Artículo Periodístico 3.949º: “Porqué no se le llama al Sr. Presidente como Sr. Don…”.
Es para mi una paradoja o
contradicción que no se le denomine o llame al Señor Presidente, anteponiendo
el de Señor Don Pedro Sánchez, Señor Don
Mariano Rajoy…
No soy, personalmente, muy dado a
las categorías y a demasiadas parafernalias en la vida social. Pienso que la
realidad humilde y modesta con respeto y prudencia debe ser la regla y la
norma. Pero a semejanza que pienso que en el Congreso y en el Senado, se debe
ir vestido de forma adecuada, aquí en Occidente con chaqueta y corbata, pues lo
mismo, pienso y opino, que aumentaría mucho la paz social y la convivencia,
aunque no se crea, si a los altos cargos de la responsabilidad política, se le
antepusiese al menos, el señor don o señora doña…
No digo que se tenga que volver
al Ilustrísimo o Excelentísimo o Notabilísimo, porque vivimos y existimos en un
marco del Nuevo Régimen, que empezó
hacia medianos y finales del siglo dieciocho, con las conquistas de la
Revolución Parlamentaria inglesa, anterior en el tiempo, la Independencia
Americana, la Revolución Francesa, y, todo el siglo diecinueve, que se llenó
Europa de revoluciones y contrarrevoluciones –realidad que después se exportó,
en mayor o menor copia a todo el planeta-.
No estoy redactando este artículo
con ironía. Nadie lo crea. Puede que esté equivocado, pero lo expreso a pie de
la letra, pienso y opino y creo y estimo, que eso de llamar a los presidentes,
por poner un ejemplo y a los altos cargos políticos como Sánchez, Rajoy, Aznar, Pujol, Bono, Felipe González, Suárez, Guerra, etc., me parece inapropiado,
inadecuado, innecesario…
En la vida normal sucede lo
mismo, o se denomina don a algunos oficios y personas, o todo se ha rebajado y
a nadie o a casi nadie se le indica de don. No entremos en esta cuestión del
don o no don o del señor o no señor en la vida rutinaria y diaria, sino
hablemos de los altos cargos de la política. Pienso que los medios de
comunicación social, todos deberían, cuándo van a indicar una noticia o dato o
hecho o palabras o mensajes citarlos o reverenciarlos o denominarlos como señor Pedro Sánchez o Don Pedro Sánchez,
señor Alberto N. Feijóo o don Alberto N. Feijóo. Y, así aplicado a los
ministros y demás cargos y cargas de responsabilidad…
Indicábamos que, yo que no soy
partidario en la vida normal, de chaqueta y corbata, entiendo y comprendo que
en algunos oficios y profesiones deberían ser necesarios. A veces, me pregunto,
si uno de los cien factores del deterioro de la educación y de la enseñanza, es
que el profesorado masculino no lleva ni siquiera chaqueta –yo, nunca lo hice,
quizás un error colectivo-. Pero en los máximos órganos de representación del
pueblo, Congreso y Senado y Cámaras
Regionales, debe existir un decoro dentro de ellas. Tanto en la forma de
vestir, tanto en las palabras que se expresan, con libertad pero con sumo
respeto, tanto en los gestos que se hacen…
Sé que estoy pidiendo un
imposible. Cualquier periodista me diría como vamos a ocupar una cabecera o
titular de una noticia como el Señor Don
Pedro Sánchez ha asistido a tal conferencia… cómo vamos cada vez que lo
citemos, sea en un relato oral por radio o televisión o escrito, poner diez
veces, en cincuenta líneas señor don…
Pero opino, que aunque vivimos y
existimos en un marco de Nuevo Régimen Político, por contradicción al Antiguo
Régimen, necesitamos tener tradiciones y respeto. Que el pueblo también aprenda
y aprehenda que aunque los representantes políticos hayan sido elegidos y
nombrados y votados por ellos, tienen un cargo y una carga y una
responsabilidad, y, merecen el respeto de los ciudadanos. El Congreso es el templo laico de la sociedad, y, en cierto modo, es
sagrado, porque de él emergerán leyes y normas y medidas que afectarán a
millones de seres humanos, y, muchas veces, a varias generaciones de personas...
Están haciendo el pastel de trigo
y miel y harina y dulce de y para y con los seres humanos. Su materia esencial
no es la ley material, sino que la ley hace a los hombres y mujeres... Están
formando y conformando a seres humanos. Una norma o una medida pueden afectar a
millones de seres humanos, a y en multitud de sentidos, muchos desconocidos
para todos, incluso para los legisladores o el poder ejecutivo o el judicial…
Me alegraría que los medios de
comunicación social, al final, son solo varios grupos comunicativos, más los
públicos nacionales o regionales, firmasen un acuerdo, que a partir de ahora,
cada vez, que citen a los Altos Cargos Políticos y Autoridades Máxima se
nombrase, al menos, antes del nombre, con el título que les corresponda o al
menos el de señor o señor don… señor don
Pedro Sánchez, y señor don Alberto N. Feijóo y su Majestad Don Felipe VI y Doña
Letizia...
¡Creo que sería un bien enorme
para el sosiego y el entendimiento de y en la sociedad, para tranquilizar
ánimos y sosegar palabras…! ¡Creo que es una necesidad sociopolítica de primer
orden, que la paz y calma en el lenguaje pueda influir en la paz de los ánimos
y del alma…! ¡Por el bien común, por el bien de todos, por el bien general, por
sentido común…!
http://youtube.com/jmmcaminero © jmm caminero (10-11 diciembre 2023 cr).
Fin artículo 3.949º:
“Porqué no se le llama al Sr.
Presidente como Sr. Don…”.
E.
11 diciembre
E.
19 dic.