Artículo Periodístico 4.728º: “Deseamos la paz y Francisco Umbral, FU”.
En todo habrá excepciones pero
creo que todos los seres humanos desean, anhelan, quieren, aman la paz, la paz
interior o consigo mismos, la paz con el resto de mortales, la paz…
Anhelamos
la paz política, la paz social, la paz entre culturas, la paz entre religiones,
la paz entre ideologías, la paz entre filosofías, la paz en todo. Porque
muchos, la inmensa mayoría pensamos que de la paz surgen los grandes árboles
con todas las riquezas, y, de la no-paz una inmensidad de males, de infiernos
en esta vida. La paz crea el pan, y la no-paz el hambre, el hambre en multitud
de formas y maneras…
Hay
personas que traen paz, que desean paz, que buscan paz, y, se nota en sus
labios y en sus corazones y en sus almas y en sus palabras y en sus carnes, que
desean y anhelan la paz. Hay otros, que traen problemas, inquinas, rencores,
maledicencias, contradicciones, discusiones… por cualquier cosa, que elevan a
categorías de realidades estructurales y esenciales, y, demasiadas veces, son
nadas y naderías… Pero podríamos indicar que todos buscan la paz.
Pero
para desear la paz, primero hay que combatir consigo mismo, dentro de sí mismo,
luchar consigo mismo, para imponerse a sí mismo la paz, para pacificar la
carne, pacificar la mente, pacificar los deseos, pacificar las palabras,
pacificar los gestos, pacificar los actos. No todo el mundo hace esta lucha. No
todo el mundo la busca en todos los temas. No todo el mundo quiere esa paz. Es
la paradoja de la vida y de la existencia, todos buscamos y deseamos la paz,
pero todos contribuimos de alguna manera a la no paz. Es fácil y sencillo, yo
modesto articulista, puedo llenar y rellenar esta botella de ochocientas
palabras, utilizando adjetivos e ideas y símbolos preconizando el sosiego y la
paz y el entendimiento y el razonamiento mesurado, o, por el contrario, puede
enervar las palabras, las frases, los símbolos, los datos, los argumentos, las
razones, etc.
Decía
Juan XXIII, citando a un obispo que
consideraba su maestro espiritual, que no recuerdo su nombre, un monseñor y
obispo que siempre, si no recuerdo mal, siempre arrastró su foto y la llevó por
media Europa, en un tiempo convulso de no paz. Decía Juan XXIII que la paz es el bien esencial y más importante. Quizás,
más que la verdad, porque con paz se puede llegar mejor a las verdades, con paz
se puede mostrar más fácilmente las bondades, con paz se desarrollan más los
bienes de todo tipo, con paz se siente y percibe más y mejor la belleza…
Anhelamos y necesitamos la paz. Pero la paz, hay que conquistarla, primero
dentro de uno mismo, después, todos los humanos deben dar a otros la paz. La
paz, siempre la paz…
El
año pasado hubo un record de conflictos armados activos en el mundo, según las
cifras oficiales –en otro artículo lo desarrollé-. Tenemos que encontrar la paz
en el corazón propio, para después regalar al mundo algo de la paz que tenemos.
Tenemos que ofrecer la paz social y la paz política y la paz económica y la paz
colectiva para que cada corazón humano recoja y recolecte de esa paz. La paz
que va desde dentro hacia el exterior, desde el exterior hacia el interior…
Necesitamos la paz, la paz para vivir, la paz para sobrevivir. Sin paz, no solo
vendrán enormes sufrimientos personales, sino sufrimientos colectivos, sin paz
la especie humana con el poder tecnocientífico que hoy dispone puede terminar
con la propia especie, nos podemos autoextinguir como especie, esta es la
realidad. No deseo amargarle la mañana o la tarde o la noche, esta es la
realidad. Por eso la paz debemos conquistarla, es un deber humano, es un
derecho humano…
Todo
esto y algo más, me lo ha vuelto a recordar, el maestro del articulismo de
opinión, uno de los diez más grandes que en estos tres siglos han existido en
este terruño ibérico, si creen que exagero, pues bueno, uno de los quince más
importantes en estos trescientos años de esta Celtiberia tan antigua. Francisco
Umbral, FU. Un artículo que tituló: La Paz, publicado en El
Mundo, con fecha del 04 marzo del 2003, cuatro años antes de su
tránsito. No digo que todo lo que redactó con palabras Umbral fuese bueno o muy bueno en todos los sentidos, ni siquiera
que estuviese yo personalmente de acuerdo en todo, no entro aquí en sus libros,
pero en el terreno de los artículos de opinión, considero que es un monumento
de este género literario y periodístico.
Creo
que no debemos dejar que se duerma en los anaqueles y archivos. Creo que su
Fundación y los investigadores deben hacer renacer y florecer y catalogar e
indexar todos los miles de artículos que deben estar perdidos en docenas de
revistas y periódicos de FU, Francisco
Umbral. Es una riqueza cultural de primer orden, y, por tanto un enorme
espejo en el que nos podemos mirar, y ver nuestras heridas y nuestras sombras y
nuestras luces y nuestros soles. Paz y bien…
http://articulosperiodisticosjmm.blogspot.com.es © jmm caminero (16-23 febr. 2025 cr).
Fin artículo 4.728º:
“Deseamos la paz y Francisco
Umbral, FU”.
E.
23 febrero