Artículo 5.139º: “Leer es esencial para observar y para pensar”.
Seguimos con la polémica que se
ha levantado en los foros de Internet y periódicos sobre la lectura. De siempre
nadie ha negado su valor y sus peligros, ahora se ha puesto en duda.
Cosas de las paradojas de los
tiempos, cuándo existen más personas en el mundo, en el mismo presente, y,
cuando Internet ha cambiado las formas de comunicación, ahora todo el mundo se
envía mensajes escritos, como hojas sueltas, no sólo habladas, se pone en
crisis el fin y la finalidad y los motivos de la lectura.
Como toda polémica que surge, se
habrán escrito unos cientos de artículos, noticias, reportajes, artículos de
opinión y viñetas sobre este tema. Bueno, habría sido si alguien, algún ente
recoja todas las entradas a esta cuestión, teniendo en cuenta, lo que se
publica en provincias y en periódicos de menos audiencia, y, no sólo en los
grandes centros geográficos de la Península.
Se empezó la polémica con la
pregunta o cuestión: si leer te hace mejor o no te hace mejor. Y, aquí viene el
gran dilema. No todo lo que se lee es bueno y positivo y verídico y verdadero.
Por eso, una “censura moral” según edad y circunstancias, una censura libre, o
mejor dicho, una “censura que anuncie quizás libros que no deben ser leídos a
determinadas edades”, quizás, aunque parezca retrógrado e innecesario, quizás
sea bueno y positivo.
Porque es obvio y evidente, que
un bebé no puede degustar bistec ni troceados, pues a determinadas edades, no
se puede leer determinados libros, especialmente, esa mezclas de literatura o
filosofía o literatura-filosofía, y, temas afines. Porque hablamos de la bondad
de la lectura, pero olvidamos como todo lo humano, cuántas personas se pierden
por la lectura, por leer determinadas cosas, que no tienen edad, o no tienen
conocimientos suficientes –no sé, yo, supongo que quizás usted, leer libros de
matemáticas de tercero de carrera no está preparado, este escribiente, ni de
primero de carrera…-.
Por otro lado, leer te permite
saber más sobre determinados temas, e, incluso quizás te agudice tu capacidad
de análisis y de deducciones y de inducciones. Quizás te abra las posibilidades
percepción de la realidad… El fenómeno del pensar, en sentido amplio, se mueve
por varias dimensiones, que hay que recordar. Primero, pensamos cada uno, con
su estructura psicológica-biológica mental, y, segundo, con su experiencia
acumulada biográfica-experiencial-afectiva, y, también, tercero, con los
conceptos e ideas que dispones o crees verdaderas o sabes.
Un Cromagnon de Altamira, tendría
la misma estructura óptica y entitativa que usted, era de la misma especie que
usted, pero no podría pensar que la Luna era un satélite o un trozo de piedra
muy grande, igual que la Tierra. No tenía conocimientos acumulados en esta
materia. Por tanto, podría imaginar que la Luna, es una hipótesis imaginaria-
como un dios o una diosa, o quién sabe qué y cómo. Además cambiaba de forma,
igual que los animales, quizás pensaría que era algo vivo y viviente y vividor.
Los conceptos e ideas y
enunciados y proposiciones son absolutamente necesarios para pensar, y, eso nos
lo proporciona de momento la lectura. Por eso la enorme necesidad de
pensar-leer lo que sea verídico, verdadero, bueno en distintos sentidos, y,
bueno moral… porque sobre esa montaña intentaremos comprender y entender el
mundo –recordemos la frase de Newton,
que dicen no es verdad, de los hombros sobre gigantes-, el mundo natural, el
mundo social, el mundo humano, y, el propio mundo, también las cuestiones
metafísicas o Dios…
Por tanto, igual que cuándo
degusta una comida o plato, debes buscar que los alimentos o ingredientes estén
en buen estado, y, que esos mismas substancias no sean negativas, para la salud
del cuerpo y de la mente. Que sean saludables, igual que eso es necesario y
esencial. Los alimentos de ideas, conceptos, proposiciones, enunciados, que los
humanos los hemos dividido en saberes –ciencias, tecnologías, filosofías,
teologías, artes, culturas…-. Que cada uno de los enunciados que admites o
niegas sean verdaderos, sean verdaderos en lo que afirman, sean verdaderos en
lo que niegan… La verdad o la veracidad al menos, la verdad si es posible
demostrable, según el saber de que se trata, o del saber interrelacionado.
Con la verdad de ese enunciado
tendría que valorarse el bien. El bien de un enunciado se mueve en tres
dimensiones al menos –que esa verdad como bien, sea buena a nivel instrumental
o eficiente o útil, es decir, que si compras un pico sea un pico y sirva para
ese fin, que además sea un bien moral o ético, una verdad con bien moral, o
dicho de otro modo, que lo verdadero esté unido a lo bueno moral, una idea en
sí sea moral, y, la verdad en relación con lo bueno espiritual o metafísico-.
Estimo y valoro, que los
expertos, digamos diez o veinte o treinta, por ramas del saber, cada año nos
deberían invitar a listas de libros según especialidades. Así, así de ese modo,
nos orientarían… Es mi parecer. Pero no sólo en literatura, sino en todas las
Artes, en todos y cada uno de los saberes… Creo que esto sería esencial para
ayudarnos a entender lo que somos y en donde somos. Somos animales culturales.
Culturales significa que tenemos ideas y conceptos, teóricos y prácticos. Por
tanto, tienen que ser lo más verdaderos, lo más buenos, en los tres sentidos,
y, algo y con algo de belleza. Hasta aquí lo dejamos. Seguimos en esa polémica
que se ha formado, esa marejada en el océano de Internet y de la Prensa –Prensa
en todos los formatos-. Paz y bien.
http://youtube.com/jmmcaminero © jmm caminero (24 septiembre 2025 cr).
Fin
artículo 5.139º: “Leer es esencial para observar y para pensar”.
E.
12 octubre