Artículo Periodístico 3.909º: “El baúl de Pessoa y las cajas con obras de miles de autores/as”.
Todo
el mundo conoce que cuando falleció Pessoa
dejó un baúl llenos de manuscritos. Suceso reiterativo, ahora en la forma de
varias cajas guardadas para la posteridad.
O,
la famosa maleta de W. Benjamin o…
Quizás, no somos conscientes, de que toda persona que se dedica a una actividad
cultural, sea de autoría o producción o creación, o sea de búsqueda o
investigación, o, ambas cosas a la vez, sea en el campo que sea, “va acumulando
una multitud, de materiales, documentos, obras, producciones, manuscritos,
artículos”, que al principio se van acumulando en baldas de su biblioteca.
Después
en cajas en el mismo hogar o piso o vivienda. Al final, se van bajando a los
trasteros, pisos bajos, a casas de familiares, etc. –hace poco ha salido a la
información nacional, decenas de cajas de un alto cargo en los Servicios de Seguridad
nacionales de estas últimas décadas, y, se ha producido un libro-.
Evidentemente,
cada autor o autora, sea en la rama que sea, el material que va dejando, como
las babas de los gusanos o caracoles, depende de su arte o actividad o saber o
especialidad. Pero generalmente, suelen ser en dos dimensiones: una documental
o bibliográfica, y, otra, de obra productiva y original. Sea la fotografía,
pues dejará fotografías como arte y documento, y, en segundo lugar, completando
y complementando lo anterior, reflexiones teóricas, más sistemáticas o menos
sobre la fotografía. Pero lo mismo sucede, si es el diseño, la pintura, la
poesía, la novela, el ensayo, la literatura, la música, la matemática, la
danza, y, cualquiera de las artes existentes, cualquiera de los géneros
existentes, cualquiera de los saberes existentes…
También,
la realidad es. No nos engañemos, ni nos mintamos, que cómo va pasando el
tiempo, especialmente, del tránsito del autor o autora, pero también antes.
Cómo va pasando el tiempo se van perdiendo papeles y obras. De una década a
otra, de una generación a otra. De ahí, siempre he indicado que si se creasen Centros
Documentales Virtuales o Físicos, o ambas cosas a la vez. Se podrían
permitir que los productores culturales enviasen parte de sus archivos,
documentos, obras, y, al final, sean divididos por territorios o regiones o
provincias o localidades, se formarían y conformarían colecciones dignas, sean
temáticas o por géneros o por artes o por saberes… ¿Acaso no se volverían locos
de alegría los investigadores si se encontrase en un doble fondo de un caserón
castellano, quinientas obras de teatro y literatura de autores de quinta fila
del siglo de oro…?
Al
final, se mostraría y se demostraría, que las grandes obras y de los grandes
nombres, y de las grandes subastas y de los grandes centros del saber y de las
artes. Sin menoscabo de ellos, existe, al menos, en las artes internacionales,
existen obras, de autores y autoras desconocidos, que pueden vivir y existir,
al lado de usted, en su aldea o en su barrio, y, que tienen, si no en todas sus
obras, al menos, en muchas, una categoría de significado y significante,
semejante, como a las grandes figuras de las Ferias Internacionales de Arte, a
las grandes exposiciones internacionales de Museos y de Galerías de renombre, y
de las Grandes Subastas…
¡¿Pero
es quizás eso, lo que no se quiera demostrar y mostrar, que se instruya y se
perciba claramente…!? ¡¿Qué con el grupo del veintisiete, esos diez grandes
poetas y geniales poetas y literatos de esa generación, existen, al menos, de
segundo nivel, pero también dignos, cientos de autores y autoras literarios y
en otras artes, que se pueden denominar también de la generación del 98, del
14, del 27, del 50, de la transición o de 1975-1980, que han estado haciendo
cocidos y paellas y tortillas de ideas y formas y contenidos y continentes, y,
que están condenadas sus obras a la extinción y desaparición, algún rastro en
alguna colección quedará, que posiblemente también se pierda y se destruya, con
el tiempo…?!
Todo
esto y algunas reflexiones más, me ha/n ocupado y me ha/n sugerido y
sugestionado y pensado al encontrarme con un artículo titulado: La
valija diplomática de Laxeiro, cristalizado en vidrios de colores por
el periodista Alberta Barciela. Me
ha recordado muchas cosas, que las obras de Kafka, pudieron haberse perdido, que las obras fotográficas de V. Maier también, que de vez en cuando,
renace que en algún desván, despacho, armario –como un libro de Azaña, en un laberinto del Ministerio
de la Gobernación-, o, algunas obras, que están apareciendo en los archivos de
los servicios de seguridad de determinados países-sociedades-Estados –que no
nombraré-.
Todo
esto nos lleva a la pregunta: ¿Cuánto se fabrica o se hace o se cultiva en
ideas y saberes y artes, sea de mejor calidad o de menor, según los parámetros
actuales? ¿Y, cuánto se pierde y se deteriora y se destruye, en vida de los
mismos autores y autoras, y, después del fallecimiento…? ¿Cuánto…?
¡Ni
siquiera se sabe y conoce, cuántos autores y autoras, en un determinado campo,
existen que estén batiendo el hierro con mantequilla, haciendo y fabricando
producciones en esos campos…! ¡Ni siquiera se sabe o se conocen, los autores y
autoras, en los distintos campos, por territorios o regiones…!
¡En
tiempos de tanto reciclaje de materiales de todo tipo, idea genial y necesaria,
no debería llegar el momento, de intentar que sea en forma de textos escritos o
de imágenes, se creasen Archivos, para quienes quisiesen enviar obras y copias,
para generaciones futuras, sean por materias o saberes o artes, sean por
territorios geográficos…!
¡Es
mucho pedir, que alguien, que haya dedicado cincuenta años de su vida, a
producir poemas o fotografías o ensayos o matemáticas o diseño o dibujos o…,
sean tomados y valorados de primera o de quinta categoría, es mucho pedir, que
la sociedad, tenga algunas entidades e instituciones, que esa persona, si
desea, pueda enviar copias y manuscritos y documentos, para que exista alguna
posibilidad que no se pierda todo ese material documental y artístico y
literario y ensayístico o científico…!
¡Es
mucho pedir, en un mundo Virtual… y, en un mundo con cientos de conventos y
monasterios que quedan vacíos y que se están cayendo como los muros de la
patria mía, según el verso popular…, se creen varios de estos centros
documentales, reales o virtuales, dependientes de una biblioteca, museo,
ayuntamiento, fundación, departamento universitario, etc.! ¡Paz y bien…!
https://museovirtualcuadernosdelamancha.wordpress.com © jmm caminero (19-20 nov. 2023 cr).
Fin artículo 3.909º:
“El baúl de Pessoa y las cajas con obras de miles de autores/as”.
E.
20 noviembre
E.
28 nov.