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Artículo 4.901º: “Libro digital, libro de papel”.

                         Artículo 4.901º: “Libro digital, libro de papel”.

Se produjo la revolución de la informática, en sus diversas dimensiones, y, hubo una alegría entre los autores/as porque pensaron que era el medio definitivo, les pondría en el mapa.

Recuerdo, bastante esperanza… en todo tipo de autores y autoras de todas las disciplinas del saber, de todas las artes, cuándo se percibió en el horizonte las posibilidades de la Informática y Teleinformática para la creación y la autoría y la investigación. Para su presencia en el mundo de todas las disciplinas culturales. Recuerdo, que por los medios de comunicación, al menos en cuanto a los testimonios de autores y autoras hubo un viento de esperanza. Por fin, se dijeron, podremos tener un lugar en la cultura, por fin, no tendremos que depender totalmente, de los gestores e intermediarios culturales…

También me sucedió a mí y en mí. Y, desde luego, ya que han pasado lustros y décadas, que el sistema de medios de comunicación ha sido tocado por esta nueva tecnología. Ahora, ya, ya quizás es tiempo de reflexionar… Por un lado, todos los autores y autoras, pueden en Internet, en una manera o en otra, hacer y mostrar sus creaciones o investigaciones. Pero sucede una realidad, que los grandes entes ocupan siempre las grandes carteleras y las entidades más pequeñas y autores con menos relevancia pasan a ser secundarios…

El mismo Internet te indica que existen más de 500 millones de blogs en todo el mundo. No cuento el resto de webs, ni el resto páginas y de redes electrónicas… por lo cual, alguien que se dedica a una realidad cultural, de creación o de investigación, le sucede, por un lado, que puede publicar, hacer público sus ideas o sus mensajes. Alguien que hace un blog de matemáticas o de Física o de Filosofía o de Arte o de Ensayo o de Artículos Periodísticos, por una vez en la historia, puede pasar de su cabeza o creatividad, a un material externo, papel o sistema electrónico, e, inmediatamente publicarlo, hacerlo público. Esto es un cambio radical y esencialmente radical. No se tiene que quedar en su despacho o en su cajón.

Pero también sucede que existen un número enorme de blogs –más aún de Webs, más aún de redes sociales- en el mundo. Existen miles, cientos de miles de blogs de filosofía o de literatura o de arte o de matemáticas… Por lo cual, esa enorme esperanza que hubo de ocupar un lugar en la cultura, y, quizás ser oído por la industria cultural y por los gestores y los intermediarios culturales, por el mundo académico y el mundo universitario se ha visto que ha sido ambivalente. Si se puede hacer público un contenido, por tanto, alguien que esté en un barrio de una gran ciudad o en una aldea de este mundo, puede enviar al cosmos una botella con sus contenidos. Esto es cierto, pero también su influencia en general, salvo excepciones es limitada. Por tanto, al menos, puede tener unas decenas de lectores o visualizadores de su contenido, si con mucha suerte unos miles…

Pero en cuanto los sistemas electrónicos como dimensión de libro, aquí ocurre, dos realidades. Alguien puede mostrar y publicar su libro en Internet, en su blog, en su Web, en su página personal, y, después indicarlo por redes, si alguien quiere verlo o visitarlo… Con lo cual, es un avance enorme, se cuenta que Grigori Perelmán publicó su solución a uno de los siete grandes problemas matemáticos del milenio, lo expuso en Internet, en una página personal.

Pero el libro electrónico en soporte material-físico, que tanta esperanza hubo, hemos ido viendo, dos realidades que han ido cambiando de “formatos”, de los disquetes a los CD, después a los DVD, y, ahora los Pen-drive. Con lo cual, la tecnología cambia. Si observan ustedes los depósitos de algunas bibliotecas públicas ya no aceptan libros en materiales que denominan obsoletos.

Y, ocurre, otra realidad muy compleja y muy perpleja, que un formato de un libro o un contenido cultural en un DVD, según La Biblioteca del Congreso de Washington, solo tiene una vida de una docena o quincena de años –si es bien tratado-. Por tanto, se nos dijo que iban a descubrir un material informático que durase unos cien años, y, ha ido pasando el tiempo, y, que yo sepa no se ha descubierto todavía, o al menos, no se comercializa. Por lo cual, muchas personas y muchos autores, que han difundido sus obras, mejores o peores, de un saber o de otro, de un arte o de otro, en gran medida en sistemas o formatos electrónicos con soporte físico, están temblando y se han dado cuenta, que ya hay material que no pueden recuperar…

Se está produciendo el gran temor, de lo que se denomina “desierto documental…”. Por tanto, la gran esperanza del libro en formato o soporte electrónico sea uno o sea otro. Ha quedado reducido, se sigue utilizando pero ya con cierto pesimismo. Eso sin contar que las tecnologías informáticas van cambiando, los software y reconocimiento de los mensajes y textos electrónicos también. Por tanto, ese sueño, que un autor, sus diez libros, los publicaba en DVD, y, que durarían cien años. A ver, a ver si en el futuro su trabajo se valoraría, nos hemos encontrado, con que ha sido una esperanza, que se ha difuminado mucho. Cierto es que se puede pasar de un formato físico a un sistema informático o electrónico, una gran memoria. Eso, eso sería la gran esperanza…

Se pide a las Administraciones culturales y a los entes privados, que creen Fundaciones o Museos con grandes ordenadores electrónicos, de una gran capacidad, y, los autores que deseen puedan enviar sus materiales y sus producciones para que estas queden para el futuro. Hayan sido publicadas o no, se pide y se desea. Aquí, aquí lo volvemos a hacer….

De momento el libro en papel permanece, pero no todos los autores, pueden sus diez mil páginas en papel, escritas durante cincuenta años, publicarlas, no pueden por diversas razones. Por eso, es tanta la esperanza de encontrar en el sistema electrónico, algún sustitutivo de esta realidad, para que así, la voz de cientos de miles de autores y autoras, creadores es una palabra muy ampulosa, quede en y para el futuro, aunque sean de quinta categoría. Cuán contentos se pondrían los filólogos de hoy, si encontrasen quinientas obras de teatro de cien autores del siglo de Oro español, aunque fuesen autores de quinta categoría… Paz y bien…

https://www.youtube.com/channel/UCP1qKD3iC1dhkOschAftOAQ © jmm caminero (21-31 mayo  25 cr).

Fin artículo 4.901º: “Libro digital, libro de papel”.

E. 01 junio 2025 a Revista Lugar de Encuentro.com. Canarias Noticias.es.

Humor 3.481 a 3.487.

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