Artículo Periodístico 4.398º: “Que si la crisis de la lectura o si no…”.
El mundo ha cambiado, no somos
conscientes, que ya no existe solo la lectura para informarse, sino existen
medios tecnológicos que utilizan la imagen fija, en movimiento, el sonido.
Los
medios de comunicación se han elevado a potencias jamás soñadas, Internet ha reventado los muros de la
información. Puede que toda noticia o dato o concepto o idea o argumento, no
sea cierto o no sea verdadero, pero el ser humano está rodeado de miles de
canales de información, reales y potenciales para ser abiertos –libros,
periódicos, radios, televisiones, canales de Internet, Internet en todos los
modos o maneras, los móviles que envían y expulsan cientos de informaciones
cada día a y en cada uno…-. Y, combinaciones de todos esos medios…
No
es que la lectura esté o está en crisis, que puede estarlo, porque habría que
mirar la relación aumento demográfico con el consumo de lectura, si en
proporción ha aumentado más o menos. Sino que un ser humano tiene un tiempo
limitado y espacio limitado para leer, y, por tanto, cómo tiene y dispone de
muchos canales, pues ese tiempo lo tiene que repartir, entre leer y oír y
escuchar y ver… la información ha aumentado, y, esa información expresada en
cientos de canales potenciales, hay que repartírsela… antes existían, los
libros y los periódicos, y, de esos se nutrían las personas, pongamos el caso,
en el siglo XIX, después se fue inventado la radio, y fue otra competencia,
después, la televisión y fue otra competencia, y, después, hace unos lustros,
Internet, y, es la gran competencia…
Un
ser humano, no puede consumir tanta información que le llega, le llega de mil
modos, un ser humano, sea el oficio que sea, tiene que estar puesto a la última
de su profesión, por tanto, tiene que dedicar un tiempo a recibir información y
documentación en su vocación o profesión. Y, después, tiene que dedicar otro
tiempo, al resto de cuestiones sociales y culturales y económicas y políticas,
porque al menos, tiene que estar con un conocimiento mínimo de todos esos
mundos dispares e interrelacionados… Y, por tanto, el tiempo de cada día, es
limitado, la información es ingente, casi como el número de galaxias y estrellas
existentes en el universo…
Hoy,
vemos por las calles, como las personas, la mitad de las que te cruzas, están
con el teléfono móvil o celular, como ustedes quieran denominarlo. ¿Qué hacen?
Emiten información y reciben información, de mil temas, de mil fuentes. Es más,
hoy se ha vuelto a la escritura, cuándo hace unos lustros, apenas se escribía,
salvo un tanto por ciento de la población, hoy de momento, todo el mundo va
escribiendo, con una velocidad enorme, incluso andando y caminando, enviando y
contestando mensajes, textos, palabras, frases, ideas, imágenes, sonidos,
enlaces…
A
veces, me parece que estamos en una situación semejante, semejante
psicológicamente, a los grafitis, encuentras las ciudades llenas de grafitis,
casi todos semejantes, salvo excepciones, y, se muestra en ellos, un enorme
deseo de personalidad, de tener un lugar bajo el sol, de decir que estoy aquí,
que soy una persona, que deseo tener un lugar en el mundo. No sé cuántas otras
razones… Pues eso, nos ocurre ahora con la lectura y la recepción de la
lectura, todo el mundo puede emitir mensajes y recibir mensajes, sea en un
formato o sea en otro, sea en un lenguaje o sea en otro, sea de una temática o
de otra, sea de un género o de otro… ahí, tenemos cientos de miles, de millones
de personas con redes sociales, con canales, que emiten sonidos, palabras,
imágenes, ideas, conceptos, y, todo lo que legal sea posible…
Creo
que nunca se ha leído y se ha escuchado y se ha visto tanta información, de
mayor o menor nivel cultural o de contenido como ahora. Nunca, en la historia,
cualquier persona puede oír las grandes composiciones musicales en su casa, sea
cual sea su estrato social o económico o cultural o viva o exista donde sea…
hace unos siglos, las composiciones musicales, solo podrían escucharla la
nobleza y los potentados, y, no todos, y, el pueblo en acontecimientos
especiales, especialmente en los templos sagrados –de ahí, la enorme
importancia de la música en los países luteranos, y de la imagen visual, en los
países católicos y de las iglesias ortodoxas…-.
Pero
hoy, cualquier persona puede oír, otra cosa es que quiera, otra cosa es que
tenga la suficiente formación musical, otra cosa es que tenga suficiente
tiempo, cualquier persona de camino al trabajo o tumbado bajo el sol de la
arena de agosto, puede escuchar el misterio y el enigma de Beethoven, Mozart, Bach, Vivaldi, y, tantos otros…
Lo
mismo aplicado a lecturas, libros, investigaciones, artículos académicos… Hoy,
existe una producción ingente cultural. Tan ingente que quizás, tengamos al
lado nuestro, obras y figuras de primer nombre y renombre, que viven y existen
en el silencio de lo inédito y de lo anonimato… Porque tanta cantidad de
producción cultural existe en Internet, que es tan fácil que se pierda y se
olvide o que duerma en el silencio de los bits electrónicos…
Hoy,
creo que se lee mucho, se escribe mucho, se escucha mucho, se percibe y se
visualiza mucho… Porque Internet ha
cambiado el mundo, y, la Inteligencia
Artificial lo cambiará aún más, incluso en la producción cultural. Y, la informática cuántica cuándo sea una
realidad, será de existir, la gran revolución de las ideas y de los conceptos y
de las percepciones. Con esta realidad, si se produce, habrá empezado otro
mundo, empezará otro mundo, que no podemos imaginar hoy. O, al menos, no este
escribiente, ni este escribidor, ni este plumífero…
http://filosliterarte.blogspot.com.es © jmm caminero (24 agosto-01 sept. 2024 cr).
Fin artículo 4.398º:
“Que si la crisis de la lectura o
si no…”.
E.
01 septiembre