Artículo Periodístico 3.914º: “Los suspiros y C. J. Cela”.
Toda
la vida del ser humano es un combinado de deseos, anhelos, querencias,
suspiros. Diríamos un nivel más pequeño en cantidad y calidad que las pasiones,
instintos, libidos.
Pero con ellos y en ellos hacemos
nuestras vidas y nuestras existencias. Tenemos suspiros que serían deseos y
temores y pasiones y pulsiones, pero en cierto grado comedidos, racionales,
presentables, organizables, limitados, deseantes… También tenemos grandes
pasiones, de diversos tipos… En esa diferencia que hacen los psicólogos entre
emociones, sentimientos, estados de ánimo. Como una escala que se va
amplificando de “que un item o hecho o acontecimiento o constructo psicológico
o persona se va teniendo por un receptor”, la hemos incluido en una categoría o
en otra.
Medio controlamos las ideas y los
conceptos y los enunciados conceptuales y teóricos. Sólo a medias, porque por
lo general, vivimos en un mar de ideas, ideas como representaciones de
realidades prácticas y reales y teóricas e imaginarias y simbólicas. Vivimos y
existimos en un mar enorme de ideas. Pero también de lo que hemos denominado el
mundo irracional: deseos, pasiones, querencias, pulsiones, libidos… Esa mezcla
está luchando dentro de nosotros, todos los días, hasta el momento del tránsito
último, del último viaje, en feliz fórmula dada por los clásicos griegos y
romanos, “hasta que vayas al lugar dónde están los más”. Cosa que no sabes, si
todavía queda millones de años de evolución humana, y, todavía no han aparecido
los más…
Diríamos que el suspiro, sea el
deseo liviano, el anhelo liviano, la querencia liviana, el temor liviano. No
tiene categoría conceptual académica, al suspiro, hasta donde sé y conozco, no
tiene concepto académico que se separe de otras realidades psicológicas del mar
que llevamos dentro. Por tanto, el suspiro queda en el entorno de lo popular,
de lo literario, del artículo periodístico, donde podemos indagar sobre
realidades de diverso tipo… En este contexto, me he encontrado, con una columna
periodística, firmada por el maestro Camilo
José Cela, que ya, que ya pienso, debemos sacar del purgatorio de los
escritores.
Porque tiene la misma categoría
que los clásicos, bajo mi modesto entender, que Quevedo, Góngora, Galdós, Lope de Vega… es y está, por valor
propio, entre los cien mayores escritores de Occidente, de todos los tiempos.
Ya, es hora, que dejemos otras referencias y otras perplejidades y otras
irracionalidades ante su figura, y, lo saquemos del purgatorio –como escritor,
otras realidades de su vida, que las juzgue el Buen Dios, lo mismo que hacemos
con tantos pinceles y plumas de este mundo cultural-.
C. J. Cela, publicó un artículo
en El
País, el día 18 febrero de 1984, titulado: La capacidad de un suspiro.
En el que como todo columnista literario, habla de diez temas y diez tesis
metiéndola en una botella de un título, que a medias encaja con lo que se
trata, quizás, siguiendo en esa tradición de Ruano –hace unos años, me
enteré, no sé si es cierto, que vivieron juntos, durante un tiempo en el mismo
edificio de Madrid-.
Podría, perfectamente, haber
rellenado la caja de leche y de güisqui, de este mismo artículo, con el mismo
tema, quizás, con más libertad propia ante las palabras e ideas y más espacio,
sin haber citado a Cela, sin hacer
referencia al artículo de dicho autor. Porque al final, la escritura con sus
regimientos de palabras, en este caso solo pelotones de términos, habrían sido
más libres. Pero, podría haber hecho esto. Pero también, puedo citarlo, como
una forma de respeto y de homenaje y de valorar la historia del articulismo en
esta Celtiberia, de tan largos suspiros y anhelos y querencias… Así, el
lector/a entiende y conoce y comprende, que unos botijos y canjilones de la
rueda de la vida y del agua que surge del pozo, se entrelazan con otros.
Unas ideas se mezclan y combinan
con otras. Un artículo periodístico literario de tono personal. Es algo, que se
han inventado o descubierto los seres humanos, para intentar hablar de todo.
Para así abrir los horizontes de todo. Alguien puede tener una plataforma
televisiva, con treinta o cien canales. Pero siempre está jugando con fichas y
cartas modeladas. Sabe ya de antemano, lo que quiere oír y ver. Pero otra
persona, puede optar por la libertad de distintas cadenas. Dónde surgen, de vez
en cuando, temas nuevos para su sensibilidad y percepción. Temas que no sabía
que existían, temas que no creía que eran realidades, temas que apenas conocía.
Eso es un artículo.
Hoy, levantamos la bandera de las
palabras, para que usted sea consciente, que todos tenemos suspiros, pequeños
deseos y anhelos y querencias y temores, que pueden ser muy profundos,
extenderse a lo largo del tiempo y tiempo y tiempo. O, solo durar unos minutos.
Y, que esos suspiros suaves y, a veces, a medias conscientes por nosotros,
también nos definen. No solo las grandes ideas y las grandes emociones, sino
también, esos suaves suspiros y querencias y temores… y, recuerdos, suspiros de recuerdos y
suspiros de futuros… ¡Suspiros…! ¡España: la tierra de los suspiros…!
http://twitter.com/jmmcaminero © jmm caminero (15-27 noviembre 2023 cr).
Fin artículo 3.914º:
“Los suspiros y C. J. Cela”.
E.
28 noviembre