Artículo Periodístico 3.942º: “Yo sigo escribiendo lo que me da la gana: Gistau”.
Dicho
enunciado del título se le achaca a David
Gistau, pero nos muestra la esencia de la escritura, literatura,
pensamiento, periodismo, articulismo, ¿pero escribimos lo que queremos?
¿Los intelectuales, metamos en este
cajón, a todos los oficios de la cultura, escriben lo que creen es la verdad,
veracidad, verosimilitud, el bien en los sentidos instrumentales, y el bien
como bueno moral, con cierto grado de belleza, racionalidad, prudencia, mesura,
o, diríamos, que a nivel consciente, o semiconsciente o inconsciente nos
tenemos que adaptar y adoptar a los poderes reales o a las circunstancias de
todo tipo…?
¿Porque hay que pagar hipotecas,
viajes, descansos, segundas residencias, aspiraciones a ascender en la escala social
y laboral, se aspire a una cátedra universitaria, a la dirección de un
periódico o medio de comunicación, al Nóbel de Literatura, a la segunda
yegua/caballo, o, a mil otras razones y causas…?
¿Se escribe libremente, sea de
ciencias sociales, en todas sus variedades y tesituras, sea de las artes,
literatura, periodismo, y, sea aplicable a cualquier arte o artes, cuándo los
seres humanos somos y estamos formados de niveles conscientes e inconscientes y
semiconscientes, llevamos en sí, unos prejuicios y presupuestos y fundamentos,
tenemos unos intereses y unos fines,
unos traumas y unas felicidades, en unas circunstancias concretas…?
¿Lo estamos viendo todos los
días, o, al menos, cada cierto tiempo, si tal estancia ideológica y de
intereses socioeconómicos y sociopolíticos toman el poder, una parte de la
intelligentsia indica unos parámetros, si toma ese poder otro, se expresa de
otro modo, si los máximos órganos ideológicos de una fuerza ideológica y
sociopolítica cambia de parecer, a mitad de su caminar o atravesar de este
valle de lágrimas, lo que hace tres meses era azul verdoso, ahora es azul
rojizo, y, así en todo…?
No podemos exigir a los estratos
culturales, lleno y relleno de personas normales, como en todos los oficios que
sean héroes y que construyan heroicidades, tenemos que comprender y entender
que son de carne y cerebro-mente y de alma-espíritu, como todos insertos en una
Naturaleza y en una Sociedad y en una Cultura. No podemos exigirles más que lo
hacemos con otros parámetros y estamentos sociológicos, económicos, políticos,
religiosos, ideológicos… ¿Pero la cuestión es, sigue siendo, la misma y la del
principio, escribimos no lo que nos dé la gana, sino lo que en el corazón más
profundo de nosotros, pensamos en un tema equis, es lo que más se acerca a la
verdad, a la utilidad y racionalidad, al bien moral, a la bondad, al sentido
común, a la mayor objetividad posible…?
¿Somos capaces inconscientemente
de haber realizado ese caminar por el desierto, intentando, que los que están
por encima en la estructura del pensar y del escribir, sea departamentos
universitarios, sean gestores de medios de comunicación, sean editores de
libros e información o arte, sean promotores artísticos, sean grupos sociales
con distintos poderes en la sociedad, etc., seamos capaces teniendo en cuenta,
ello y todo ello, tener un cierto grado suficiente de libertad y de
racionalidad…? ¿No ir, en contra por sistema de determinadas posiciones, no ir
a favor por sistema de ciertas posiciones, somos y seríamos capaces de ser y
estar y vivir en ese pequeño oasis, quizás rodeado de mucha arena y mucho
silencio y mucho fracaso…?
¿Usted, ya, no digamos que
escriba lo que le da la gana, porque usted quizás no pertenezca al grupo de los
becerros de los escritores, pero usted, habla siempre lo que cree que es verdad
y útil y racional y bueno, o, usted como todos los que ofrecemos sombra cuando
nos atraviesa los rayos de sol, o usted, como todos los que soportan en otoño
la lluvia de hojas que descienden de las esferas de las arboledas, usted, en
todos los entes y entidades donde se mueve y se conmueve, de su vida social y
laboral y afectiva, también calla, mil cosas, por mil razones…?
¿Pero si usted se adapta a la
realidad que le mueve como las gotas de las olas del mar, o como la lluvia, en
los pocos días y amaneceres que todavía surge ese milagro natural, si usted se
adapta, para vivir y sobrevivir, para no tener más problemas, para intentar no
desencajar del ambiente social, para poder aspirar a puestos mejores en la
entidad de su sociedad, de su trabajo, porque desea vivir mejor, porque no
desea líos afectivos, porque no quiere problemas…?
¿Si usted, incluso en su seno
familiar y de amistades, también se adapta a esas realidades y a otras, si
usted, con sentido común y prudencia e inteligencia, intenta adaptarse, y, no
es que diga, algo que le parece falso y erróneo, pero mira hacia otro lado, o
se pone de lado o de perfil, como se suele indicar, o matiza o dice sí y dice
no, al mismo tiempo, o…?
¿Si usted, con sabiduría, hace
eso, por qué le va a exigir al escritor, a todos los oficios de la cultura, que
sean unos héroes, si usted tampoco lo es…?
¿Y, si nadie, dice que las
cúpulas de los poderes están desnudas, cómo vamos a vestirnos, si nadie indica
que estamos semidesnudos, cómo vamos a resolver los problemas y cuestiones y
preguntas y dudas y posibilidades, si nadie lo expresa o al menos, lo intenta
con racionalidad y prudencia y mesura…? ¡Dígamelo usted…!
http://filosliterarte.blogspot.com.es © jmm caminero (03-11 diciembre 2023 cr).
Fin artículo 3.942º:
“Yo sigo escribiendo lo que me da la gana: D.
Gistau”.
E.
11 diciembre