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Artículo Periodístico 4.727º: “El cocido de Lalín entre Ourense y Santiago”.

                         Artículo Periodístico 4.727º: “El cocido de Lalín entre Ourense y Santiago”.

Los viajeros que recorran estos aires y suelos y vientos de Galicia, entre Orense y Santiago de Compostela, pueden detenerse en Lalín, para degustar el cocido famoso...

El cocido y el cocido de Lalín como todo lo que está en el alba de la historia y en la noche de los tiempos, pues lo bueno siempre tiene muchos padres, lo no-bueno es huérfano, plagiando la frase griega, la victoria tiene muchos padres, la derrota es huérfana.

El cocido, hasta dónde sé y conozco, es heredero de las comidas del caldo o del agua, es decir, de cocer substancias o alimentos en agua. De esa idea –distinta a la fritura, al asado, a lo no-cocinado…-, surgen multitud de comidas. En cada época o tiempo se van echando al perol, lo que existe, lo que se tiene, lo que produce el tiempo o la época o el terreno…

Algunos especialistas creen que el cocido, y, por extensión el cocido de Lalín tiene dos posibles orígenes, uno la denominada “adafina” de origen judío, y, por otro lado, la “olla podrida” de origen de la antigua y vieja Castilla. Mi modesta experiencia me lleva a pensar, que los orígenes de los platos más antiguos y tradicionales, tienen siglos o milenios. Y, su explicación es que existen unas “formas de cocinar básicas”, a esa se les van añadiendo cambios según el tiempo. El descubrimiento de América, pues trajo nuevos alimentos.

Si en tiempos antiguos, los fenicios se instalaron en las costas del Mediterráneo occidental, pues combinarían sus comidas con los ingredientes de esta zona. Alguna vez, me he cuestionado que comidas tendrían los cartaginenses de Cartago, porque hablamos mucho de Roma y Grecia antiguas y, en menos medida del mundo hebraico, pero casi nunca de la comida cartaginesa, y, supongo que también comerían… No olvidemos que Cartago fue un imperio, la ciudad de Cartago tenía cientos de miles de personas… Y, Cartago se extendió por todo el Mediterráneo Occidental. Con esto quiero mostrar y demostrar que la comida es una invención que es como las capas sedimentarias, unas van y se van sobreponiendo. Si un soldado gallego antiguo llegó hasta Grecia, si volvió quién sabe si no se traería alguna comida. Si los vándalos pasaron por Galicia, algo dejarían en las comidas… Somos en cuanto a la comida biznietos de mil bisabuelos y bisabuelas…

Creo que esencialmente el cocido está formado por un recipiente con agua, y, con fuego, y, a esos tres elementos se le añade lo que se tiene a mano, en el caso del cocido y del cocido de Lalín, pues diríamos que la partitura ha terminado siendo, esencialmente: carne, verduras, legumbres, garbanzos… Ahora concretaremos y matizaremos…

El cocido de Lalín es un cóctel formado por garbanzos, grelos, berzas o repollo, cachucha, patatas gallegas, lacón, chorizos, jarrete, agua, sal y, como suelo indicar fuego y aire, que se construye en un recipiente, y, se expone y consume y percibe en otro recipiente. Después cada maestrillo tiene su librillo, según el refrán antiguo que ha ido atravesando las vértebras del tiempo. Porque el tiempo es el gran creador de la realidad humana. El tiempo va haciendo y deshaciendo las cosas, va haciendo y rehaciendo las cosas. Y, los hombres y las mujeres. Incluso hasta las piedras van cambiando de color y textura y de fragancia…

Lalín situado en la famosa Vía de la Plata, que atraviesa el costado oeste de la Península Ibérica, desde aquellos tiempos de Roma. Van pasando las hojas de los imperios y de las civilizaciones y de las culturas y de las religiones, y, van viniendo otras. El cocido de Lalín, que ha ido creando una Feria del Cocido, que va uniendo el pueblo en un acontecimiento cultural y social y económico y festivo. Que va construyendo un lugar como referencia europea, quién sabe, si mundial alguna vez, de la comida tradicional. La tradición en el gusto, en los alimentos que se va aquilatando y esencializando por los escalones de las generaciones....

Esa tradición, que va macerando con el tiempo los ingredientes, va perfilando las fórmulas y las ecuaciones de las cosas. Se dice que Shakespeare es lo que es, porque en sus guiones teatrales, iba cambiando frases e ideas y escenas y variando a personajes, según veía el eco y el reflejo que tenía en el público, el público casi mayoritariamente pueblo. Pues las comidas tradicionales es la esencialización y perfeccionamiento de los gustos según el pueblo, según generaciones que se van encadenando, se van perfeccionando, se van matizando. Es como una sinfonía que se estrena miles y decenas de miles de veces, a lo largo de un tiempo y un territorio… es la flecha que atraviesa los corazones de diversas generaciones de bocas y lenguas y ojos y oídos...

Eso es el cocido y el cocido gallego y el cocido de Lalín, que son tres conceptos que tienen parecido, que son semejantes, pero que no son iguales, ni idénticos. Se podría crear en esta Península Ibérica una ruta del cocido, de todas las clases del cocido. Podrían los ayuntamientos crear una Red de ciudades y pueblos del cocido… Crear una ruta turística gastronómica cultural… que pasaría que todo viajero que llegue a Lalín pruebe su cocido, y se siente y se haga una fotografía en el famoso cerdo-escultura que está en la Vía de la Plata. Paz y bien.

http://filosliterarte.blogspot.com.es      © jmm caminero (16-23 febrero 2025 cr).

Fin artículo 4.727º: “El cocido de Lalín entre Ourense y Santiago”.

E. 23 febrero 2025 a Pontevedraviva.com.

Fotos de JMM publicados en periódicos digitales.

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