Artículo Periodístico 4.424º: “¿En la cultura, entierran en vida?”.
No se habla por escrito de este
tema, pero si en miríadas de conversaciones en el mundo de la cultura, a
muchos, se les entierra culturalmente en vida.
Existen
varios procedimientos, se indica que en el mundo del arte plástico, imaginemos
que un pintor o una tendencia ha estado en la cima en un tiempo, hace unas
décadas, algo así, parece estar sucediendo con las vanguardias posteriores a la
guerra civil española. Tuvieron un enorme éxito, en todos los sentidos, y, sus
nombres, unas veintenas de nombres principales, y, unas decenas de mas
secundarios.
Pues
se dice, que por influencia de la competitividad de Europa y Norteamérica de
esa época, se van dejando caer esos nombres y esas tendencias. Algunos
permanecen, pero cada vez menos. Se indica, que en este caso, no se les hace
nada, pero sus obras y sus apellidos y tendencias, se van situando menos en exposiciones
antológicas y colectivas, menos en los lugares preferentes de los museos, menos
en subastas, etc. Y, por una acumulación de factores y causas, se van situando
cada vez menos y menos. Podría situar nombres aquí en este papel, pero no lo
haré. Y, se ha visto que coleccionistas que empezaron a realizar colecciones de
esas obras, algunos las han vendido, para la compra de los estilos internacionales,
al final, estos eran internacionales.
Pero
evidentemente, esto seguirá existiendo y resolviéndose, antes solo era el
terruño ibérico, después el europeo, y, más tarde el occidental, y, ya el
mundial. Dicho de otro modo, pongamos un gran nombre del redil ibérico de los
años setenta o de la segunda mitad del veinte, ya no podrá competir solo con
los ibéricos, sino con el mundo. O, dicho de otro modo, un gran nombre de
primera excelso/notable de Iberia pasará a ser de segundo orden en Europa, y,
quizás de tercero a nivel mundial del siglo veinte. Porque ya las letras de
España de la segunda mitad del veinte se compararán con las europeas del mismo
siglo, y, después, con todas las mundiales… Con los cuales, en la carrera del
firmamento cultural, los diez primeros, unos serán de Europa, otros de Asía,
algunos de América, otros del Pacífico o de África… quizás, quizás uno de
España…
El
anterior grupo son los que ascendieron al Everest, y, después, nos encontramos
que existen otras montañas con altos picos, que creíamos no eran visibles. Pero
también ocurre, que como la cultura como el ejército y las religiones y las
empresas son entidades jerárquicas. Pues en la cultura ocurre el mismo
fenómeno, existen sistemas territoriales de selección cultural: existen medios
locales, medios provinciales, medios regionales, medos nacionales. Por eso se
decía, durante siglos en España, si alguien quería intentar triunfar en este
terruño tenía que ir a la capital de todos los rompeolas, al poblachón
manchego, Madrid. Muchos han ido,
algunos han triunfado y brillado, la mayoría se han olvidado también…
Pues,
a muchas voces se les van olvidando, ya desde lo local o provincial o regional,
nunca se les recuerda ni nombres, ni apellidos, ni sus obras, ni sus
tendencias, nunca o excepcionalmente en antologías, pocas veces, en
exposiciones, incluso se les niega exposiciones en las salas de su ciudad. Se
olvidan sus nombres y sus trabajos, incluso antes de nacer. No existen. A estos
se les entierra antes de que nazcan… Algo hacen y en algo están, porque
entonces, ni siquiera se sabrían su existir como creadores de mundos
interpretativos…
Puede
y puede ser que existan varios directorios y en ninguno se les haya incluido o
insertado. Podemos hablar de letras o de literatura, de arte plástico o de
pintura, o de ensayo o de filosofía, o de fotografía o de imágenes fijas o en
movimiento, podemos hablar de música o de los silencios del mundo… Estos, no
son como el anterior grupo que han ascendido, en mayor o menor grado, y,
después, la competencia mundial, les ha ido situando en otro lugar, y, cada vez
más, porque la competencia será mayor a nivel mundial. A estos se les va
dejando caer, es el adjetivo preciso o el concepto fijo que se utiliza. Estos
“se les deja caer”, aunque han estado en alto.
Pero
ahora, estamos hablando del concepto “de enterrar nombres y producciones
culturales”. No se les deja que respiren, se les entierra antes que surjan, que
tengan alguna posibilidad. Unos se van copiando a otros en los directorios por
ejemplo, pongamos el caso de hacer pasteles con vainilla, para que nadie se
ofenda. Y, si no se les sitúa en los primeros, en los sucesivos, nadie los va
incluyendo. Y, por tanto, alguien, muchos alguien, algunos alguien, aunque
hayan estado cinco décadas dándole al piano del sonido o de las letras o de los
colores, no existen, ni siquiera a nivel provincial, local, regional, menos
nacional…
Esto
es un trabajo descriptivo, ni siquiera valorativo, ni siquiera existe intención
o motivación de inquina, ni siquiera rencor, porque al final, ya está llegando
la hora, de que todo vecino/a de cierta edad, tendrá que enfrentarse a su
Juicio Particular, a su verdadera conciencia, y cada uno, tendrá que ser
juzgado por sus actos, porque si sería una enorme injustita, que alguien fuese a
Urgencias y no fuese atendido, porque tiene el pelo rojo y azul y amarillo, es
una grave injusticia, que alguien, lleve cinco décadas o tres décadas, y, se le
cierren todas las puertas, ni siquiera, se le quiera hacer una exposición en su
ciudad, se le entierre culturalmente en vivo y en vida.
Cada
uno, tendrá que responder de sus actos ante su conciencia, sin engaños y sin
mentiras, aunque sea en esos minutos finales de la vida, exista Algo después o
no exista, exista Alguien después o no
exista… Paz y bien, sin ánimo de inquinas, ni rencores, ni maledicencias…
http://twitter.com/jmmcaminero © jmm caminero (20 agosto-15 septiembre 2024 cr).
Fin artículo 4.424º:
“¿En la cultura, entierran en
vida?”.
E.
15 septiembre