital de la nueva provincia, pero no lo fue. Los viajeros que visitan
este lugar, por mil motivos, deberían acercarse a una veintena de kilómetros a
la capital, Ciudad Real, y, visitar
alguno de sus museos, quedarse unos cuartos de hora, en un pueblo intermedio, Pozuelo de Calatrava, un pueblo típico
manchego, de arquitectura popular, de iglesia notable, y, de personas que
generación en generación han intentado vivir y sobrevivir…
Almagro y su Corral de Comedias,
Almagro y su Antigua Universidad, Almagro y su Palacio de Fúcares, Almagro y su
plaza, Almagro y...
Terminamos este viaje con Almagro, Pozuelo de Calatrava, Ciudad Real
capital. Para que el viajero y la viajera, en
su descanso de su ser y de su
estar, comprenda y entienda un poco mejor su corazón y su carne y su alma.
Porque todo viaje exterior es un viaje interior, todo viaje interior lleva a
recuerdos de viajes exteriores. Tenemos que aprender y aprehender a intentar
entrar en nuestro corazón, con sosiego y paciencia y prudencia y racionalidad y
moralidad, en nuestro interior… Tenemos que amarnos más a nosotros mismos, de
forma correcta y adecuada, y, para eso, tenemos que estimar y valorar más, la
tierra en dónde nacieron nuestros huesos…
http://twitter.com/jmmcaminero © jmm caminero (20 enero-15 abril 2024 cr).
Fin artículo 4.151º:
“Besando Ciudad Real y, IV”.
E.
15 abril
