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Artículo Periodístico 4.077º: “Las otras exposiciones olvidadas”.

                         Artículo Periodístico 4.077º: “Las otras exposiciones olvidadas”.

El maestro Umbral del articulismo cita en un artículo una exposición de arte que hicieron las presas de Yeserías –hasta dónde sé, este centro está cerrado-.

Por si alguien piensa que estoy equivocando los datos, se titula Cuadros de una exposición, El Mundo, 22 de febrero de 1990. Es decir, casi treinta y cuatro años ha de este suceso y de este acontecimiento y de esta noticia y este artículo y de esta crónica y de este comentario…

Es curioso, pero hay que indicarlo, existe en todo lo humano categorías, quizás una de las definiciones y descripciones posibles de los seres humanos sea la capacidad de separar, seleccionar, clasificar, taxonomizar, crear categorías. Y, esto lo hace en todo. Aquello de Hegel, vayas dónde vayas en todo grupo social, habrá en su seno dos corrientes o dos tendencias al menos, o dos grupos o dos estratos o dos subestratos al menos… Y, esta regla psicosocial histórica, que yo sepa descubrió Hegel, pero que todo el mundo sabía, porque antes de Pavlov y sus experimentos con los animales, el famoso perro y los estímulos condicionados e incondicionados, los vendedores de caballerizas, sabían estimular a sus reses: caballos, asnos, yeguas, mulas para que el día de la venta pareciesen más esbeltos y más sanos…

En la cultura pasa lo mismo, sea la literatura o sea la pintura, existen autores y autoras de primera y autores de quinta fila, exposiciones de primera fila y exposiciones de séptima fila, y, así en todos los campos. Cosa curiosa, salvo los medios locales, cuándo lo hacen, nadie cita, en los suplementos culturales de grandes medios y en las grandes revistas culturales, nadie cita, miles de exposiciones y miles de libros que se publican y se exponen cada año, especialmente en provincias, o en salas de barrios de grandes ciudades…

La cultura y la Cultura es un artilugio que hemos inventado y descubierto y diseñado los humanos para entender el mundo, el mundo interior a nosotros mismos y el mundo exterior a nosotros mismos… Pero no todos los artefactos culturales, entrando aquí también las ciencias, las tecnologías, las filosofías, las teologías, y, desde luego las artes-, tienen el mismo valor para los otros seres humanos. A todos les damos un valor diferente. A todo, con una mirada, decimos tiene enorme valor o no lo tiene… Y, así estamos, década tras década…

Puede parecer normal, pero el que pone un puesto de helados o de pasteles o de churros y pasan los años y nadie le compra ninguno o casi ninguno. Para esas personas, no es este negocio o cuestión pequeña o baladí. Es un enorme problema y un grave problema, no solo personal, sino incluso de autoidentidad. Es obvio y evidente, que se hacen cientos de miles de obras de arte cada año, en un solo país, miles y decenas de miles de libros se publican en cada país, cada año. No tendríamos tiempo de ver todos los cuadros, todos los libros, como no tenemos tiempo, en una vida de comer una vez, solo una vez, todas los platos que los hombres y mujeres han inventado a lo largo de los siglos… En todo existe evaluación y selección, en todo existe ruido y silencio…

¿Pero qué hacemos con las miles de exposiciones, miles de libros que cada año surgen, y, que apenas nadie valora, qué hacemos con esas personas y sus seguridades e inseguridades, con sus esperanzas y sus deseos, de ser grandes escritores, grandes músicos, grandes diseñadores, grandes viñetistas, grandes pintores, grandes pensadores, grandes…?

¿Qué hacemos que no son grandes, ni serán grandes, pero que desean ser grandes, y, que desde fuera, al final, nadie sabe, quién de todos podrá ser grande, o, alguien acaso sabe dónde está el genio que se está formando en estos momentos, o que ha surgido ya, y, está languideciendo en alguna aldea de Galicia o de Extremadura o de Murcia o de Aragón o en algún barrio de alguna megalópolis de Barcelona, Sevilla, Madrid o…?

¿Qué hacemos con las otras exposiciones, con los otros cuadros, con los otros libros, con las otras composiciones musicales, con los otros…?

Las producciones culturales, tienen muchos fines y muchas finalidades, muchas razones y muchos motivos, uno de ellos, es curarse a si mismo, autocurarse a si mismo, heterocurar de alguna manera a los otros: al oír una balada o una canción o una saeta o un canto flamenco se nota que el alma human sale de un corazón y de una carne, que una carne y una mente se expande en un alma. Nace de un alma individual y se proyecta en un yo colectivo…

El arte y las artes y la cultura y las Culturas tiene uno de sus fines curar a los seres humanos, autocurar a los fines humanos, heterocurar a los seres humanos. Necesitamos el arte, como en la primera versión de la película Espartaco, cuándo el protagonista indica al segundo protagonista masculino, al esclavo poeta, algo así de memoria, “que no todos valen para la lucha, también necesitamos los versos y la poesía…”.

Necesitamos pan, pero también necesitamos poesía, y, también Dios, aunque ahora se olvide. El mundo está hambriento de pan, de poesía, de amor y de Dios. Este es el drama humano, que nos damos cuenta y no nos damos cuenta y no queremos darnos cuenta…

http://filosliterarte.blogspot.com.es      © jmm caminero (16-26 febrero 2024 cr).

Fin artículo 4.077º: “Las otras exposiciones olvidadas”.

E. 26 febrero 2024 a Tarancon Digital.es. Galicia Digital.com.

Humor 2.271 a 2.277.

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