Artículo Periodístico 4.671º: “El eterno problema de la individualidad y la totalidad”.
¿Cuánto
la sociedad, los entes que forman la sociedad, el Estado puede y debe saber de
cada individuo o de conjuntos de los individuos…?
Esta
es la gran pregunta, de siempre, pero desde luego desde la revolución
industrial, cuánto y de qué y cuándo y cómo una “entidad superior a un
individuo” puede conocer de ese individuo, de ese ente en concreto, esa
familia, esa misma sociedad o del mismo Estado.
Pero
no olvidemos, que quién puede acumular datos y saber de otros individuos o
entes, pueden ser otras personas u otros entes sociales o reales, o pueden ser
entidades que gestionan la misma sociedad, o puede ser el mismo Estado…
Si
alguien dispone de una tarjeta para comprar, cuánta información esa entidad de
comercio o de compraventa, cuánta información termina acumulando y conservando
y catalogando de un individuo o de una familia al cabo de un año o de diez años
o de cincuenta años…
Nadie
niega, que en una situación radical de peligro grave o total, conocer o saber,
de un individuo multitud de datos, puede ser la diferencia, entre saber y
conocer si ese individuo equis, va a ser capaz de poner a la sociedad en el
límite de la supervivencia. Ya, ya sabemos el enorme poder que la sociedad ya
dispone, y que algunos individuos también. No podemos negar este caso radical
que se puede producir… No podemos negar, que saber mucho de muchos millones de
personas, potencialmente, un organismo que conozca esa información puede evitar
una tragedia social, teniendo en cuenta del poder y avance tecnocientífico
existente. No podemos negar esta potencial realidad…
Pero
en la segunda mitad del siglo veinte, entes privados o particulares, pero
también entes dependientes del Estado, o, poderes del Estado pueden acumular,
si conviene o les interesa, una masa ingente de datos de una persona concreta,
un sector social, una sociedad entera… tantos datos, que de alguna manera, ese
“ente equis”, puede saber más de un individuo que el mismo individuo. Si se
procesan con los saberes de las ciencias sociales, toda la acumulación de datos
de una persona, se puede llegar a saber, en un sector de la realidad, tanto de
un individuo, que en cierto modo se puede prever su conducta del pasado,
presente y, en muchos sentidos la futura…
Pero
si un ente social privado o un poder dependiente del Estado, por la razón que
sea, contrasta y une y reúne multitud de bases de datos, de un individuo o de
una familia o de un sector de la sociedad, puede acumular tal información, tal
conocimiento de esa persona, familia, ente social, o estrato social, puede
conocer más que ellos mismos y por sí mismos. Aquello de “conócete a ti mismo”,
la famosa frase de Apolo en Delphos o que se le atribuye al viejo maestro Sócrates. Esa frase se puede
transformar “que existen entes, o pueden existir entes, entes diversos que
pueden conocer más del individuo que el propio individuo, o de cualquier ente
social…”.
Esta
es la realidad. Puede que usted, como individuo jamás nadie en particular se
fije de usted. Pero potencialmente puede hacerlo. Pero si existe usted como una
persona que forma parte de un sector social, y, seguramente pertenecerá a
muchos. Se puede saber, si usted compra alguna vez un libro, al menos pagado
por tarjeta –cuándo sea obligatorio que casi todos los pagos sean con este
medio, ya será y se tendrá un conocimiento tan elevado de la realidad personal y
familiar, como jamás ha ocurrido, conocimiento de todos los sectores sociales-.
Pero si se acumulan cientos de vectores y factores de una persona o de un ente
social… y, se juntan de muchas personas dentro de un sector social, la
capacidad de conocer es casi ilimitada, la capacidad de gestionar ese sector
social es ilimitada, la capacidad de prever ese individuo o ese ente social o
ese sector social es ilimitada…
¿Qué ha cambiado en la segunda
mitad del siglo veinte, en el último tercio del siglo veinte…? ¡Que la
informática en todas sus maneras y todas sus formas, han revolucionado el
mundo, pero especialmente, de forma automática, se pueden acumular billones de
datos, de miles de millones de personas cada día, porque los mismos sujetos,
con sus terminales informáticos, constantemente están enviando información y
datos… que pueden ser examinados y analizados desde multitud de puntos de
vista, aplicando, el enorme desarrollo de las ciencias…! ¡Factor este que se
olvida, una masa ingente de datos, solo tiene sentido si se aplican multitud de
conocimientos y técnicas del saber científico… en multitud de parámetros…!
¿La gran pregunta es, qué harán
los poderes públicos y privados, los entes sociales públicos y privados con
toda esa acumulación de datos, esa enorme e ingente acumulación de datos,
hechos, conceptos, ideas, gastos, dedicación del tiempo, lugares dónde estamos,
personas con las que estamos cerca, y, mil otras realidades, que hacemos o no
hacemos cada día…?
¿Caminamos hacia el
“superorganismo”, concepto que ya indiqué, no me atrevo a expresar la palabra
que diseñé o inventé, ya hace años…? ¿Cada vez, nos vamos acercando más y más,
a ser un “individuo” no sólo dentro de una “sociedad”, sino un “individuo”
dentro de una especie de “termitero humano”, a ser un individuo no sólo dentro
de una sociedad, sino dentro de “un termitero humano”…? ¿…?
https://museovirtualcuadernosdelamancha.wordpress.com © jmm caminero (14-26 enero 2025 cr).
Fin artículo 4.671º:
“El eterno problema de la individualidad y la totalidad”.
E.
26 enero