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Artículo 5.159º: “Cambios de la visión desde el aire”.

                         Artículo 5.159º: “Cambios de la visión desde el aire”.

Hace unas semanas en la Plaza del Vaticano desde uno o varios drones pude en televisión ver todos esos edificios desde arriba, incluso estatuas y efigies. Jamás lo había visto.

Todo cambio, toda técnica, toda idea o concepto, copiando y parafraseando a Aristóteles, tiene un doble o triple o cuádruplo uso. Por tanto, toda la técnica o concepto o idea que la sociedad acepta y aplica –porque no es lo mismo lo acepte o no-, pues cambia multitud de realidades. Un cuchillo, ejemplo clásico, se utiliza para el bien: cortar pan, bisturí, o para el no bien: quizás una espada. La idea esencial es la misma.

Esa mañana pude percibir-pensar no sólo la Ciudad del Vaticano y su plaza de otro modo, sino los miles de personas se veían de otro modo. Desde lo alto del aire. Pero no desde una gran altura, como algunas veces, helicópteros nos habían permitido, sino unas decenas de metros. Era la misma realidad, pero era distinta. Ver distinto, ese es uno de los misterios y enigmas del mundo. Ver distinto… Qu8izás, si alguien lee esta frase dentro de cincuenta años, no le dará importancia, incluso hoy, percibimos los cambios y no nos damos importancia. Pero ha cambiado el lugar del hombre de algún modo, la idea del hombre que tiene y dispone en el mismo hombre…

Los drones nos han permitido cambiar la visión de la realidad. Hemos visto, los que estamos respirando aquí décadas de existir y de percibir. Desde abajo la ciudad, las calles, a lo sumo desde las terrazas más altas. Pero ahora con estos artilugios podemos ver la ciudad, nuestra ciudad, desde los tejados, desde una altura de cincuenta o cien metros, más altos que los mismos edificios. Es un cambio esencial. Una calle y sus edificios que has percibido y sentido y pensado desde abajo, caminando, o quizás desde fotografías desde un balcón, ahora puedes percibirlo desde cincuenta metros más altos del techo. Puedes percibir y ver y sentir y mirar las calles, los vehículos desde las alturas, los patios interiores, las personas, las terrazas desde arriba. Las ciudades se convierten en un campo de teselas de diversos colores.

Las calles y sus edificios tienen normativas concejiles de determinadas formas y estéticas, pero las terrazas o los techos de los edificios o los patios interiores, la legislación municipal no ha llegado a tanto, por lo cual y por tanto, se convierten en esculturas impresionistas. Colores y formas impresionistas en el pleno sentido. Quién nos iba a decir, que casi a siglo y medio y un poco más y un poco menos del invento del impresionismo en pintura, podemos ver la misma catedral de Reims, no ya con los colores que cambian con la hora, sino los trozos de escaleras, de techos, de diversos colores, que también van cambiando según la mañana, la tarde, el anochecer. Es un cambio que puede parecer pequeño, pero no es tan pequeño. Ya que nos cambia la idea-concepto y percepción-sensación de lo real… Alguien podría vivir en una calle, durante cincuenta años, y, nunca haber visto la extensión de su calle, y, sus edificios desde arriba. Ahora, cualquier infante lo puede percibir. Cualquier acontecimiento público en el que exista: un festival de música, una carrera de bicicletas, una manifestación pública, un acontecimiento social o histórico o político o laboral…

Durante siglos, milenios todas las personas y generaciones han visto las Pirámides de Gizeh desde los lados. Algunos ascendían hasta la cúspide, si lo permitían, pero ahora todo el planeta puede percibir y sentir y concebir dichos monumentos desde cincuenta metros más altos, además la misma superficie del terreno. Puede parecer que es un pequeño cambio o un cambio pequeño, pero no lo es, es un gran cambio de la percepción. Algo así, cómo cuando se inventó la fotografía. La población pudo ver y percibir y sentir y comprender y entender algo, algo de una realidad que estaba a cinco mil kilómetros. La madre pudo ver si el hijo le enviaba desde Nueva York o desde Buenos Aires, una foto de alguna calle o plaza de la ciudad. La madre que se había quedado en algún pueblo perdido de la Península Ibérica o de la Península Itálica. La madre podría ver una fotografía de dónde su hijo se había marchado hace tres o cinco años. Y, que llevaba sin abrazaros tres o cinco años. La fotografía, nunca relatamos esta realidad, ha permitido que la madre o la abuela perciba dónde el hijo o hija o nieto o nieta vivía la vida, al menos un trozo de esa ciudad. Parece un cambio pequeño pero es radical. Ahora los drones nos hacen las fotografías o nos fotografían la realidad desde otra perspectiva. Alto y nacho y desde el techo-cielo…

Toda realidad tiene distintas perspectivas y distintas dimensiones. Y, todas son todas. O, muchas son muchas. Por tanto, los drones y las visiones desde el cielo, puede permitir más seguridad en nuestras calles, cosa loable y necesaria. Pero también tiene componentes antropológicos, psicológicos, sociales, culturales, ideológicos, incluso religiosos… Empezamos este relato-artículo contando que jamás había visto la Plaza del Vaticano y sus edificios desde cincuenta metros de alto –si desde fotografías de helicópteros-. Las esculturas que rodean vistas desde arriba y no desde el lado.

Todo cambia, panta rhe, nos diría Heráclito. Sí Heráclito, ese pensador-filósofo presocrático, fue capaz de enseñarnos y mostrarnos algo de la realidad profunda del ser humano. Todo cambia, el misterio y el gran enigma es averiguar, cuánto cambian las cosas, y, si existen cosas, ideas y hechos y actos, individuales y colectivos que no cambian, que cambian la cáscara pero no la esencia. Las necesidades primarias y primeras cambian las cáscaras pero no la esencia. Todas las culturas, hasta ahora, todas las sociedades desde hace milenios, se reproducen, nos reproducimos. Ahora, existe un grado mayor, de individuos que no quieren reproducirse. Pero esto sería otra canción más difícil de narrar y contar y conceptualizar…

El mundo ha cambiado, los drones permiten cientos de imágenes de tu ciudad, que llevas viendo y paseando décadas, cincuenta o setenta años, ahora puedes percibir desde el techo de las nubes. Ha cambiado todo, ha recambiado todo. Ha cambiado la visión. La visión es esencial. Otra cuestión es dónde nos llevará esta realidad. Esto es un misterio. Porque los cambios se van uniendo unos a otros, las ideas se unen unas a otras, los actos se unen unos a otros… Cada época y tiempo es la suma y combinación de mil cambios, más lo heredado, más lo conservado…

http://youtube.com/jmmcaminero      © jmm caminero (07 octubre 2025 cr).

Fin artículo 5.159º: “Cambios de la visión desde el aire”.

E. 19 octubre 2025 a Infoprovincia.net. Pontevedraviva.com.

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