Artículo 4.880º: “Abre la luz una nueva estrella, 370.000 al día”.
Cada vez que nace un niño o una
niña florece y se enciende una nueva vela, una nueva estrella, una nueva luz,
una nueva montaña, un nuevo mar, una nueva sonrisa...
Estamos acostumbrados a cosas que
suceden todos los días, que no nos damos cuenta de la enorme importancia y del
enorme valor. Una, una de ellas es el nacimiento de un niño o niña.
Vivimos y existimos tan deprisa
que no somos conscientes o somos a medias, de la gran alegría y esperanza y
amor, que todo niño o niña acarrea a este mundo. Ya, ya sabemos que algunos
niños o niñas pueden nacer en hogares complicados. La complicación puede ser de
muchos modos y muchas maneras, de muchos colores y de muchas formas.
Cada nueva vela, cada nuevo niño
o niña, nace en un hogar o familia, cada uno con sus diferencias y sus
problemáticas y sus alegrías y tristezas, nace en una sociedad y en una
cultura, cada una, con sus límites, sus alegres colores y sus tristes grises,
que cada niño o niña nace en una época o tiempo o realidad social, en todos los
ámbitos…
Pero cada niño o niña que nace,
es como que la Naturaleza nos proporciona un nuevo regalo. Ya, ya sabemos que
hay demasiados niños y niñas, que malviven en sus casas o fuera de sus casas.
Ya sabemos, ya sabemos que existen muchas alegrías y felicidades humanas, y,
muchas tristezas y angustias humanas, muchas perfecciones humanas y muchos
males morales y psicológicos y espirituales humanos. Ya, ya sabemos. Quizás,
quizás no conozcamos todos, pero si muchos…
Miro, como todos los articulistas
–porque aunque no reciba emolumentos económicos, creo que me puedo autotitular
articulista de opinión, por diversas razones, que no vienen a cuento, ni aquí,
ni ahora-. Todos miramos a la prensa diaria, miramos y escuchamos lo que se
dice en la calle, miramos a nuestro propio corazón y carne, también, en mi caso
doy vueltas, algunos días, por el articulismo del pasado. A veces, tomo una
frase de un artículo, a veces, un título. A veces, los cito, casi siempre.
Otras veces, como casi la mayoría no los cito. No los cito, no por no darle el
homenaje que merecen, sino, quién sabe, por si se enfadarían conmigo, porque
crean que les estoy haciendo una crítica negativa...
Hoy, solo me baso en un título de
un artículo, del gran Julio Camba,
se considera, uno de los diez grandes articulistas de opinión de nuestro
terruño. El artículo se titula: Se enciende una estrella, desconozco
periódico dónde vio la luz, ni la fecha. Es más, no lo he leído, lo haré, lo
haré después de escribir este texto… pero solo el título me ha servido, me ha
sugerido, que debería hacer un artículo recordando las luces que nacen todos
los días, cientos de miles cada día, millones de niños y niñas nacen cada año.
Según Internet, nacen cada día, a fecha de estas semanas o meses, 370.000 y
fallecen 155.000.
No puedo saber, la vida que cada
niño o niña llevará, si tendrá una existencia larga o corta, si tendrá muchos
sufrimientos o muchas alegrías, o ambas cosas a la vez. Si tendrá o dispondrá
de tales virtudes o de tales otras. Si tendrá suerte con hijos o no dispondrá
de ese gran valor. Si tendrán muchos sufrimientos afectivos o tendrá pocos. Si
se encontrará con buenas personas o con malas personas… Si y si… pero hoy,
quisiera recordar a cada niño o niña que nace cada día, esos trescientos
setenta mil –también, me gustaría recordar a todos esos que cierran los ojos
cada día, pero no me puedo ocupar de esta cuestión en este texto, ochocientas
palabras de una columna es un manjar pequeño, da para poco-.
He planteado, desde hace tanto
tiempo, que caminemos hacia Un Estado
Mundial, creo que esto facilitaría más Derechos Humanos a todos los seres
vivos. Más derechos humanos a los niños y niñas. Creo que se reducirían las
injusticias y las iniquidades y se reducirían muchos grandes males y pequeños
males que existen en la historia y en la existencia humana.
Pero tenemos que encontrar modos
y maneras, que todos los hombres, sean de la religión que sean, de la cultura
que sean, de la metafísica o filosofía que sean, sean o seamos capaces de vivir
y de existir bajo un mismo Estado. Todos los de Europa bajo Un Estado de Europa, y, así, un día, no
tardando mucho, podamos vivir en Una
Federación Mundial de Estados, formando un Estado. Quizás, quizás sea un
sueño muy grande, muy u-tópico, muy u-crónico. Pero también tenemos derecho a
soñar un poco…
Cada niño o niña que nace, nace
una nueva sonrisa. Dejemos que esa nueva sonrisa crezca, dejemos que esa nueva
sonrisa aumente, dejemos que esa nueva sonrisa brille…
http://twitter.com/jmmcaminero © jmm caminero (17-18 mayo 2025 cr).
Fin artículo 4.880º:
“Abre la luz una nueva estrella,
370.000 al día”.
E.
18 mayo