Artículo Periodístico 4.689º: “La Abadía de Montecassino y Gironella”.
Nadie sabe, el porqué y el por
qué, quizás si lo conozca alguien, porque en la Segunda Guerra Mundial destruyeron dicha abadía por los bombardeos.
Uno,
de los bandos A, que controlaba ese territorio no se había parapetado en sus
muros, los habían respetado, a lo sumo, existían ojeadores o visualizadores o
vigías, porque es y era al acuerdo que habían llegado. Pero el otro bando B,
una mañana envió no sé cuántas decenas de bombarderos y no quedó piedra sobre
piedra, ni agua sobre agua, ni aire sobre aire. Y, entonces, ante esa situación
ya si se parapetaron los del bando A. Invito a ustedes que perciban fotografías
de dicho acontecimiento, de antes y después.
Algo
parecido sucedió con el casco antiguo de Manila,
quedó destrozado, todo lo hispánico, junto con sus símbolos e iglesias quedó
destrozado, según parece ser, una ciudad que no tendía ningún valor militar, ni
geopolítico, ni estratégico. Otro bombardeo masivo que éste se ha olvidado,
pero que todavía, de ser cierto, nadie ha dado las explicaciones pertinentes, o
este escribano no las conoce…
No
sabemos, si existen o habrán existido otros lugares o ciudades que haya
sucedido lo mismo. Pero estos dos tienen un punto en común. Que están
atravesados por el símbolo y la realidad del cristianismo, al final la Abadía de Montecassino, es la casa
madre de los benedictinos. Los benedictinos y Benito de Nursia, ahora patrón de Europa, junto con Edith Stein, santo y santa, son los
patronos de Europa –y, otros, como San
Cirilo, Santa Catalina de Siena, San Metodio, Santa Brígida de Suecia, Santa
Teresa Benedicta de la Cruz que es Edith
Stein-. La destrucción de Montecassino es y era el símbolo de Europa, es y
era el símbolo del cristianismo en Europa, es y era y el símbolo de lo que el
cristianismo hizo en Europa. Era y es el símbolo que Europa y Europa no se entiende sin el cristianismo. El casco
antiguo de Manila, era también el
símbolo de España y del cristianismo en Filipinas… Esto está y es y era en y el
común de denominador.
No
sabemos, quienes dirigen o gestionan u organizan u organizaron los ataques
aéreos masivos como éstos dos. No sé, si se sabrá supongo, qué personas fueron
responsables de estas realidades, se sabrá que departamento, y, en qué lugar
estaba situado. Y, quién sabe si ya se conoce o se hará, qué personas con
nombres y apellidos estaban detrás de estos acontecimientos. Quienes los
diseñaron, dentro del contexto de la guerra de Italia, quienes lo aprobaron y
quiénes lo tuvieron que materializar. No sé, si en algún armario o cajón, algún
capitán o comandante del bando B, escribió su experiencia, y, quién sabe si
narró el porqué y el por qué, él o ellos creían porqué les mandaron hacer dicha
salvajada…
Me
en encontrado con un artículo firmado por José
María Gironella Pous (1917-2003), titulado: De entre sus ruinas vuelve a
renacer la abadía de Montecassino, publicado en Informaciones, el 12 de
octubre de 1953. Gironella que
redactó un libro –trilogía-, que tuvo cientos de miles de copias, Gironella que lleva ya demasiado tiempo
en el purgatorio. Dicen, que le sucedió que fue el hombre de un libro, y, que
toda la vida intentó volver a las cumbres del primer libro-trilogía, pero que
siempre estuvo esperando. Dicen, que el purgatorio de los escritores, en cierto
sentido le sucedió antes de lanzar sombra. Dicen, que ese libro, el primero,
abrió las puertas del futuro de una nueva editorial, que se hizo después grupo
de comunicación, la editorial del gran Lara,
las decenas de editoriales que tuvo bajo sus gestión y propiedad y todas sus
derivaciones. Como en la vida se entrelazan las realidades y cosas y
acontecimientos. Nada hay que solo tenga una sola perspectiva. Todo tiene
distintas dimensiones…
Benito de Nursia, san Benito, el padre de los monjes de Occidente, hubo antes, otras
reglas y otros santos, pero no han tenido tanta repercusión en Occidente como
la de Benito de Nursia, todo tomado
del Oriente Próximo, quizás debido a que en esos lugares, se fueron cerrando
monasterios por otras vicisitudes de la vida y la historia. Siempre el
conflicto armado está en demasiados lugares y cosas y acontecimientos.
Se
dice, que en Europa, hemos sufrido y causado, cientos de conflictos armados,
desde los romanos, quizás, sin saber el número antes de los romanos cuándo los
territorios eran ciudades-comarcas-Estado, eso de las tribus, pero las tribus
formaban también Proto-Estados, o federaciones de Ciudades o Tribus que eran Estados,
y, que también hacían la guerra –léase y véase a Cayo Julio César en la Galia-.
Esperamos
y soñamos, que después de 1945, no habría más conflictos militares en Europa.
Era el sueño, que creíamos nos merecíamos, después de siglos de espadas y
cañones y bombas. Creíamos. Y, seguimos deseándolo y creyendo… ¡Deseamos no
hubiese empezado lo de la Antigua Yugoslavia, deseamos que no hubiese comenzado
lo de Ucrania, deseamos y esperamos y queremos que este episodio ya termine, se
cierre la puerta…! ¡A qué puerta tendríamos que llamar, a qué timbre o badajo…
a cual…! ¡Alguien lo sabe…! ¡Como el chiste, -no recuerdo el autor de la
viñeta-, “no podría haber puesto alguien a funcionar la diplomacia, antes de
empezar y estallar el conflicto, y, no solo después”!
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Fin artículo 4.689º:
“La Abadía de Montecassino y
Gironella”.
E.
02 febrero