Artículo Periodístico 4.166º: “Crónica amoral o inmoral o antimoral y Concha Espina”.
Se analiza en el tiempo y espacio
muchos factores de las realidades humanas, pero en estos tiempos no se valoran
lo suficiente las cuestiones morales y antimorales, éticas y no éticas.
De
todos los cientos de factores y vectores y variables y constantes que han
cambiado o no, pongamos por tiempo, en la edad contemporánea, pongamos por
caso, en ese vaivén entre la Revolución Francesa y la etapa de Napoleón hasta ahora, se han estudiado
los cientos de realidades que han cambiado. Pero nos fijamos menos en las
realidades éticas y morales que han cambiado y variado y modificado y
evolucionado...
Dicho
de otro modo, hay que preguntarse si el concepto del mal moral y del bien
moral, tanto a nivel individual o colectivo si se ha cambiado o transformado o
variado, o, si el concepto de error moral o acierto moral también, si el
concepto de “pecado” moral y religioso ha cambiado o no ha cambiado.
Cambiar
no solo en las entidades colectivas, socioculturales o socioideológicas o
sociofilosóficas o socioreligiosas, sino en la percepción de los humanos. Se
suele indicar que hasta unas generaciones, en todos los pueblos y ciudades, los
edificios más altos de los lugares, vistos desde miles de metros eran las
torres de las iglesias, desde hace un tiempo, los rascacielos con función de habitabilidad o de negocios son
las construcciones más altas de casi todas las ciudades y pueblos, quizás no
tanto, todavía, no tanto de las aldeas…
Nadie
niega que las concepciones de bien y mal moral, tanto el racional o filosófico,
pongámoslo por nombres, como el sociológico y antropológico y psicológico, pero
también el religioso, denominado pecado, ha ido cambiando y se ha ido transformando,
debido a multitud de factores y vectores, entre otros el aumento de las
democracias, el aumento de la población, el aumento de la tolerancia, el
aumento de los derechos humanos, el aumento de la libertad en multitud de
sentidos y ámbitos, el aumento de teorías y concepciones filosóficas que han
puesto en crisis los fundamentos de la civilización occidental en estos dos
siglos, el aumento de los ateismos y agnosticismos, no solo religiosos sino de
todo tipo, el aumento del saber tecnocientífico en multitud de aspectos, aumento de la autonomía personal económica,
y, decenas de otros factores…
Ahora,
existen grupos y colectivos y personas que se preguntan el cambio moral y ético
y religioso-moral tiene fin o como en todo el resto de vectores irá modificándose,
aquello que se suele indicar: los abuelos llegaron hasta los diez metros de
distancia de libertad, los padres hasta los quince, los hijos hasta los veinte,
y, los nietos posiblemente arribarán hasta los veinticinco. Cada generación
aumenta en saber, y en posibilidades de todo, incluso, en la ampliación del
globo del bien y del mal moral. O, incluso cambiarlo o modificarlo, fijarse más
en algunas líneas y horizontes, y dejar con y en más libertad otros…
Si
volvemos a leer y releer el artículo de Concha
Espina, la primera mujer española que estuvo a punto de obtener el Nóbel, y
dicen, que por un voto no lo consiguió –no sé si no se le impusieron esos
laureles, por ser mujer o por se española o por ambas cosas-, y, la primera
mujer española que estuvo por dos veces a punto de entrar con un sillón y en un
sillón y en una letra de un sillón en la Real Academia Española, y, que
tampoco le abrieron las puertas. Y, una novelista, cuentista, y, articulista,
que cada vez, por las sucesivas generaciones de interpretadores, y, de gustos
de los pueblos y sociedades, y, porque apenas hacen adaptaciones al cine y a la
televisión, pues se va olvidando.
Pues,
Concha Espina, que su nombre real no
vamos a relatar aquí, y, que no está claro su año de nacimiento, produjo y
publicó y le publicaron un artículo titulado: Crónica inmoral, que vio
la luz a otros ojos, en el periódico La Vanguardia, el 21 de enero de
1925, ya casi un siglo, y nos plantea, en su tiempo, a qué cosa se llamaban
inmorales, porque por lo general se utilizaba el concepto y palabra pecado y
pecador –si es que he entendido bien-, aunque yo creo que se utilizaba más el
concepto de vicio y vicioso, y, más el de virtud y virtuoso –que ahora están
casi olvidados-, porque decirle a alguien, aún más escribirlo, que alguien es
un vicioso en algo, es quizás que te lleve a los tribunales de justicia, y, ser
lapidado con palabras en los medios de comunicación, ahora se utiliza el de
corrupto o corrupción, pero solo aplicable a los dineros y a las influencias endogámicas
–pero esto es otro cantar…, pero que es siempre el mismo, el problema del bien
y del mal moral…-.
Vivimos
y existimos actualmente en tiempos revueltos en nuestra península Ibérica,
tenemos cuestiones tan graves como la modificación esencial del Estado. Y, por
tanto, además de la crisis económica, además de crisis antropológica o
psicológica social, podríamos denominar, y, también crisis moral. Creo y
estimamos muchos que nuestra sociedad está en una enorme crisis moral y crisis
religiosa, y, que ese es el fundamento de otras crisis que cabalgan sobre estas
dos: incluso la crisis económica y política y social tiene una de sus raíces en
la crisis ética y moral y religiosa que estamos sufriendo…
Me
pregunto, me surge desde el interior y el inconsciente, a semejanza que se
hacen baremos y vectores y parámetros económicos de todos los sectores sociales
y económicos, a nivel nacional y a nivel regional. Me pregunto, si por regiones
existen más tanto por ciento de personas más morales o menos morales según
regiones o provincias o localidades, u, otra pregunta más profunda y más
esencial:
¿Imaginemos
que existe Dios, imaginemos que tenemos alma inmortal, imaginemos que existe
Juicio Particular, imaginemos que existe Cielo y No-Cielo, me pregunto, habrá
más personas en proporción y en cantidad que se salven eternamente en el Lado
Bueno de la eternidad de una región que de otras, en estos tiempos…? ¡Porque la
moralidad, la verdadera moralidad y la verdadera salvación eterna son dos
conjuntos de parámetros que van interrelacionados…! ¡La moralidad como billete
a la salvación eterna es el gran problema moral del hombre, pero de esto
hablaremos en otra ocasión, o quién sabe, si lo haremos…!
http://articulosperiodisticosjmm.blogspot.com.es © jmm caminero (09-22 abril 2024 cr).
Fin artículo 4.166º:
“Crónica amoral o inmoral o
antimoral y Concha Espina”.
E.
22 abril