Artículo 4.900º: “Qué son los intelectuales y qué deben ser…”.
Los intelectuales o pensadores
son personas que se dedican al análisis de un campo de la realidad y de la
realidad cultural. Y, que después de alguna manera, dejan algo por escrito.
Todo
el mundo piensa, sea agricultor o sea empresario. Todo el mundo, se ve obligado
a pensar en su actividad humana normal, en sus cuestiones vitales y esenciales,
desde qué va a estudiar, desde con quién se va a casar, qué tipo de vida va a
llevar, en qué trabajo va a realizar su labor humana, dónde va a vivir… pero
también, cada uno, se dedica a pensar y analizar, más o menos, cuestiones
sociales, políticas, económicas, religiosas, culturales, afectivas, familiares,
etc.
Se
podría decir que el ser humano está constantemente pensando, igual que a no ser
que tenga una enfermedad, está constantemente andando o caminando, sea mucho o
sea poco. Esta es la realidad humana, a cada ser humano le surgen de dentro o
le vienen de fuera: cuestiones, hechos, datos, actos, realidades de diverso
tipo, y, se ve obligado a pensar, a decidir opciones, y, para eso tiene que
analizar, tiene que pensar, y, ante lo que su cabeza y sus pensamientos le
proporciona toma una decisión.
Por
lo general, esos análisis y esa decisión posterior, se produce ante una
cuestión o tema o realidad, interior o exterior, como hemos indicado, pero
después utiliza su capacidad de pensar, y, ese pensar, no solo diríamos su
estructura psicológica y neuronal de pensar, sino además los conocimientos que
tenga sobre ese tema. Y, desde luego intervienen otras variables…
Todo
el mundo piensa, como todo el mundo se alimenta, como todo el mundo camina,
como todo el mundo micción. Pero además en la sociedad, existen personas, que
se dedican especialmente al pensar, a pensar y analizar cuestiones de diverso
tipo. Se dividen por especialidades, y, después, de pensar, parte de sus
pensamientos, lo exponen o materializan para otros de alguna manera, de forma
visual o audiovisual o grabada, de forma escrita, de forma verbal o grabada en
sistemas de solo voz o sonido... De alguna manera, en mayor o menor grado
difunde lo analizado y pensado, para otros…
Todos
esos temas y actividades, entran en el gran grupo y área de los saberes, sean
ciencias, artes, filosofía, tecnologías, religiones-teologías, cultura en
general, etc. Y, a todas esas personas, que dedican un tiempo de su vida a
dicha actividad, que incluso pueden recibir un salario o tener un oficio en
relación a esa actividad. Si cumplen, que no solo buscan o crean o investigan,
a todos esos se les denomina pensadores o intelectuales…
Esa
aplicación del pensar, se pueden ocupar y preocupar sobre multitud de temas. Se
habla mucho del intelectual y la sociedad, el intelectual y la crítica de algún
aspecto de la realidad. Sería una concreción de la realidad del intelectual. En
cuanto ese pensar o ese razonar o ese analizar se dedica a un campo, pongamos
por caso sociopolítico, surgen todos los manifiestos o panfletos o escritos en
esas temáticas, o todas las reivindicaciones. En Europa, se ha tomado como
símbolo y ejemplo, el caso Dreyfus, de finales del siglo
XIX, un caso problemático y un caso, diríamos que como todo lo social, entran
muchas variables y muchas dimensiones…
Qué
puede la sociedad exigirle a los intelectuales o pensadores, sea en una materia
o sea en otra. Creo que esta es la gran pregunta. Que igual que el médico o el
cirujano deben ser lo más justos y equitativos y sabios de su oficio, para
realizar su labor lo mejor posible, pero lo mismo se le puede ampliar al
pastelero o al bodeguero o al abogado o al mecánico de vehículos, pues lo mismo
se le debe exigir, se debe exigir una ética, una deontología a cada persona en
su oficio, también al intelectual o al pensador.
El
pensador debe buscar la explicación más verídica y verdadera de la realidad, de
un hecho de la realidad –le guste o no, por eso se dice, que no todo el mundo
sirve para cura, para psiquiatra, para pensador profesional, porque todos
tienen que poner en crisis sus propios pensamientos de forma constante-.
Y
después que ésta actividad debe ir acompañada no solo de verdad, sino de bien o
bienes de esa verdad, -bienes materiales o instrumentales, bienes útiles,
bienes morales, bienes espirituales…-. La verdad tiene que besarse con la
bondad y el bien. La verdad y el bien, deben ir unidas y relacionadas. Y, al
mismo tiempo la verdad con el bien y algo de belleza. Los tres trascendentales
medievales. Tenemos que caminar hacia la verdad, la verdad-realidad, la
verdad-bien, la verdad-belleza… Es la única manera que los humanos podamos
vivir y sobrevivir de forma correcta y adecuada…
Es
un axioma en el pensar, que “el otro merece la verdad”. Se debe expresar al
otro la verdad –y, si por razones límites o urgentes, no puedes decir la
verdad, al menos tienes que callarte, no puedes decir la mentira y el error y
las falacias y las falsedades, ni siquiera con belleza-.
Pero
para eso, el que expresa la verdad, debe intentar pensar y analizar. Si se
equivoca, no podemos evitarlo, pero siempre tiene que buscar la realidad-verdad
y la verdad-realidad. Corren tiempos, que en demasiados sitios y lugares, la
“realidad se maquilla de una manera o de otra, para buscar otros fines”. Pero
la realidad, lo real, solo debe maquillarse con la verdad, el bien-bienes, la
belleza… Todo unido.
Sin
realidad-verdad el ser humano cae en un laberinto de errores y mentiras y
falsedades y falacias y sofismas y engaños y mentiras y automentiras que pueden
terminar y acabar en caminos muy complejos y complicados, sin
realidades-verdades nos hacemos muy vulnerables, como seres humanos y como
sociedad y como Estado… Parafraseando a Nietzsche, “cuánta verdad es capaz usted
de soportar”, tendríamos que indicar cuánta verdad es capaz usted de expresar…
¡Aviso a navegantes y caminantes y aviadores…!
https://muckrack.com/jmm-caminero-1
©
jmm caminero (20-31 mayo 2025 cr).
Fin artículo 4.900º:
“Qué son los intelectuales y qué
deben ser…”.
E.
01 junio