Artículo 5.155º: “Afeitarse cada mañana”.
Una gran parte de la población se
afeita cada día, lo normal cada mañana. Entre los deberes que nos hemos
impuesto es el estar bien afeitado, cierto que la máquina eléctrica lo
facilita.
He mirado en el vientre de la
ballena de Internet buscando una cifra, ya saben, si alguien lee mis artículos
de vez en cuando, creo que el número o la cuantificación es una ventana
importante para entender una realidad o un hecho o un fenómeno. El dato es casi
lo primero, después vendrán las interpretaciones.
Pero me encuentro que además del
color del cabello, de que existen personas con más o menos en el rostro,
también cambia la velocidad de crecimiento, también la dureza o fortaleza, la
sensibilidad de la piel, a eso hay que añadirle lo que de alguna manera
aconseja, digamos este verbo, por no expresar obliga la cultura: es decir, si
hay que afeitarse o si no, en la mayoría de los casos, o deja tolerancia.
Diríamos que en Occidente se ha arribado a una situación de libertad y
tolerancia en este tema. Ya, ya no es mal vista la barba. Durante unas décadas
aquí en este terruño fue símbolo y signo de libertad o de ir en contra del
sistema. No hay que olvidar que para algunas pieles y rostros no es conveniente
afeitarse todos los días por sensibilidad, etc.
Se dice, que durante siglos,
algunas comunidades ideológicas o religiosas, aconsejaron no afeitarse, porque
una herida en la piel, no había penicilina, podría causar consecuencias
nefastas. Y, existía menos peligro de irse cortando la barba a medias, pero no
afeitarse del todo. Otros, otros indican que la higiene ha sido siempre un
problema, realidad que era menor en ese tema, sólo se necesitaba lavarse más el
rostro o la tez o la cara al amanecer de la luna.
Conozco a personas que dejan la
máquina de afeitar en algún lugar, y, de vez en cuando, cada mañana, se van
afeitando. Porque diríamos no tienen mucha paciencia para estar quince minutos
recortándose todo de una estacada. Así de vez en cuando recuerdan que tienen
que hacerlo. Y, así, pues la piel tampoco se enrojece. Ahora existen dos
procedimientos básicos de afeitarse con el sistema técnico eléctrico, aquí
también se ha insertado la técnica de la segunda fase industrial, que fue la
“invención” de la electricidad, o con los procedimientos a máquina sencilla de
corte o de acero, que también ha evolucionado enormemente.
Los que se dejan barba de vez en
cuando tienen que ir a la tienda especializada, al peluquero, que suele hacerlo
con tijera, dejando al final la escultura de rostro que desea el receptor, está
viniendo la costumbre de utilizar hilos para recortar el cabello y la barba. Es
este un procedimiento que me parece exige mucha destreza. La mezcla de culturas.
Al existir empresas
multinacionales de utensilios del afeitado, éstas habrán hecho estudios sobre
distintos aspectos. Me he fijado en un detalle que los anuncios de publicidad
de cualquier producto, al menos en Occidente, por lo general, la mayoría de
varones/hombres salen bien afeitados, salvo en algún tipo de mercancías, que
dejan una pequeña barba desbarba, muy cuidada pero un poco desaliñada, como de
joven bohemio en contra levemente del sistema, pero insertado en él. Quizás,
así se venda más de dicha mercancía.
Como no somos Europa ya la
fábrica del mundo, tenemos que ser la fábrica de todos los tipos de servicios
mercantiles y para los seres humanos: desde comidas, vacaciones, vestidos,
lociones, moda, y, cosas similares a cientos. Quizás, esa sensación de
imperfección y leve o mediana angustia, se deba a que nadie puede
tener/satisfacer todos los servicios posibles. Puede que tenga las cacerolas
suficientes y el descanso suficiente y la ropa suficiente y otras necesidades
primarias, pero no las secundarias, menos las terciarias, pero todos los días
percibe en televisión que otros si las tienen –y, aquí quizás nazca la envidia
colectiva, o una fuente de ella, y, quizás esto influya mucho en la angustia
generalizada, después la tristeza-depresión, al final, también se nota en los
votos…-. Pero es una pregunta, pregunta hipotética, no sé si este aserto es
cierto. Vengan los científicos sociales a darnos luz.
Saben ustedes que el afeitado se
suele dividir en dos grandes categorías, en húmedo y en seco –lo he mirado en
Internet, nadie crea que soy tan listo-. Y, dentro del húmedo está la famosa
cuchilla manual o la navaja clásica. A seco, pues es la maquinilla eléctrica,
de la que hemos hablado. Supongo que pronto intentarán inventar un
procedimiento que sólo se necesite afeitar una vez a la semana…
Pero cómo soy curioso, o soy un
animal de preguntas, más que racional bípedo o implume, siguiendo la antología
del mundo clásico. Me pregunto si los prehistóricos se afeitarían o no. Me
pregunto, qué o cual civilización empezaría a afeitarse o permitiría que los
varones se afeitaran de forma regular. Me pregunto si en alguna sociedad
existía un castigo de afeitar a las personas. Cierto es que existen pueblos con
más barba y pueblos con menos.
Una realidad como el afeitado,
que es una enorme industria mundial, entre productos primarios y secundarios
para este fin. Las grandes empresas o algunos departamentos de universidades
nos podrían ofrecer cifras. Aunque sólo fuesen por curiosidad. Pero ya saben
ustedes, las cifras al final, hay que interpretarlas, y, abren una ventana de
conocimiento a la realidad. Supongo que habrá tesis doctorales sobre este tema.
Pero es cierto que una realidad, que al menos, aquí en Occidente, empezamos
cada mañana, al amanecer algunos, más tardío en otros, una gran parte de la
población se mira y remira frente al espejo para abolir de su paisaje de su
rostro, formada por montañas y valles y lagunas y riachuelos los cuatro o cien
o mil cabellos que tenemos…
Se ha preguntado usted alguna vez,
cuántos cabellos tiene en su rostro, no en su cabeza en su rostro-tez-cara, si
dispone de quinientos o trescientos o setecientos… Alguien nos podría indicar,
cuánto es la media en esta cuestión. Cómo se pueden contar. Alguien quiere
averiguar esta cifra. Y, todo lo que lleva las diferencias geográficas.
Pero cada mañana hay que
afeitarse, y, usted, supongo no sabe y no conoce, cuántos cabellos se rasura
cada mañana o cada tarde. Yo, tampoco.
http://articulosperiodisticosjmm.blogspot.com.es © jmm caminero (03 octubre 2025 cr).
Fin artículo 5.155º:
“Afeitarse cada mañana”.
E.
19 octubre