Artículo Periodístico 4.722º: “Fortunato, frente al Congreso de los Diputados”.
Una escultura en bronce, que
representa a una persona con discapacidad visual, llamada Fortunato, que está frente al Congreso es una cita obligatoria para
hacerse una foto.
La
clase política, y, diversas organizaciones de todo tipo, de la diversidad
también, están haciendo como una parada obligatoria realizar una foto junto a
la escultura de Fortunato. Esta
escultura instalada en la plaza de las Cortes desde hace once años, se está
convirtiendo en un símbolo y signo y metáfora de las personas con discapacidad,
-que en muchos sentidos, debemos aceptar, nadie se ofenda, que todos tenemos
alguna discapacidad, más grande o menos, quizás, si nos fijásemos más en
nosotros mismos, nos daríamos cuenta de ello-.
Me
imagino que cuándo sus padres de Fortunato,
al ser viviente y real y con carne y huesos, que no conozco su historia –invito
a las organizaciones y entidades que se ocupan de estos temas, por ejemplo, la
Agencia Servimedia, que es de dónde estoy tomando esta noticia-, pues hagan una
biografía aunque sea mínima de esta persona. Supongo, decía, que cuándo Fortunato nació, sus padres, le
pusieron su nombre, quién sabe, si por algún abuelo o bisabuelo, o por el
propio padre. Y, supongo, me imagino, ya que el artículo periodístico de
opinión, es mitad literatura y mitad periodismo e información, supongo que
alguna vez, alguien pensaría al comprarle los cupones de la ONCE,
que no era un nombre muy afortunado, para la situación de discapacidad visual
en la que se encontraba. Pero vaya ha cambiado la historia, millones de
personas han pasado en este último siglo por Madrid, y, la inmensa mayoría solo
son recordadas por su familia, y, Fortunato
con esta escultura, y, con este movimiento de recuerdo y de visibilidad de las
discapacidades, que todos estamos intentando incentivar, pues quién sabe, su
recuerdo y su memoria hasta dónde llegará…
La
función y las finalidades y las actividades que la ONCE lleva haciendo en estos ochenta y seis años, es excelente, es
notable, es inmensa. No existen adjetivos suficientes, que puedan explicar todo
el bien que han hecho y que siguen haciendo. Cuándo se analizan ciertos
fenómenos del siglo veinte, todos los campos de concentración que se
extendieron por Eurasia, no solo por Europa, las personas no encontramos
substantivos, ni adjetivos para juzgar, tanto mal y tanta maldad. Debemos
decir, en este caso, que todo el bien que la ONCE, lleva haciendo, no digo que
no haya tenido algunos errores, como toda entidad humana, hecha con sangre y
huesos humanos, pero creo que todo lo bueno que ha hecho, no encontramos
adjetivos suficientes, para loar, narrar, contar, alabar.
Ese
trabajo en silencio, ese silencioso trabajo de miles de personas vendiendo
cupones, vendiendo sonrisas, vendiendo esperanzas, y, al mismo tiempo, que
posibilita que a los vendedores y a sus familias, lleven una vida digna y
honesta. Incluso, creen y críen a sus familias. Hace muchos años en mi ciudad
de habitabilidad y residencia, venidos, de Manzanares,
en una de las plazas con soportales, estaban situados un matrimonio de
vendedores, ambos ciegos, mujer y hombre. Tenían una hija, si no recuerdo mal.
Ya, ya hace muchos años que desaparecieron del panorama geográfico, pero
todavía cuándo paso me acuerdo de ellos, yo, en aquellos tiempos yo, era joven.
A veces, me pregunto, la niña era más joven que yo, quizás ocho o diez años o
doce más joven, qué habrá sido de la vida de esa niña…
Esto
me ha recordado, no puedo evitar, siempre seguir el consejo de los maestros
viejos griegos, no sirve ninguna filosofía, yo lo aplico, no sirve ningún
escrito o texto, que no sugiera alguna paloma de solución y de esperanza. Me
digo a mi mismo, en casi todos los pueblos y aldeas y ciudades, siempre existe
alguna figura como Fortunato.
Quizás, la ONCE y otras entidades, podrían estudiar este fenómeno, y realizar
una escultura o una placa en homenaje a alguna de estas personas, en cientos de
pueblos, grandes y medianos y, pequeños. Sería un símbolo real, primero, de
recordar a esas personas de carne y ojos y corazón que existieron, sería una
forma de dar más visibilidad a toda la realidad de la discapacidad…
Y,
ya que me he puesto en plan de sugerencia, también, la ONCE y otras entidades, podrían aconsejar o sugerir a la Comisión
Filatélica del Estado, o el organismo o entidad que realiza y diseña
los sellos en España, pienso que la figura de Fortunato, quizás existan ya
otras esculturas repartidas por esta Celtiberia tan antigua, podrían hacer una
serie de sellos con esta finalidad, recordando a estas personas, con estas
figuras o esculturas, y, con todos los fines positivos que hemos indicado… Porque supongo que en los
cupones de la ONCE, ya habrán estampado la escultura de Fortunato, y, desde
luego también habrán realizado esa serie sobre esta temática que indico para
los sellos –también, se podría ampliar al resto de Loterías nacionales-.
Bueno,
como hay que dar al César lo que es del César, esta noticia, la he tomado de Servimedia, publicada el 04 de enero
del 2025. Solo queda invitar desde el Congreso, a que todas las personas y
excursiones que van a visitar el Palacio y todo lo que representa, el Palacio
casi sagrado del pueblo. Pues en la salida que se hagan fotos al lado de Fortunato, sería una manera muy
elegante y didáctica y pedagógica y social de terminar la visita. Si se corre y
difunde y expande dicha realidad por las
redes, pues podría ser un punto de fotografía y de visibilidad de la
discapacidad inmenso… ¡Empezando por todos los Congresistas del Parlamento que
posen al lado de dicha escultura y se hagan una foto, y, la difundan en sus
redes…! Paz y pan y bien.
http://filosliterarte.blogspot.com.es © jmm caminero (12-23 febrero 2025 cr).
Fin artículo 4.722º:
“Fortunato, frente al Congreso de
los Diputados”.
E.
23 febrero