Artículo Periodístico 3.937º: “Mil o diez mil páginas de Ramanujan”.
Se dice si alguien desconocido
envía mil páginas de matemáticas a los departamentos universitarios, se las
evalúan, alguien envía diez mil páginas de filosofía y ni contestan.
Es un dicho que corre por algunos
corros culturales y correos de Internet, si alguien desconocido, envía mil o
diez mil páginas de matemáticas a diversos departamentos matemáticos, ellos lo
examinan, y, estos contestan. El caso paradigmático es el de matemático hindú, Ramanujan a principios de siglo veinte,
que escribió desde la India a Gran Bretaña, ciertamente era un genio, nadie
puede negarlo.
Pero si alguien envía mil o diez
mil páginas de filosofía, sin entrar si esa producción es notable o es menos
que notable, a diversos departamentos universitarios de filosofía,
posiblemente, ni siquiera nadie le contestará que lo han recibido…
Se dice, que las ciencias, y con
sus metodologías, se puede comprobar y evaluar y valorar y valuar si una producción
cultural, con el método científico, es verdadera o coherente, pero las
producciones culturales, que entran dentro de las humanidades, en todos sus
saberes, y, de la filosofía en particular, pues no existe el famoso método de
falsación o verificación de Popper,
y, por tanto, nadie sabe exactamente el valor de un trabajo filosófico, aún más
si es estético o artístico o cultural o literario.
En el caso de las ciencias
sociales y humanas, que estaría en medio, entre las metodologías puras y duras
de las naturales y físicas y matemáticas y de las humanidades y filosofías. En
las ciencias sociales pues quedarían en el medio, en todos los sentidos,
también en esta cuestión…
Pero alguien en filosofía ha
podido estar trabajando en ello, cincuenta años, de distintas maneras y de
distintas formas, ha podido mostrar sus resultados, sean buenos o no,
innovadores o no, creativos o no, originales o no, en forma de ensayos
filosóficos, de formas de literatura, y, de combinaciones de diversos métodos…
Y, puede, durante esa existencia, larga en el quehacer filosófico, haber
enviado y mostrado, a multitud de entidades universitarias y académicas y
culturales filosóficas, y, a multitud de personas, -sin exageración-, parte o
gran parte de sus resultados y de su trabajo. Y, pasar y pasarse toda su vida y
toda su existencia, sin contestación.
Puede incluso llegar a una edad
–tercera edad-, y, plantearse seriamente, que quizás, su trabajo será perdido y
destruido, porque ni siquiera existen lugares que quieran conservan copias de
su labor filosófica y filosófica literaria. Y, llegar un momento, que esa
persona, y, el trabajo que ha realizado con todos los condicionantes de la vida
y de la existencia, no sepa, si todo lo que ha producido en la medida que ha
podido y con sus condiciones limitadas de posibilidades, tiene algún valor, o,
meramente, no tiene ninguno.
Como no ha ocupado ningún puesto
en la universidad española, y, posiblemente, tampoco en el sistema de educación
y enseñanza, o, un tiempo limitado, por las circunstancias de la vida y de la
existencia, en ningún foro del mundo académico, ni universitario, ni cultural,
le escuchan y le oyen, le tienen en cuenta, le valoran su trabajo, ni siquiera
le consideran que es uno más de los suyos, aunque sea el último. Ha estado toda
la vida como Colón, yendo de una
corte a otra, enviando a unos y a otros, del propio país y del resto de
Occidente. En forma de correo normal, en forma electrónica, y, la respuesta,
salvo alguna excepción de excepción ha sido el silencio…
Puede que su producción cultural
en filosofía, o en filosofía-literatura, o en filosofía-arte, esa mezcla de
ambos paradigmas, sea pésima o sin valor o sin veracidad o sin demostración o
sin innovación o sin creatividad o sin originalidad. Puede ser, que no haya podido,
por sus circunstancias personales, haber creado grandes tratados de las ramas
de filosofía, y, se le achaque que todo es fragmentario y, por tanto, sin
apenas valor –pero los mismos que indican esa excusa o motivo, para que sus
escritos no tienen o tengan valor, al mes siguiente van a un Congreso de Cioran, Montaigne, Pascal, Gracián, Nietzsche,
Schopenhauer, etc., alabándolos sin limitación, y, que gran parte de su
producción fue también fragmentaria…-.
La realidad es que puede existir
alguna persona, que haya estado toda la vida laborando en el terreno de la
filosofía, que haya mostrado gran parte de su labor en forma de ensayos
fragmentarios de filosofía, en géneros literarios diversos combinados con
filosofía, en artículos periodísticos, en pinturas y dibujos… y, que haya
mostrado sus diez mil páginas de filosofía, a cientos, sin exagerar, cientos y
cientos y cientos de personas y entidades, y, la respuesta siempre ha sido el
silencio… ¡Y, ya, en su último trayecto de viaje en este mundo, ya, ya no sabe,
el valor de su producción, y, ya no sabe, dónde enviarla para que haya alguna
posibilidad de que se conserve para el futuro, nadie quiere conservar varios
DVD, dónde está algo de toda esa producción…!
Un desconocido/a envía mil o diez
mil páginas de búsquedas matemáticas a varios departamentos de matemáticas de
la universidad, y serán examinados, por los profesores. Alguien, desconocido/a
envía mil o diez mil páginas de filosofía a varios o muchos departamentos
universitarios de Filosofía, y, la respuesta, salvo alguna excepción de
excepción es el silencio… La respuesta es la nada…
http://www.facebook.com/cuadernossoliloquiosjmm © jmm caminero (29 nov.-04 dic. 2023 cr).
Fin
artículo 3.937º: “Mil o diez mil páginas de Ramanujan”.
E.
04 dic.
E.
11 diciembre