Artículo 4.912º: “¿Una Feria del Libro de libros no publicados?”.
Pregunto y le pregunto existe un
noventa por cientos de autores que no editan en editoriales privadas o
institucionales, pero tienen libros en el vientre de su ordenador y despacho.
Pregunto
y les pregunto, igual que existen Ferias
de Libros: libros de antiguo, libros con tal temática o tal otra, ferias
del libro en general. Me digo a mi mismo, no podría haber ferias de libros, de
libros que disponen de registro de propiedad intelectual, pero que los autores
y autoras no los han publicado en editoriales privadas o institucionales,
incluso, tampoco en editoriales de autoedición… sino que pueden tener diez o
treinta copias o cincuenta en serigrafía con un encuadernado simple y modesto o
gusanillo o pegado o en DVD.
Acaso
un libro con portadas y letras de oro, con adornos de diamantes y platino, su
contenido es mejor en sí, el contenido conceptual, es o dispone de un valor
sumamente mejor que un libro hecho por una edición o editorial de un millón de
copias. Y, en segundo lugar, un libro de un millón de copias, el contenido en
sí, es mejor que un libro publicado en treinta copias en serigrafía o en DVD,
o, incluso ya hecho público, que eso significa publicado, editado en Internet
para que todas las personas lo puedan ver…
Según
se indica, el noventa por ciento de autores y autoras, publican uno o varios
libros en toda su vida –treinta o cuarenta años de actividad-, alguno por
autoediciones, algún otro por una editorial institucional, quizás, algún otro
por una editorial independiente o pequeña, pero después tienen diez o quince o
treinta manuscritos o libros, que no ha sido capaz de publicar. A lo sumo ahora
con Internet, han hecho público en algún blog personal o en algunas redes,
parte de esa producción que está en su estudio, despacho, mesa de madera o en el
vientre de la ballena de su ordenador…
Ya,
ya sé que usted me dirá que la producción del noventa por ciento de todos esos
autores es de segunda categoría, dice eso suavemente, porque usted piensa que
son de tercera o quinta categoría. Y, posiblemente lleve usted razón. Pero
también le digo a usted, entre miles de autores, la inamena mayoría, el noventa
por ciento de todos los existentes, no pueden existir obras de valor, no pueden
existir Pessoas o Kafkas o Dickinson
olvidados –aunque solo sea uno cada mil, o uno cada diez mil…-.
Pero
aunque fuesen obras de tercera o quinta categoría, no tienen derecho que
permanezcan en el tiempo, para siglos posteriores, para quizás, en el futuro se
perciban de otra manera su calidad y sus contenidos. Al final, no es solo una
riqueza cultural que se pierde, aunque sea de quinto nivel… Acaso no existen
equipos de futbol locales de tercera o cuarta o quinta… y, tienen un pequeño
papel en sus localidades…
Por
tanto: Primero, no pondrían en las
Ferias del Libro algunas casetas para libros autoeditados o copiados o
fotocopiados, con registro de propiedad intelectual. A un precio casi de saldo,
para autores y autoras desconocidos. No podría estudiarse a dar salida, alguna
presencia, a esa producción del más de ochenta por ciento de esos autores y
autoras.
Segundo, no se podrían hacer Ferias
específicas para esos autores y autoras… que sus libros tienen registro de
propiedad intelectual, pero no están publicados en editoriales, quizás algo en
revistas, en fanzines, en Internet, en blog…
Tercero, no se podría hacer un “circuito
semejante al Mail Art”, pero de libros, y, los autores los enviasen de unos a
otros, en Ferias de “Mail Literature”,
Arte Correo Literario, y, los
autores que quisieran enviarían copias de sus libros, a esas Ferias o Congresos
o Exposiciones. Lo mismo que el Mail Art o Arte Correo o Arte Postal, en este
caso de libros de literatura. Se pondrían unas normas, por ejemplo, un máximo
de tamaño, se podría enviar por correo en sobres, habría exposiciones, después
se quedarían con ellos los organizadores, o, podrían recogerlo las personas que
quisieran…
Cuarto, en las bibliotecas públicas y
privadas, existir a la entrada una especie de mesa o semejante, en el cual, los
autores o autoras de libros no publicados, podrían hacer copias de ellos, con
registro de propiedad intelectual, y, con un encuadernado simple, podrían
situarlos, y, los lectores de las bibliotecas se los podrían llevar a su casa
de forma gratuita. Así, en todos las ciudades y pueblos, al menos existen una
biblioteca. Así, los autores de esa zona o comarca o pueblo o barrio –no
hablamos tanto del pueblo y del valor del pueblo-, podrían situar y poner sus
libros, editados en serigrafía o en DVD, y, el lector que quisiese podría
llevárselos como regalo a su casa. No tendría coste para nadie, ni para la
biblioteca, solo el autor, haría dos o tres copias. E, iría llevando los que
quisiesen, quizás, pasar por la dirección de la biblioteca, por si alguno sitúa
algún contenido que no es moral o no es legal o…
Quinto, ……………………. ………………… ……………… (Añada
usted posibilidades de materialización de este concepto o idea).
Pueden
existir otras soluciones, pero creo sinceramente, que la industria cultural
pública y privada. Las administraciones públicas, dedicadas a la educación y a
la cultura, las entidades privadas dedicadas a estos temas, deben pensar, que
no hay derecho, no es justo, no es equitativo, que una persona, que miles de
personas, se dedican diez o treinta o cincuenta años a la actividad de búsqueda
y de creación cultural, literaria por ejemplo, y, su producción, sea buena o
mala o mediana, la mayoría queda en sus estanterías, manuscritos que se
perderán.
Creo
que hay que buscar soluciones, para que al menos, de forma gratuita o con un
precio mínimo, puedan esas personas enseñar y mostrar algo de lo que han
producido… Cuántos libros se perderán cada año en el mundo, que nunca acaban de
nacer… Cuántos… Aunque sean de quinto nivel –lo mismo aplicado a las artes
plásticas, musicales, etc.-. Aviso a caminantes, caminantes que no escucharán
este mensaje…
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jmm caminero (06-07 junio 2025 cr).
Fin artículo 4.912º:
“¿Una Feria del Libro de libros
no publicados?”.
E.
07 junio