Artículo 4.930º: “Un obispo que llegaría a ser León XIV en un caballo”.
He visto una foto del actual
Pontífice León XIV, cuando era
obispo en Ecuador, subido, viajando en un caballo rodeado de niños, imagino que
haciendo una visita pastoral.
Cómo
me gusta citar las fuentes, y, dar el mérito a quién lo tiene, dar al César lo
que es del César, y, quizás también por deformación académica, pues si alguien
la quiere buscar, está publicada en The
New York Times, el 12 de mayo del 2025, anexionada a un artículo, pero
la fotografía es de Ernesto
Benavides/Diócesis de Chiclayo. Diócesis dónde fue obispo el actual
Pontífice.
Es
una cosa singular ver en momentos de hoy, percibir y ver, que el actual
Pontífice, no se traslada en vehículo de motor, ni en avión, ni en barco, sino
que es una cosa singular, verlo en una fotografía, que no tendrá demasiado
tiempo, verlo moverse y trasladarse, no por turismo, no por hacer deporte, no
por hobby, sino por necesidad en un caballo. Damos por hecho, que sería una
zona especialmente alejada y montañosa y sin carreteras o caminos asfaltados…
Decía,
Umbral con sus frases tan profundas
y esenciales, que hasta el siglo veinte los imperios se hicieron a lomo de
caballos, es decir, desde Ramsés II,
Alejandro Magno, Gengis Khan, Julio
César, hasta Napoleón…, y, mucho antes de estos y un poco después de estos
nombres. No olvidemos que en la primera guerra mundial se considera que
murieron ocho millones de caballos, mulas y burros, en total de todas las
especies de anímales, se considera que murieron, reitero y repito en la primera
guerra mundial, dieciséis millones de animales –ya no entramos en qué
menesteres y en qué cantidades por especies-.
Si
mi memoria no me falla hasta Juan XXIII,
que lo abolió, iban en algunas ocasiones en alto, con palio. Era una medida de
defensa, igual que ahora los automóviles con sistemas de protección ante las
balas… En cada época, las altas jerarquías de la sociedad se ven obligadas a
tomar medidas de seguridad. Pero no podemos negar que es una imagen ejemplar,
meritoria, de gran valor de testimonio, incluso de valor estético, que el
actual Pontífice, hace cinco o diez o quince años, no sé de cuándo será esa
fotografía, dicha persona, en aquel momento obispo, para la visita pastoral,
que es una obligación de todo obispo ir, cada cierto tiempo a todas las
parroquias de su territorio. Ir y visitarlas y ofrecer consuelo y predicación y
comprender la vida de los fieles cristianos y de los ciudadanos no
cristianos...
Cuando
empieza la vida de un Pontífice, todo el mundo hace quinielas, que si va a ser
más progresista o más conservador, que si va a resolver un problema pendiente o
lo va a dejar a medias, si va a tomar una aptitud y otra actitud. Si miramos la
Historia de la Iglesia, se perciben, con los datos que se disponen que ya los
primeros siglos en el Obispo de Roma, y, en su nombramiento, pues también
existieran pequeñas o medianas desavenencias, en algunos casos…
Debo
confesar que en este asunto nunca he estado demasiado preocupado, porque cada
Autoridad Máxima, sea en el Poder que sea, sea religioso o sea político o sea
económico, está dentro de un “flujo de la historia”, así lo denomino
personalmente. Es decir, están condicionados por las corrientes del presente,
y, por sus cabezas personales, más las circunstancias que les tengan que
suceder, a eso les añaden todos los grupos de presión, de todo tipo, que están
alrededor, porque el “poder máximo, sea la estructura que sea, no degusta la
comida, no degusta el poder, generalmente, ni siquiera totalmente solo y en
solitario y en soledad”, hay otros comensales que entran la cuchara en el plato
de cocido o de jamón…
El
tiempo me ha enseñado que siempre ocurre con los Pontífices las mismas
actitudes y aptitudes, unos los critican desde el principio, otros los aplauden
desde el mismo momento, otros esperan lo que vaya a suceder, otros tienen
asuntos a resolver inmediatos –órdenes religiosas, no pondré más nombres-.
Otros los alaban, otros los vituperan. Se alaba o critica mucho al presente
pontífice, y, se van olvidando a los del pasado. El actual siempre es el más
importante.
Y,
no nos damos cuenta, que cada uno ha sido muy importante en su momento… Sucede
lo mismo con los Jefes de Gobierno o los Jefes de Estados o los Jefes de
Gobierno-Estado si son Presidencialistas… pero cada uno, lleva su cruz y su
carga, esta es la realidad, como todo ser humano, sea el que sea, esté situado
en un estrato social o en otro, cada uno lleva no una cruz y una carga, sino
varias. A veces, a veces pienso que uno de los grandes fines de los artículos
de opinión, es ayudar y suavizar un poquito la carga y las cruces que cada uno
lleva… Por eso, si usted tarda cinco minutos en leer este artículo, quizás le
sirva para olvidar, una tristeza profunda que lleva y arrastra, le ayuda a
suavizar un poco esa tristeza… porque le hace olvidar por unos minutos, esa
preocupación que su mente y su corazón y su conciencia y su alma y su carne
lleva este día o este mes o este año…
Que
el actual Pontífice, que ahora viajará poco en caballo o mulo visitando las
diócesis del mundo, pero que se pueda ver una fotografía real, no una pose, no
una publicidad, montado en un caballo-mulo, no distingo, rodeado de niños en
algún monte de Ecuador. Es un ejemplo, es una expresión de que los hombres
todavía tenemos motivos para tener esperanza. Porque todavía hay personas de
buena voluntad, que son esencialmente buenos, sean más progresistas o sean más
conservadores. Concepto que debemos aceptar: seamos ateos o seamos agnósticos,
o seamos escépticos, o seamos creyentes en cualquier religión... Paz y bien…
http://twitter.com/jmmcaminero © jmm caminero (05-15 junio 2025 cr).
Fin artículo 4.930º:
“Un obispo que llegaría a ser
León XIV en un caballo”.
E.
15 junio