Artículo Periodístico 4.749º: “El secano y la sequía y FU, Francisco Umbral”.
Nos olvidamos de la sequía,
aunque la padecemos, nos olvidamos de los terrenos de secanos aunque los
atravesamos en los vehículos de cuatro ruedas, eléctricos o no.
Pero existen sequías y secanos de
tierras y de naturaleza, temporales o permanentes, si el secano es muy grande y
muy profundo y mucho tiempo se convierte en desierto. Pero también existen
sequías y secanos del corazón, del profundo corazón, no digo del alma, porque
el alma, ya se sabe es de Dios –creada por Dios, según el dogma cristiano, que
no sufrirá nunca la muerte eterna, aunque si puede ir al Cielo o al No-Cielo,
y, el No-Cielo es como la muerte del alma-. Quizás, en otros tiempos estas
frases no desentonarían de un escrito y escritor. Pero hoy, estás abocado que
la mitad de los diez lectores que dispones se marchen para siempre. Algunos
indican que hay que tener los afectos y afecciones del lector sujetos al texto
escrito, atraerlo de ese modo, embelesarlo, como diría García Márquez. Otros, creemos que hay que desatraparlo, mejor
dicho, darle alimentos para la razón con algo de afectividad y estética.
Hay seres humanos que llevan una
sequía y un secano por dentro, durante demasiado tiempo, otros solo a
temporadas. Las sequías y los secanos de dentro son más duros que los de fuera.
No sé, si serán noches obscuras del sentido o del espíritu, eso de Juan de Yepes-Cruz, que no sé, si a
usted le suena y sueña. No sé, si tenemos que rebajar tanto las palabras y los
conceptos para que todo el mundo los lea y los perciba. O, hay que dar una
frase inteligible para todos, y, otra elevarle un poco más. Es como una mezcla
de buen vino con gaseosa.
Hay que cuidar la carne, nadie lo
duda, hay que cuidar la mente, nadie lo duda, pero también hay que cuidar el
alma-espíritu, que creemos inmortal. Nos preocupamos mucho de que no llueve, no
tendremos este verano hielo para el café. Nos duele que no halla suficiente
agua en el lago dónde iremos este verano, ya que la playa está lejos de nuestro
bolsillo o de la distancia. Pero pocos se ocupan y preocupan de su alma, del
secano y de la sequía del alma…
Todo esto, me lo ha recordado y
más cosas al encontrarme, darme de bruces con un artículo del maestro del
columnismo Francisco Umbral, FU,
como él diría, un artículo se puede redactar en veinte o treinta minutos, pero
es porque ya llevas décadas haciendo artículos en tu cabeza. Eso es lo que no
dijo el maestro Umbral del
articulismo… Dicho texto se titula: La sequía, publicado en El
Mundo, el 09 del 09 de 1999. Y, como siempre, como hacen todos los
articulistas mezclan todas las clases de ovejas y de ovejos en forma de
palabras, ideas, imágenes, símbolos, metáforas… El que los lee, puede pensar
que solo es floritura de palabras, pero se confunde. Son florituras de ideas y
de hechos y de datos y de vocablos, que son espejos y lumbres, para el que se
le acerca, dentro de su interior brille una pequeña luz, y, sin darse cuenta se
percate de una realidad o de una verdad o de una idea o de un enunciado…
Lo malo de la política es que
muchos creen, que unos son totalmente blancos y otros totalmente negros. Este
es el grave y gravísimo error. Y, todos tienen sus claroscuros, aunque puedo
aceptar que unos más que otros, y, en unas épocas unos tienen más que otros. El
Estado del Bienestar de Europa durante décadas, en parte pagado por el Oso
norteamericano, se debió, a la razón última y esencial, de que Europa no se
lanzase a las manos del Oso soviético. Esa es la razón, ya se olvida la
historia. De tal manera, que a cambio de pagarnos en parte el Estado del
Bienestar en Europa, los pueblos de Europa, surgidos de dos cruentas guerras
europeas y mundiales, se apaciguasen. Las personas se sosegasen y no se caían
por el volcán y el tobogán de los soviets. Eso, parece que ahora se olvida.
Ahora, piensan que no hay temor de que suceda esto, y, entonces, ya quieren
cortar el grifo, que cada uno se pague sus lanzas y sus flechas y sus escudos y
sus mallas y sus dagas. Esto es el resumen de los líos que arrastramos estos
últimos días, semanas, meses y algunos años…
Se abre el grifo y cae agua, y
nadie se ocupa y preocupa en demasía, pero durante siglos, una mala estación de
agua, suponía el hambre, para miles y decenas de miles de personas de los
campos de esta tierra. No sabemos lo que los pueblos han disfrutado durante
siglos, pero también lo que han sufrido durante siglos. No sabemos los dolores
del alma y de la carne y de la mente, que los humanos han pasado. No somos
conscientes de todo ello…
Hoy, que mejor o peor tenemos
agua en embalses, más llenos o menos, que tenemos agua física y material y
liquida, que tenemos agua para el cerebro, existe una enorme cantidad de
cultura en todos los modos y maneras, hoy, no nos damos cuenta que estamos en
una enorme sequía del alma y de la moral. No digo todo el mundo. Pero hemos
caído en una enorme sequía del alma. Solo hay que ver determinados productos
que se emiten en algunos medios de comunicación. Someter a los humanos, que los
mismos humanos se sometan a sí mismos a tentaciones, tentaciones al mal y las
pasiones desordenadas. Es una prueba evidente de la enorme sequía que sufrimos
en el alma, es una prueba del enorme desierto que está nuestra alma –sálvese
quién se salve, pero esta es la realidad-.
O, nos cuidamos el alma de forma
correcta, o, nos destrozaremos a nosotros mismos, nos moriremos de pena y
angustia. El alma merece ser regada de forma correcta, igual que el
cuerpo-carne, e, igual que la mente-cerebro-consciencia-inconsciencia… Paz y
bien.
http://youtube.com/jmmcaminero © jmm caminero (25 febrero-09 marzo 2025 cr).
Fin artículo 4.749º:
“El secano y la sequía y FU,
Francisco Umbral”.
E.
09 marzo