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Artículo 5.160º: “El Poder y los Poderes no pueden incentivar la confrontación”.

                         Artículo 5.160º: “El Poder y los Poderes no pueden incentivar la confrontación”.

Los Poderes y el Poder de la Sociedad, en múltiples formas en sí: cultura, ideología, propaganda, no puede/debe incentivar el rencor, la inquina, la confrontación, la maledicencia entre los ciudadanos.

Los Máximos Poderes de la Sociedad y del Estado, no digo que lo hagan, no digo que lo piensen, no digo que deseen hacerlo, pero no deben aumentar e incentivar y desarrollar la inquina, el rencor, la maledicencia en el seno de la sociedad, sea por etnias, lenguas, ideologías, pasados históricos, filosofías, culturas, religiones, etc.

Los máximos poderes de la Sociedad y del Estado, los que son y están: los poderes políticos, ideológicos, culturales, religiosos, etc., no deben incentivar y desarrollar la maledicencia, odio, inquina, rencor, animadversión, etc., de los entes sociales que forman y conforman la realidad humana de cada territorio y cada geografía y cada tiempo…

Si se pasa esa línea, se está llegando a una situación límite. Un sector de la sociedad puede tener una ideología y otro, disponer de otra. Pero si nos fijamos bien, quizás tengan más puntos en común que diferencias. Pero no podemos incentivar y desarrollar las diferencias, para que así parezcan que somos más diferentes de los que somos. No podemos utilizar ni el presente, ni el pasado como arma arrojadizas de desencuentros. Sino que tenemos que curar las heridas del pasado, las heridas del presente.

Es obvio y evidente que existen diferencias en las sociedades, culturas, religiones, etnias, lenguas, grupos de todas las clases. No podemos negar que existen diferencias, pero no podemos utilizar estas diferencias para la dialéctica y las luchas internas, para las confrontaciones, sean verbales o sean de cualquier tipo. Cada grupo o colectivo o individuo tiene derecho a expresar su modo de pensar, en un tema, o cuestión o hecho o dato o acto, pero debe hacerlo con prudencia, racionalidad, moderación, respetando a otras opiniones –quién sabe si son los otros los que llevan razón en ese tema…-.

Creo que mi sociedad, país está perdiendo el rumbo en esta cuestión. En cualquier medio de comunicación te asomas, y, parece que siempre estamos en un pugilato. Cada semana o diez días, un tema para la controversia y la polémica y la dialéctica y la lucha. Es como si el sentido común y la racionalidad se hubiese perdido por el camino. Qué ha quedado de la convicción profunda y esencial de La Transición, que con tantos defectos como pudo que tuviese, tuvo el acuerdo, tuvieron el sentido común de limar diferencias, de limar el lenguaje, de limar las posibilidades de controversias. No pensaban igual, pero miraron al futuro y al horizonte. Dijeron entre sí, el otro, el otro también tiene derecho a gobernar, también tiene derecho a que tenga razón. Al final, un carro funciona con dos grandes ruedas.

Se empeñaron en destruir las dos grandes ruedas, y, ahora el carro, marcha a trompicones. Este ha sido un gran error estratégico y táctico, para quién lo haya organizado, esperando que al destruir el sistema de La Transición, ellos y ellas puedan obtener beneficios, grandes beneficios en algún campo de la realidad… Ellos con su pan se comerán su trigo y cebada y cerveza, y, ellos también si existe Juicio Particular se tendrán que enfrentar, ya sin engaños, al tribunal de su conciencia, sin mentira, sin automentiras, y sin automanipulaciones. Ya, ya veremos lo que sucede, si es que existe Tribunal del Juicio Particular…

Se dice, no sé si es verdad, que en algunas familias, se incentivó a los nuevos vástagos, nietos y biznietos incentivar posturas de abuelos y bisabuelos, incentivar, ellos dirían enseñar la realidad, pero incentivar odios, inquinas, rencores por hechos sucedidos en el pasado. Pero en toda Europa en el siglo veinte se sufrieron enormes salvajismos, injusticias, iniquidades, maldades que no tienen nombre. Y, todas las sociedades y sus grupos dirigentes, y, sus Poderes, Poderes de un tipo o de otro, se han dado cuenta, que hay que curar y curarse… para mirar el futuro…

Creo, lamento indicarlo, lamento expresarlo, lamento percibirlo, me temo que no se han curado las heridas del pasado. Que siguen abiertas. Usted dirá que no. Pero este escribiente que es del pueblo, que se ha pasado muchas tardes y noches y mañanas trabajando con el pueblo, ha llegado a la convicción, lamento dicha convicción, que las heridas del pasado siguen abiertas, en nietos y biznietos y biznietas y nietas. Y, lo peor es que sólo saben una parte, y, no quieren conocer las otras partes y dimensiones del pasado. Lamentablemente. Quizás, quizás nuestra sociedad como asignatura esencial y fundamental, tendría que buscar curar las heridas del pasado.

Creo que esto es lo más esencial y urgente que tenemos. Porque como no las curemos, acabaremos, en un nuevo Rosario de la Aurora. ¡Ojala me equivoque…! Paz y bien.

https://museovirtualcuadernosdelamancha.wordpress.com © jmm caminero (08 octubre 2025 cr).

Fin artículo 5.160º: “El Poder y los Poderes no pueden incentivar la confrontación”.

E. 19 octubre 2025 a Rota al Dia.com. Xornal de Galicia.es.

Humor 4.121 a 4.125.

                              Humor 4.121 a 4.125.                          21. Humor 4.121 [1] .                           22. Humor 4...