Artículo Periodístico 3.962º: “El escritor y el calambre del escritor y Umbral”.
Un escritor o escritora, es
simplemente un hombre o una mujer, que como todos ríe y llora, pero éstos,
además de todo ello, además de hablar, algo de lo que piensan-hablan lo
escriben.
Francisco
Umbral,
el casi olvidado como escritor y literato y articulista, que se cita mucho,
pero que se olvida mucho, que creo que ya tendría que salir del purgatorio de
los escritores. Que pienso es el Quevedo
del siglo veinte. Que opino y pienso y creo, que ni en Quevedo, en su vida,
todo era honorable, ni en Umbral, en su vida, todo fue honorable. Pero que
nosotros analizamos su producción cultural, tanto de Quevedo o de Cervantes o de Unamuno o de Umbral. Que incluso,
aunque usted no esté de acuerdo en sus planteamientos morales o antropológicos
o psicológicos o políticos o culturales, tenemos que fijarnos si su producción
cultural, es algo más que su obra. Si su sombra, incluso con sus errores y
horrores, por eso de la cacofonía, debe ser recordado.
Hace muchos años le envíe algo de
mi producción, -no sé si solo una vez o dos o tres-, nunca me contestó, nunca
sé si le llegó, no sé si terminó en su piscina. No sé, tampoco porque el
documental-película que hicieron hace unos tres años sobre su figura, no se
puede ver actualmente, en los Imprescindibles de RTVE. Pienso que
todos los adversarios que tuvo o que se buscó, que quizás, escribió textos que
no debió de hacer o llover o cristalizar, frases que para mi gusto son
hirientes, creo que quizás todo ese conjunto de personas, deberían ya pasar
página, y levantarle el dosel de sus censuras…
Umbral
decíamos, se publicó, en El Mundo, un artículo titulado: El
calambre del escritor, en una fecha del 24 de marzo del 2009. Por tanto
ya fallecido. Pienso que a Umbral le
salvó la literatura. Si no hubiese sido por el oficio de escribir y de
escribir literatura, en diversos géneros, si no hubiese sido por ello, pienso,
y, lo digo con el máximo respeto que quizás, habría sido una persona que se
habría perdido en sus emociones y en sus actos, incluso trabajando en la
sucursal de un banco.
En España, dicen que se copia,
copia mucho, unos de otros, títulos de artículos o semejantes, ideas y
conceptos, metáforas transformadas, ideas matizadas, pero no se cita a los
autores, de los que se ha bebido. No es éste mi caso. Y, eso que índico que
creo que el noventa y nueve por ciento, de todo lo que pensamos nos viene
heredado de otros. Aunque no lo recordemos… Umbral redactó, alrededor de unos veinte mil artículos y columnas
periodísticas. Unos, indican más y otros un poco menos.
Pero bien haría su Fundación en
la medida que pudiese, al menos, indexar todos esos artículos perdidos en
decenas de periódicos y revistas, con su nombre o con seudónimos. Bien haría,
porque si se hace con Umbral, después, se podrá continuar haciendo con el
resto, al menos, esos cien grandes articulistas que en estos tres siglos España
ha dado y preñado este terruño… Ahora, de cierta pesadumbre y tristeza y
melancolía y depresión que sufren los que habitan estas tierras. Quizás, sea
bueno recordar al público, que no solo existe el Barça y el Real Madrid, sino
que tenemos articulistas de primera en nuestros mares...
Ahora, que modestamente, me voy
acercando a la cifra de haber firmado cuatro mil artículos periodísticos, no es
nada con los veinte mil de Ruano, de
Umbral, de Alcántara, de Cunqueiro, de Plà, de A. Sánchez, de Campmany, de
Pemán y de otros… me pregunto que valor tienen los casi cuatro mil que he
firmado y que tres mil quinientos se han publicado en la prensa digital en
estos diez últimos años… Qué valor tienen, qué valor tiene esa escritura en el
columnismo periodístico de opinión y literario, qué valor como escritura y como
literatura. Qué valor tienen hoy, y, si tendrán más o menos, dentro de dos o
tres o cinco décadas. Me pregunto, les pregunto a ustedes. Aunque sé que nadie
contestará…
Sé que estoy en la óptica del
articulismo que podría ser en la perspectiva de Unamuno, Ortega, D´Ors, Aranguren, Marina, Cuartango, Albiac… esos
autores, no digo que tenga la calidad de ellos, no. Sino que estoy en esa fila,
esos autores, que miran la realidad presente, con ojos de la actualidad, pero
con oídos de la literatura y de la filosofía. Diríamos que son articulistas
filósofos. Con lo cual, ofrecen otra mirada al mundo de hoy, al tiempo de hoy…
En su Fundación, Fundación Umbral están catalogados 5.717
artículos que Umbral publicó en El Mundo,
y, también 2.415 que publicó en El País.
Pero espero ver y percibir y oír que hagan lo mismo, para eso la Comunidad de
Madrid, podría prestar recursos, para que el resto de miles de artículos que
materializó y cristalizó y ceramizó en decenas de periódicos y revistas, se
puedan ver en dicha Fundación… Los
artículos de la Agencia Colpisa, los artículos del Norte de Castilla, los
artículos de tantas revistas y periódicos, los artículos de antes de los años
sesenta…
Debo confesar, que en vida, la
forma de ser de Umbral no me agradaba, debo reconocerlo, aunque leía sus
artículos, no sus libros, salvo Mortal y rosa. Pero pienso que es un
autor que no se puede olvidar, que no debemos dejar de morir, que pienso, que
es uno de los diez más importantes que ha dado España en el siglo veinte, que
si hubiese vivido y existido en Norteamérica, Francia, Alemania, Gran Bretaña
sería un autor internacional, porque saben, distinguir lo que tiene valor,
aunque no se esté de acuerdo con sus planteamientos, a nivel antropológico o
moral o psicológico o político… Eso del dandi y del malditismo. Quizás, las dos
notas que mezcló Umbral.
Creo
que Umbral sabía, que había que hacerse una marca y un personaje, como Cela,
como Serna, como Valle Inclán, porque en España es necesario que un escritor
vestido de traje se meta en una piscina, porque si no, no nos fijamos en sus
obras…
Creo que Umbral no hay que dejarlo que
muera, porque aunque no estemos de acuerdo con todo lo que escribió, lo que
pensó, lo que hizo, lo que sintió, es un ser humano, y, como ser humano nos
dice mucho de nosotros mismos, de la época que le tocó vivir y existir… Los
místicos y ascetas y moralistas, nos hablan que todos llevamos dentro un mar de
irracionalidad y de pasiones que debemos domesticar. Umbral nos enseñó en sus
escritos muchas de ellas. No somos solo racionales, somos racionales e
irracionales. Y, toda la vida es un ejercicio de domesticar la irracionalidad,
esa es nuestra gran función como seres humanos…
Yo, supongo que en la infinita
misericordia de Dios, y, en su egregia inteligencia de Umbral, en el último
momento, se dijese a sí mismo, “bueno, puede que exista Dios, y se arrepintiese
de lo que deba haberse arrepentido”. Y, ahora, esté en el purgatorio del cielo,
pero no se merece estar en el purgatorio de los escritores… Umbral un hombre atado a una circunstancia
y a una máquina de escribir…Mi homenaje…
http://youtube.com/jmmcaminero © jmm caminero (17-19 dic. 2023 cr).
Fin artículo 3.962º:
“El escritor y el calambre del
escritor y Umbral”.
E.
19 dic.
E.
25 dic.