Artículo Periodístico 4.423º: “Aquí el purgatorio de los intelectuales”.
Se
dice que Francia recuerda a sus
escritores, pensadores, artistas vivos y muertos. Fallecidos no los dejan que
se olviden, incluso los medianos, aquí se olvidan en vida y en muerte.
Como
todas las ideas y como todas las frases, tienen algo de verdad y algo de error.
No creo que en Francia se recuerden
a los cientos de cada generación que van pasando, es cierto, que quizás, si se
haga a nivel territorial regional y no nacional. Aquí, no a todos se olvidan, a
algunos se les recuerda enormemente, y, a otros, se les olvida totalmente.
Algunos porque han sido de un color o se les ha teñido de un color, a otros,
por el contrario… pero aquí, si es cierto, los que ya tenemos algunas décadas
sobre hombros y corazón, sabemos que aquellos que tanto brillaron, aquellos
hoy, apenas se les recuerda. Eso del purgatorio de los escritores, aplicado a
todos los saberes y a todos los artes –salvo excepciones, excepcionales, casi
siempre con tintes políticos, se cumple como el sol de cada día…-.
Podríamos
lamentarnos, podríamos citar decenas y decenas de escritores, pensadores,
filósofos que están en las neveras y frigoríficos del olvido, algunos
semiolvidos. Algunos todavía se recuerda en algunas efemérides, cien años de
nacimiento, cien años del fallecimiento… Aquí en este foso del toreo cultural
hispánico, hay demasiadas heridas, existen demasiadas heridas sociopolíticas,
y, eso lleva a tomar partido en todo y por todo. No a mirar profundamente,
alguien de un color A, nos puede enseñar algo, alguien de un color B, nos puede
enseñar algo, alguien sin color A o B, nos puede enseñar algo, alguien del
color A y B, nos puede enseñar algo. Alguien de cualquier color, podemos
aprender y aprehender algo…
Se
da prisa por enterrar a intelectuales de la anterior generación, incluso los
del mismo color, por eso de matar o asesinar o herir al padre. Se remata a los
vivos, para que no te hagan sombra, para así, como la lucha de las especies
vegetales en la selva por recoger algo del sol. Es una lucha cainita esto de la
cultura. Ayer, recordaba yo, a raíz de un autor, que hace unos lustros, estaba
todas las semanas en los medios de comunicación, y, hoy fallecido, después de
una larga enfermedad, también se le ha sepultado.
Le
decía, yo, modesto escribiente que sé, que todo lo redactado por mí, se perderá,
porque perdido está en vida del polígrafo. Le decía, vuelvo a indicar a una
cercana de la cercanía más cercana, yo, siempre me percaté de esta realidad,
por eso, siempre, desde casi la juventud, pensé que tenía que hacer un producto
cultural, que se vendiera y valiese por sí mismo. Eso de la buena seda en el
baúl se vende sola. Eso, es lo que siempre intenté, que el producto cultural se
vendiera por sí mismo, no por el autor que lo firma o hace o tapiza o fabrica.
Eso es lo que siempre soñé, hacer un producto cultural, que pudiese trascender
al autor, la generación presente y llegase al futuro. Siempre intenté hacer una
obra maestra y clásica, no solo por ambición, sino por dar un buen producto a
los demás, porque el cirujano debe hacer una buena operación, lo mismo el poeta
o el ensayista o el articulista o el pintor..
Cuántos
nombres en telediarios, periódicos, entrevistas, libros, reseñas de mil modos y
mil maneras estaban en la cúspide hace lustros. Cuando empecé, aquellos que
estaban ya establecidos, y, vivían ya en la gran memoria, de aquellos que junto
yo crecía como árbol, ellos y ellas iban alcanzando las nubes, aquellos, que
incluso detrás de mi, ahora tienen las estrellas. Pero de todos esos, de la
generación anterior a la mía, de la mía, y, un poco más, de todos aquellos que
ya saben si existe Dios, porque la sombra del fin de estas estrellas les ha
llegado, muchos y muchas de todos ellos, notas que se van olvidando, lustro
tras lustro se van olvidando, se van dejando que se olviden, o, quién sabe
cuales son los misterios de sus vidas y de sus obras. Aquellas obras culturales
que estaban en todos los lugares, ahora, se han ido rezumando en el silencio…
-Salvo excepciones…-.
Podríamos
situar y citar nombres de oro y de plata y de bronce, siempre quedarían otros
olvidados. Pero hoy, hoy no pondré nombres, pero este problema existe. Esta
realidad existe. Esta realidad habría que planteársela. No sé si es totalmente
cierto que en Francia recuerdan todo
lo que pueden a sus prohombres y promujeres de todos los campos culturales, con
lo cual se proyectan a nivel mundial. Son un nombre cultural.
No
sé, si aquí en Hispania tendríamos
que aprender de los franceses. Empezar a poner calles y recuerdos en todas las
ciudades, por dónde hayan ido pasando sus huesos en vida. No quitar nombres, no
olvidan nombres, no abolir monumentos, ni placas, ni plicas, sino poner… sean
del color que sean, o del color que ustedes hayan dicho que disponen o sus
antecesores han expresado… Porque la cultura es también una industria.
Olvidamos que la industria de la cultura es esencial.
Espero
que en pueblos y aldeas y ciudades, pequeñas y grandes, espero placas
conmemorativas de todas las personas, que intentaron, hombres o mujeres,
inventar o descubrir un mundo, sea de la ciencia o de la filosofía o de las
artes… Algo así, como hacen en Extremadura,
la calle tiene un nombre de siglos, y se deja, pero después, debajo se le
dedica a un autor o a una autora, o a una obra literaria. Eso lo hemos visto en
Mérida hace ya lustros. Eso lo podríamos
recordar en cada ciudad… Eso deberíamos empezar a realizar directorios en cada
aldea o pueblos o ciudad para averiguar quiénes han ido pasando con sus huesos
por sus aceras, durante unos lustros o emergieron dando el primer respiro de
aire, naciendo del vientre sagrado de una mujer…
Este
invento extremeño, podría aplicarse a todos los lugares. Las calles o plazas no
cambiarían el nombre tradicional de siglos, y, al mismo tiempo, debajo estaría
alguien que ha pasado por allí, durante unos años o ha nacido, o ha dejado una
producción que les recuerda. Bueno, aquí, aquí dejo otra sugerencia, ya habré
dejado cientos de sugerencias en los artículos, no sé, si escribo columnas
periodísticas de opinión o columnas de sugerencias. O, quizás, sean la misma cosa.
Paz y bien.
https://museovirtualcuadernosdelamancha.wordpress.com © jmm caminero (19 ag.-15 sept.24 cr).
Fin artículo 4.423º:
“Aquí el purgatorio de los intelectuales”.
E.
15 septiembre