Artículo 4.869º: “El deporte y Manolo el del Bombo”.
La creatividad y la originalidad
y la singularidad humana se muestran y demuestra de muchas maneras y de muchas
formas. Una, una ha sido ésta, un señor que ha sido un símbolo.
Desde casi la juventud,
recordamos la figura de esta persona atada a un bombo o tambor, o un bombo
atado a una persona. Manuel Cáceres
Artesero (San Carlos del Valle, Ciudad Real, 1949, Castellón, 2025). Si no
recuerdo mal, en mi memoria muy lejana, ya en la juventud, creo que siempre ha
sido animador de la Selección y de un equipo según dónde habitaba, y, después
si mi memoria no me falla, continúo siendo de la Selección y del Club del Valencia.
Para muchos les gustaría que el
país se paralizase porque representen una obra de Esquilo o el Mahahbharata o la
Divina Comedia en la televisión, pero no es así, el país se paraliza
por un gran partido de futbol entre los dos titanes de la geografía ibérica. En
ese tiempo de permanencia de ese deporte y juego quijotesco y lance y justa
medieval, los vehículos se reducen en las carreteras, por tanto, alguien alguna
vez tendría que averiguar si en ese tiempo de encontronazo deportivo de los dos
grandes equipos, si se reducen los accidentes de tráfico –sería bueno hacer un
artículo de opinión sobre este tema-.
El deporte en la realidad humana,
ya en tiempos del imperio bizantino, cuando las carreras de cuadrigas, ya, en
la etapa moderna del deporte, digamos desde hace dos siglos, el deporte tiene
muchas connotaciones y muchas causas y muchos motivos y muchas finalidades.
Algunos han hablado que el deporte es una forma civilizatoria de demostrar
antagonismo y controversia, es mejor, que los humanos esas diferencias, de
diverso tipo, no solo de deporte en sí, se muestren en un campo de césped o de
arena, y, no de otra forma. Siempre se ha indicado que existen dos realidades
humanas en esta Celtiberia antigua que por lo pronto tranquilizaba los ánimos,
sosegada colectivamente las mentes –los toros en declive y el futbol, yo
añadiría también la playa como deporte-. Recuerdo hace décadas, personas por la
calle, los domingos por la tarde, paseando y llevando una radio pequeña en sus
oídos, oyendo sabemos todos, el partido. Ahora con Internet y los móviles ha
cambiado la realidad.
Hace unos días ha fallecido este
señor, que ha sido símbolo con muchos significados de nuestra sociedad y país.
Ha llevado la bandera del futbol por todo este planeta, y, por tanto, de alguna
manera, ha hecho por la reivindicación del deporte mucho más de lo que
pensamos. Quizás, el pueblo donde ha fallecido, debería las Administraciones
Públicas y Privadas formar una Museo o una Fundación que recuerde su nombre. La
originalidad y la creatividad, y, lo que hacía este hombre, era una mezcla de
teatro y deporte. Una especie de embajador del deporte, del futbol, de la
selección, en definitiva, una forma de ocio de forma sana.
Era secundario que en una etapa
de su vida apoyase a un equipo, y, otra a otro. Es lógico, ha mostrado y
demostrado la migración que ha ocurrido en nuestro paisaje. Olvidamos que
millones de personas han migrado dentro de nuestro territorio, y, no solo
fuera, en estos últimos ochenta años. No deberíamos olvidarlo. Quizás, no
exista y si no existe debería alguien crearlo, que nos cuente, en un Museo o
Fundación las migraciones interiores de nuestra sociedad…
No sé si las entidades más altas
del futbol, los equipos que apoyó, no sé si la Asociación más alta del Futbol
español, le otorgaron en vida alguna medalla, algún homenaje. Pero si no lo han
hecho deberían hacerlo ahora después de su fallecimiento. Si no existe esa
Medalla conmemorativa, es ocasión para que estudien y analicen si sería
conveniente, crear una especie de Medalla-Homenaje-Mención, al menos una al
año, a una persona o entidad cada año, que se ha merecido ésta, por el apoyo al
deporte o al futbol en concreto. Esas personas semianónimas que durante años,
lustros, algunas décadas de alguna manera, y, sin recompensa ninguna o casi
ninguna, pues hacen mucho por el desarrollo de este deporte y del deporte en
general. Si es posible, que tenga connotaciones del pueblo y en el pueblo.
Quizás, ahora que ha fallecido,
decíamos arriba, quizás en su pueblo de fallecimiento, deberían empezar
construyendo un Museo-Fundación Virtual, al menos virtual al principio, y,
después si es posible, virtual y material-física, para que esta figura, surgida
y nacida del pueblo continúe en la memoria popular. Es más, pienso, si se me permite,
dicho con todo respeto, en el pueblo que ha fallecido Moncófar, no solo tienen que ponerle el nombre de una calle, una
placa, si es posible, hacerle una escultura y ponerla en medio de una rotonda o
plaza, porque merece ser recordado. Creo que su figura proporcionaba una
sonrisa.
Hoy, en nuestra sociedad, en esta
Celtiberia tan antigua, que alguien, de forma consciente e inconsciente, su
figura, su nombre, proporcione a los demás una sonrisa, es y merece, ser
recordado por y para las generaciones futuras, y, por las presentes. Aquí,
aquí, aquí dejo el agua de mi modesto homenaje.
http://youtube.com/jmmcaminero © jmm caminero (07-11 mayo 2025 cr).
Fin artículo 4.869º:
“El deporte y Manolo el del Bombo”.
E.
11 mayo