Artículo 4.846º: “¿Creemos en demasiadas cosas e ideas y realidades?”.
¿Creemos en demasiadas cosas, no
solo metafísicas o religiosas, sino sociales, políticas, económicas,
psicológicas, culturales, etc., en conceptos o ideas y en prácticas?
Muchos
creen que porque dicen no creer en Dios, la religión de su cultura o ninguna,
ni en cuestiones metafísicas o contestarlas todas negativamente, son personas
que no creen en nada, y, que en todo siguen una aceptación de la realidad,
según la lógica, la racionalidad y la moralidad en la que crean…
Ortega, si mi memoria no me falla
hablaba de “ideas y creencias”, que los humanos dividen el mundo conceptual en
ideas, ideas más o menos racionales y demostradas o demostrables, y, creencias,
que son un enorme mundo de creencias-convicciones, que están en todos los
campos, que no están demostradas racionalmente.
Quizás,
el ser humano no pueda “mostrar y demostrar” que todas sus ideas-conceptos
puedan ser coherentes, lógicos, racionales, según el saber ortodoxo del que
dependan. Y, entonces, en multitud de convicciones, aceptaciones, ideas no son
totalmente demostrables sino son creencias. Quizás, el conjunto de creencias
sea mayor que el de ideas demostradas y demostrables, o el conjunto de ideas,
ideas como representaciones mentales, ideas-creencias sea, incluso mayor que el
de ideas-demostrables-demostradas, según algún saber coherente –ciencias,
filosofía-.
Tenemos
seres humanos, todos los días nos encontramos con seres humanos, que dicen y
así creen que viven, sin creencias religiosas, se mueven en el ateísmo o
agnosticismo, y, creen que ellos o ellas son superiores porque viven en un
mundo de “convicciones demostrables y demostradas”, y, si arañas un poco más
dentro te encuentras con esas personas moverse en un mundo de supersticiones,
de concepciones no demostradas y no demostrables, y, que sobretodo no quieren
que se demuestren, creen en una posición política o ideológica o filosófica o
metafísica o psicológicas o social o… inamovible, sin razones suficientes y
convincentes y demostradas y demostrables.
Es
cierto que nadie puede saber de todo, de todo racionalmente, y, según los
saberes que correspondan esas concepciones. Es imposible. Pero al menos, los
humanos en los temas, que llamamos de humanidades, que no son ciencia, debería,
en la medida que cada uno pueda, examinar sus convicciones, no solo las de las
religiones o espiritualidades y metafísicas, sino todas. Comprendo que es un
esfuerzo enorme. Si alguien te encuentras, sale en los medios de comunicación
que de una posición ideológica A ha ido hacia una B, o de una B hacia otra A,
al menos te das cuenta, que en veinte o cuarenta años ha ido evolucionando, si
ha cambiado con ideas demostradas, no solo con ideas-creencias.
Creo
que muchos males de la sociedad, de los humanos, de los grupos, de los
individuos nacen de esta realidad. Pongamos por ejemplo, alguien no cree en la
religión mayoritaria de su cultura occidental, y, te encuentras que al cabo de
diez años, ha entrado en creer, en algunas de las “religiones” –no entramos si
lo son o no son-, que son mucho más irracionales, ilógicas, alógicas que la
religión mayoritaria de su tradición occidental. Y, te dices, y te preguntas,
cómo ese individuo que era tan racional, que negaba con diez razones la
religión de su cultura, ha caído en una religión minoritaria, cuándo no una
realidad que es casi sectaria o secta. Te dices a ti mismo, como esa evolución…
Comprendo
que ser filósofo o pensador, igual que ser cura o sacerdote o ser psiquiatra,
es un esfuerzo mental que no todo el mundo puede soportarlo. Pero pienso, si
usted tiene valor, que de vez en cuando. Los artículos de opinión, pueden ser
un instrumento modesto, que puede ser y servir para este fin. Analice usted
poco a poco sus ideas, sus convicciones, sus creencias, sus aceptaciones
mentales o prácticas, sus formas de pensar y sus formas de hacer y sus formas
de creer y sus formas de sentir… Hágalo poco a poco, en docenas de temas y
cuestiones, después ir pasando a muchos más… Y, se dará cuenta, que “muchas
convicciones que usted tiene, que creen que son ideas y conceptos racionales y
lógicos y demostrables y demostrados”, no lo son tanto, son creencias… Tenemos
más creencias de las que creemos, y, tenemos menos ideas demostradas y
demostrables de las que creemos…
Puede
que usted no crea en ninguna religión o en ningún Dios, o dude y esté en una
posición agnóstica o escéptica, pero si examina, en multitud de otros campos se
mueve en un mar de creencias, que la ciencia no demuestra o acepta, parcial o
totalmente, ni la filosofía con sus argumentos de razón, no demuestra total o
parcialmente…
¡Lo
siento, tenerle que echarle este bidón de agua fría, hoy, que estamos en la
primavera, pero ya lo dijo Ortega,
hay diferencias entre ideas-demostradas, y, de ideas-creencias…! Con eso, no
digo que las creencias no sean necesarias, pero al menos, sepa lo que son ideas
demostradas o demostrables, y, lo que son aceptaciones de realidades, a niveles
de querencias-creencias. Vivimos con creencias y con ideas-conceptos. Esta es
nuestra realidad…
¡Eso
es lo que usted tiene que demostrar o averiguar en sí, cuales son
ideas-creencias y cuales ideas-demostradas por el saber ortodoxo…! ¡Produce
tristeza percibir y ver tantos individuos que se mueven en el terreno de las
creencias, en cosas absurdas, irracionales, ilógicas, alógicas… da pena…!
¡Hemos echado a Dios por la puerta y a escobazos, y, hemos dejado que entren
por las ventanas mil supersticiones…!
http://filosliterarte.blogspot.com.es © jmm caminero (24 abril-04 mayo 2025 cr).
Fin artículo 4.846º:
“¿Creemos en demasiadas cosas e
ideas y realidades?”.
E.
04 mayo