Artículo Periodístico 4.162º: “Un dolor tapa otro dolor”.
Suele
suceder que una nueva pena tapa o camufla o esconde otra pena, angustia, sufrimiento,
o al menos, lo aparca para poder resolver alguna de ellas, o la más urgente o
la última.
Nos
enseñan a muchas cosas, nos proporcionan muchos datos y conceptos e ideas argumentos y razones de casi todo, pero no sé
si nos enseñan o educan poco o demasiado poco, a que tenemos que soportar y
sufrir y superar la frustración, el miedo, el temor, las penas, las angustias,
los sufrimientos, los fracasos…
Quizás,
mucho y muchos de los males que sufrimos se debe a que nos han enviado a la
vida, a la guerra de la vida, sin la protección del escudo y la espada y la
lanza y la armadura, para defendernos en la medida de lo posible de los males,
también de los males en forma de sufrimiento, pena, angustia, dolor…
No
es que nos regodeemos o seamos felices con el dolor y la pena, sea la que sea,
no es eso, sino que tenemos que intentar superarla, con los métodos ortodoxos
del saber y los métodos ortodoxos de la práctica o praxis, sino que no nos han
enseñado como superar o soportar el dolor o la pena o el sufrimiento o la
frustración mientras dure, aunque al mismo tiempo intentemos superarlo, con los
métodos correctos, a y en todos los niveles.
También
con una alegría o en una alegría o desde una alegría si viene otra, la primera
se olvida o se camufla o se debilita o disminuye y se hace más caso a la
segunda. Quizás, sea una realidad natural en el ser humano, esto lo tendrán que
indicar la psicología, antropología, sociología, filosofía, ética y semejantes
saberes. Aquí, solo comentamos una pequeña realidad o experiencia, que puede
suceder, si no a toda la población a una gran parte de ella, en algunas
ocasiones de la vida…
Como
un dolor que se produce, de forma tajante y radical y actual, tapa o esconde o
camufla otro, que lo dejas aparcado para hacer caso al segundo, a ver, si
puedes superar el segundo, y, volver otra vez al primero. Y, puede suceder, que
ambos dolores o penas o sufrimientos o angustias, estén en la realidad, estén
en el horizonte esencial y accidental de la propia vida, en la experiencia y en
la vivencia de ese individuo. Eso que se indica, ir cada mañana con el dolor
guardado en una cartera al tajo del trabajo…
Y,
acaezca otro tercer dolor o pena o angustia, y, tengas que estar luchando con
tres al mismo tiempo, con tres penas negras, como diría el canto popular del
flamenco español, canto o canciones que casi se han olvidado, cantos y letras y
música y canciones que llevan dentro experiencias y vivencias filosóficas y
existenciales. El flamenco en casi todas sus formas es la filosofía existencialista
y esencialista del pueblo español. Pero en estas décadas hemos perdido esas
formas líricas y de conocimiento de la realidad, por formas de músicas que nos
han llegado de los mundos anglosajones, especialmente.
El
flamenco era la terapia del pueblo español, era la catarsis del pueblo español,
porque nos hablaba con músicas diversas de todas las pasiones, deseos,
pulsiones, emociones, alegrías, penas, sufrimientos, experiencias, vivencias de
la sociedad española. Es más es la filosofía popular de la humanidad o al menos
una de ellas. El flamenco debería ser valorado y escuchado y oído junto con
otras músicas, incluso las vanguardistas. Deberían incentivarse nuevas
canciones y letras del flamenco para tiempos de hoy, sin olvidar las del
pasado…
Si
se acumulan dos o tres penas, grandes y elevadas, que pueden ocurrir y
combinarse. Entonces ese ser humano está tocado profunda y esencialmente. Tiene
un problema grave. Y, a esto, es a lo que indicábamos que no nos han enseñado.
Quieren que en los planes educativos reglados y oficiales, haya enseñanzas de
todo. Y, no digo que no tenga que haber o existir, pero se olvidan de las
realidades profundas, quizás las asignaturas de ética y filosofía pueden
enseñar algo de todo ello. Pero también es cierto, que parece ser, que estamos
en una oleada en la que los saberes humanísticos están en retroceso. Este es el
problema y esta es la realidad real de este tema.
Cierto
es que en esa vaivén y oleada y carrusel de penas, hemos dicho dos o tres
grandes al mismo tiempo, que se suceden pero que están en la realidad, puede
acontecer, porque la vida sigue, una alegría importante y grande. Podríamos
situar y poner decenas de ejemplos y casos. La realidad es siempre grave y
compleja y más rica que los guionistas literarios de series o telenovelas o
novelas de alta categoría. La realidad es siempre enormemente sencilla y
compleja por su riqueza, nos quedamos en una hoja y en una flor del paisaje del
bosque, pero en él, existen y viven decenas y cientos de especies vegetales y
animales en un marco de minerales diversos.
Aprender
a pelear y luchar y defenderse de la pena, angustia, sufrimiento, frustración,
tristeza, melancolía es y debe ser un aprendizaje esencial, tan importante como
aprender a conducir, aprender a leer, aprender a escribir, aprender a nadar,
aprender a… porque soportar y resolver las penas y las angustias y las
frustraciones y los dolores y los sufrimientos forman parte de la vida.
Aprender y aprehender a combatirlos y defenderse de ellos, con racionalidad y
saber ortodoxo, mientras que duren. Es fácil, te duele una muela, hasta que el
odontólogo no te cure ese dolor de diente, mientras tanto hay que aprender a
soportar ese dolor y la pena que lleva en sí.
Esto
aplíquelo usted a cualquier realidad. Si es posible. Porque algunos males duran
horas, otros días, otros semanas, otros meses… Mientras tanto reduzcamos y
disminuyamos los males y sufrimientos y penas y angustias que nosotros mismos
nos producimos a nosotros mismos, los que los cercanos producen a los cercanos,
los que los lejanos producen a los lejanos… Paz y bien.
http://www.facebook.com/cuadernossoliloquiosjmm © jmm caminero (08-15 abril 2024 cr).
Fin artículo 4.162º:
“Un dolor tapa otro dolor”.
E.
15 abril