Artículo Periodístico 4.705º: “Las batallas culturales y los grupos de presión”.
Nunca he querido entrar en esas
lides, quizás, por mil razones, quizás por eso, en ese sentido me he apartado.
Creo haber lanzado al público, manifiestos artísticos y literarios…
Pero
nunca he deseado entrar en esas luchas, ni siquiera en esas menciones o
caracterizaciones, que a unos se les consideran genios, y, a otros, menos que
gusanos culturales que van por las aceras, y, el resto medianos. Por no
utilizar una palabra tan fea, que se usa hasta la saciedad, que esa personas es
mediocre o realiza una obra mediocre.
Me
parece ese vocablo-concepto, de una falta de juicio enorme, de una falta de
misericordia y piedad enorme, de una falta de solidaridad y filantropía y
humanidad enorme. Alguien ha podido estar haciendo sus versos, un año o diez
años. Y, ahora los publica o te los envía, y, usted se permite, en dos horas
que ha tardado en leerlos, si es que lo ha hecho en cien minutos o en diez,
usted indica que no tiene ningún valor, ninguno…
En
matemáticas o física se puede probar y comprobar si un enunciado es o está
demostrado según su propia metodología, pero en Artes y en Humanidades
–filosofía, artes, teologías, filosofía, cultura en general-, la demostración,
sin negar que exista, es una cuestión más compleja. Por otro lado, si las obras
se mantuviesen durante siglos, incluso esas que llaman mediocres hoy, quizás,
quizás vistas dentro de unas generaciones se les darían, a algunas, al menos,
otra valoración.
Eso
no quiere decir, que yo piense que tal obra o mil obras sean de un alto nivel o
sean de un nivel mediano –mediano no es lo mismo que mediocre-. Tengo como todo
el mundo una valoración subjetiva de la producción propia y de la de
demás/otros. Pero si yo aplico el análisis y la lectura a mi propia producción,
veo que habría que modificar y cambiar muchas cuestiones, conceptos,
significados, significantes, tanto en materia o en forma. Es decir, yo mismo no
me gusta, creo que queda mucha deficiencia, que puede/puedo/podría cambiar. Si
lo volviese a evaluar, tendría que poner notas a pie de página, decenas de
líneas, pero no lo hago, por falta de tiempo, yo mismo a mi mismo, me
autocrítico, y, me doy cuenta, que no tiene tanto valor algunas frases o ideas
o párrafos o enunciados o demostraciones…
No
deseo, no he deseado nunca entrar en las batallas culturales, aunque a veces,
he indicado algo, al final de dichos textos, si escribes miles de páginas algo
tienes que decir. Porque también, en nuestra sociedad y país, las batallas
culturales, no son puramente culturales, sino que tienen connotaciones internas
y externas culturales, sociales, ideológicas, filosóficas, políticas, económicas…
Y, en estas no deseo entrar. O, al menos, no en todas las que se plantean.
Lamentablemente,
porque somos pocos los que creemos, creo que ante un tema equis, existen cinco
opiniones, y, no todas tienen el mismo grado de verdad, pero en otro tema, sucede
lo mismo. Y, puedo estar de acuerdo en un tema con una posición de sistemas de
ideas, y, en otra, con otro distinto. Creo que unas posiciones tienen más
grados de verdad, pero no la total verdad, tampoco creo en el
relativismo/escepticismo de la verdad, sino en la tolerancia ante la verdad. Ya
que en Humanidades no es ciencia, de momento, utilicemos datos y argumentos con
paciencia y prudencia y tolerancia y respeto y argumentos y datos y razones…
Creo que existe una posición que es más verdad, no todas son iguales, pero hay
que manifestarla con prudencia –no creer en la verdad está llevando a muchas
personas a enormes males personales y morales-.
Pago
un precio muy alto, por no entrar en esas luchas culturales, que son en
definitiva, sociales y políticas y económicas. Porque ningún bando o lado o
bandería o corriente de opinión, me considera de los suyos, pero lo peor aún,
tampoco me consideran de los suyos porque no ataco a los supuestos contrarios
de ellos. Es decir, hago lo peor que se puede ser y hacer en España, ser de la
Tercera España, yo digo que soy de la Cuarta España, porque en unos temas, creo
que en este momento, tienen más razón, unos, y, en otros temas, tienen más
razón y verdad los otros…
No
soy ya joven, ni estoy en la madurez de la vida, sino en la Tercera Edad,
Tercera Etapa de la vida de un individuo. Ya he visto mucho y he leído mucho y
he pensado mucho y me he equivocado mucho. Ya, ya solo deseo vivir en paz, y,
que me dejen seguir observando la realidad, pensando la realidad, y, escribiendo
la realidad. Que otros seres humanos, aunque me equivoque me traten a mis
palabras con conmiseración y piedad y misericordia, a semejanza lo que yo hago
con ellos.
Que
aunque no me consideren de su ejército, no tienen que considerarme como adversario
y menos aún como enemigo. Que ya sé, que la última asignatura que tengo, además
de vivir de forma honorable y honesta y legal y moral, es prepararme para el
Último Viaje, aunque no sepa, nadie lo sabe, si será dentro de unas semanas,
unos meses, unos años o unos lustros. Ni tampoco sé, nadie lo sabe qué
condiciones tendrá/tendré en esos últimos meses o días o minutos…
Pero
si sé, que no he deseado entrar en las batallas culturales, aunque haya tenido
sobre casi todo, puntos de vistas, como todos o distintos a todos. Si sé, que
he intentado buscar realidades con verdad y con bienes diversos y con bienes
morales y bienes espirituales. Si sé, que creo que he intentado ser un escritor
cultural de buena voluntad.
Si
sé, que mi sociedad y los que gestionan la cultura, no me pueden tener en el
ostracismo cultural y exilio cultural interior e interno que tienen mi
producción cultural, aunque sea mediana. Cosa que habría que ver. Deben aceptar
que existan personas que no quieran entrar en batallas, luchas, lides culturales…
Paz y bien.
http://twitter.com/jmmcaminero © jmm caminero (26 dic. 2024-16 feb.2025 cr).
Fin artículo 4.705º:
“Las batallas culturales y los
grupos de presión”.
E.
16 febr.