Artículo Periodístico 4.417º: “Conflicto de conciencia psicológico y moral”.
Todo el mundo sufre esta
realidad, existe algo en el interior, por lo cual determinados actos, deseos,
pensamientos, ideas, pulsiones, libidos se producen una lucha en el interior
del yo.
Puede
ser más fuerte o más clara o menos, más evidente y obvia o menos, puede ser muy
duradera en el tiempo o puede ser poca esa lucha o esa dialéctica. El
psicoanálisis diría que es la lucha entre el ego, el yo y el superyo, es decir,
entre la realidad del yo, interpretándolo y los instintos-pulsiones y los
ideales morales o psicológico morales…
La
finalidad de un modesto artículo de opinión en un tema y tesis, en este por
ejemplo, no es hacer un miniensayos de psicología o de moralidad-ética o de
espiritualidad-religiosidad, sino más bien recordar algún fenómeno humano, y
hacer reflexionar con algunos matices, para que el hipotético o potencial
lector/a, sea consciente, de algo que existe dentro o fuera de su ser o en
ambos mundos.
Unos,
indicarían como en la tradición cristiana, que los seres humanos disponen de
una naturaleza, no solo física, sino elementos esenciales o naturaleza
ético-moral, a eso se le denomina conciencia moral. Y, esa conciencia nos
habla. Esa conciencia moral que no es solo consciencia del entendimiento y
voluntad, sino que es entendimiento/voluntad y algo más… De alguna manera, toda
persona, en algunos temas, siempre o durante mucho tiempo está luchando consigo
mismo, entre sus deseos y pulsiones, y lo que le dice su voluntad y su
moralidad y su conocimiento y su conciencia. Eso es ser humano, estar en esa
lucha.
Cierto,
diría la tradición de la filosofía cristiana, que la conciencia puede y debe y
estar bien formada o no estarlo. Por lo cual, nos podemos encontrar un
individuo o un colectivo que ante una cuestión o temática, obra de un modo u
obra de otro, sin aparentar tener problemas de conciencia moral, quizás, porque
su grupo o endoculturación ambiental o escolar o familiar, le ha educado a qué
tal acto o tipo de acto, es necesario, y, no es malo, siendo malo.
Hemos
visto a y en la historia este recorrido durante muchos siglos. Aunque el
llamado Holocausto de balas o con balas, producido en la Segunda Guerra Mundial,
los comandos que debían fusilar y masacrar a pueblos enteros en el este de
Europa, incluso estando formados y conformados para hacer esa bárbara y cruel
realidad, que no tiene adjetivos, acabaron oponiéndose o tomando posturas no
disciplinarias. Lo cual, nos lleva a pensar, que quizás si sea cierto “que hay
algo dentro, que tenemos una naturaleza moral ingénita o congénita” y, no solo
una naturaleza físico-biológica, sino una naturaleza psicológico-moral…
Hoy,
me he encontrado con una glosa de Eugenio
D´Ors –que por cierto los herederos podrían y deberían publicar y editar
las obras completas de las glosas, y, ponerle un número total, ya que no están
titulada-, que en esa escuela, en la que algunos estamos del articulismo que
mezcla realidades y actualidades y temas del momento y de todos los momentos
con literatura y filosofía. Aquí estarían también otros dos grandes nombres, Unamuno, Ortega, y, después Julián Marías, Eugenio Trías, Cuartango,
Albiac, Savater, y, casi todos los filósofos y pensadores, todos y todas,
en mayor o menor medida han redactado algunos artículos, algunos de forma
mensual, otros, de forma semanal… En esa óptica y vertiente es en la que mi
pluma se sitúa, aunque siempre tomando muchos datos y mucho corazón diríamos,
también de algunas ciencias sociales, de algunas mas y de algunas menos, aunque
no se explique y explicite está y están
dentro…
En
la glosa publicada en El Nuevo Mundo, del 22 de marzo de
1929, pues nos habla de varios temas, pero empieza con la frase del problema de
conciencia. Que es dónde nos hemos atado, para realizar un homenaje a este
autor, que como todos lleva demasiado tiempo de duermevela o dormición o
ensoñación, su nieto, que es presbítero y también escritor y meditador del
silencio, al encumbrarse en el mundo de las letras, pues nos ha recordado que
existe el abuelo. Umbral siempre lo
estaba recordando, y, siempre cuentan, que de los primeros artículos de opinión
que redactó uno fue, sobre Eugenio D´Ors
y de los últimos también… Umbral,
tendría virtudes y defectos, pero una virtud, uno, no cabe duda, es que era
fiel a los maestros que siempre tuvo, fuesen de una ideología o de otra, o
tuviesen algunas manchas en su vestido chaqueta de un color o de otro… Neruda, D´Ors, Ruano, Delibes, Lorca,
Larra, Juan Ramón Jiménez, -los tres ramones que él indicaba: Serna, Jiménez, Valle Inclán, como él
decía y escribía…-, etc.
Cito
lo anterior, porque muchos han aprendido y aprehendido en el último tercio del
siglo veinte, de muchos autores, lo que se llamó en su tiempo “de los
contemporáneos”, una generación después de la incivil y cruel guerra civil,
dónde existieron poetas, escritores, articulistas que tuvieron nombre y
renombre en su tiempo, que estuvieron en esta Celtiberia, que siempre estamos
de líos y de problemas, y, que ahora se ha olvidado, y, que articulistas
posteriores deben mucho a esa generación. Umbral,
lo reconocía…
Empezamos
hablando de la conciencia moral, reconocer a los maestros propios de la
literatura es una cuestión también ética y moral. Ser más generosos con los que
has aprendido y son muchos, de unos quizás la estética, de otros las ideas.
Ahora se olvida demasiado a Ortega y
Unamuno y Zambrano y Zubiri… y, generaciones de intelectuales han aprendido
de ellos y de ellas…
Si
admitimos el cristianismo, aunque solo sea como una filosofía, una filosofía
más, no cabe duda, que la filosofía cristiana ha sido una escuela de enorme
nivel y prestigio y elevación de la moralidad humana. Puede ser usted ateo o
agnóstico, pero debe usted volver a la filosofía moral del cristianismo, porque
es una reflexión que tomó de los griegos y romanos y hebreos y ha ido
perfeccionando, como cientos de cantos o piedras ha ido moviéndolos a lo largo
del río de la historia. Y, quizás, en cuanto a lo moral, sea la filosofía más
equilibrada y más armonizada y más ponderada y más racional y más moral con
sentido común y prudencia… Aunque usted no quiera saberlo o recordarlo…
Se
estará usted muriendo de sed, y, tiene al lado la filosofía cristiana y no se
acerca a ella, tiene al lado, a unos cientos de metros una iglesia y no se
acerca a preguntar y beber agua de esa moral –sea usted ateo o sea agnóstico o
no practicante o no creyente o…-. Paz y bien.
http://twitter.com/jmmcaminero © jmm caminero (02-08 septiembre 2024 cr).
Fin artículo 4.417º:
“Conflicto de conciencia
psicológico y moral”.
E.
08 septiembre