Artículo 4.937º: “Lo terrible es destruir al que definimos como adversario”.
Frase que es terrible, pero que a
lo largo de los siglos percibimos que es cierta. Este es uno de los orígenes
del mal y de la maldad humana. No respetamos al otro…
No sé, que nos sucede a los seres
humanos. Llevo décadas reflexionando sobre el bien y el mal, su origen y sus
causas y sus motivos y sus razones, y, desde luego sus fines, sus medios, sus
instrumentos, sus consecuencias. Y, debo confesar que es un mar enorme, es una
galaxia de realidades que se combinan y se entrecruzan, que superan mis
conocimientos, y, me temo que el de la humanidad hasta ahora. Se ha abierto en
mi corazón una esperanza, que aunque yo no lo vea, los Metadatos y Big Data y
los sistemas informáticos de inteligencia generativa y artificial, sean capaces
de encontrar nuevas conceptos e ideas, que pueda ser más claro el problema del
bien y el problema del mal, y, por tanto atajar el mal…
Hoy, en estos días he encontrado
una noticia, de una conferencia otorgada por Jane Goodall, en Málaga, que cita la Agencia Efe, el 19 de
mayo del 2025, y, según nuestra experta primatóloga, ya con noventa y un años,
que indica: “Lo que hace terrible al ser humano es que planifique cómo destruir
al enemigo”. Son terribles estas palabras, y, en la conferencia citó la
diferencia de la violencia entre un grupo de chimpancés y la nuestra…
Mi modesto pensar ha llegado a
una conclusión, entre otras, que el origen y las causas del bien y del mal,
tiene muchas razones y motivos. Pero hoy citaré uno. Creo que ante las
realidades de la vida y de la existencia, los humanos hemos ido descubriendo
diversas explicaciones, diversas razones explicativas, lo que llamamos diversos
sistemas metafísicos, culturales, filosóficos, religiosos, etc.
Todos estos cambios producen,
ante cientos de temas y cuestiones, ante cada cuestión y tema una diversidad de
opiniones básicas. Al menos diez. Por lo general, no pasan de diez
explicaciones, actuales, no las que se hayan sido dando a lo largo de la
historia. Casi siempre expongo un caso o ejemplo imaginario. Si podemos
degustar aceitunas. Porque hasta dónde sé y conozco, ninguna cultura prohíbe
comer aceitunas… Por tanto, imaginemos el caso: unos dirán que no se puede
comer, otro grupo que sí, unos que solo en determinados casos y situaciones,
otros preparadas de un modo o de otro, aquellos de…
En vez de poner el ejemplo de las
aceitunas, totalmente inventado. Pongan el ejemplo que deseen que sea real. Y,
se encontrarán lo que hemos indicado… Así, en un tema equis, los cinco o seis o
diez grupos de interpretación del mundo actuales, unos dirán que es una
solución tal o es otra. Y, no solo será un tema, sino docenas o cientos… lo
cual, se crean un mar o un océano de diferencias, también de cosas similitudes
o semejantes o iguales. No todas las opiniones son diferentes en todas las
realidades y temas y cuestiones…
Y, es aquí, cuándo ya las
diferencias, pongamos por caso, en cien temas, ya no es de un individuo o de
otros, de dos individuos, sino de cientos de individuos, de millones de individuos
frente a millones de otros individuos… Y, aquí, viene el encuentro de tres
océanos según el emperador de la India, que intentó que las tres grandes
culturas hindúes se pusieran de acuerdo y viviesen en paz, y, reunió a una
serie de sabios para intentarlo: la cultura hindú vedista, la cultura hindú
budista, la cultura hindú musulmana… -si mi memoria no me falla-. Así, nos
encontramos en el mundo ante una veintena de grandes sistemas de interpretación
del mundo, que en muchas realidades son similares, pero en otras no…
Esta es la cuestión del mundo de
hoy, del mundo de siglos y milenios. Hemos vivido y existido durante milenios
en este planeta, con diferencias en cientos de cuestiones y de acuerdo en miles
de cuestiones. Pero ahora, ahora nos encontramos con ocho mil millones de seres
humanos, pronto seremos nueve mil millones, y, ahora ya el planeta está unido,
todos los seres pueden viajar de un lugar a otro, en unas decenas de horas…
Esta es la cuestión. En cada ciudad del mundo, o en casi todas, habrá personas
de diferentes filosofías, metafísicas, religiones, culturas,
cosmovisiones, civilizaciones…
Especialmente, en Europa y Occidente, que es de momento la civilización más
tolerante…
¿Qué solución tenemos? Dicho con
todo respeto, solo encuentro una, ante este tema y este problema. Se cree un Plan Manhattan a nivel mundial, que se
creen docenas de equipos de investigación de todas las culturas y de todas las
universidades del mundo. Y, que empiecen a analizar, cuestión tras cuestión,
hasta llegar a cientos de temas…
Que se planteen ante cualquier
cuestión, las diez grandes definiciones o descripciones que existen o existan.
Que cada grupo otorgue su opinión y sus ideas y sus argumentos. Que se reflejen
todos. Y, si es posible, se pueda llegar a un acuerdo, o al menos de
tolerancia, en todos los lugares del planeta, no solo en Occidente… Así, así se
crearán, esperamos puentes y autovías de paz y de entendimiento…
Creo que esto es una necesidad
imperiosa, creo que si queremos sobrevivir como especie, es necesario crear un Plan Manhattan Cultural Mundial, es
decir, reitero, que se creen decenas de equipos de investigación, y, que
analicen cientos de cuestiones. Pequeñas y medianas y grandes. Y, que se
intenten aportar todas las soluciones y respuestas posibles. Para que los
humanos podamos encontrar un camino de paz y de tolerancia, de vivir y
sobrevivir. De lo contrario, lamento decirlo y pensarlo, se crearán grandes
seísmos culturales, y, en definitiva, que terminarán, derivarán en enormes terremotos y volcanes humanos, en
grandes tragedias impredecibles e imprevisibles…
¡Puede estar usted de acuerdo o
en desacuerdo con esta sugerencia, pero solo se busca la Paz Mundial…!
http://articulosperiodisticosjmm.blogspot.com.es © jmm caminero (06 junio 2025 cr).
Fin artículo 4.937º:
“Lo terrible es destruir al que
definimos como adversario”.
E.
22 junio