Artículo 4.848º: “El escritor y los blogs y Vicente Verdú”.
Uno
de los cambios revolucionarios positivos que ha traído Internet, aunque no
todos son positivos, es el blog. El blog puede hacer a cualquier persona
escritor o…
Aunque
apenas sea leído y visto, alguien que se dedique a la investigación o a la
creación en cualquier saber o ciencia o arte con un blog puede presentar su
trabajo al mundo. Lo hace público, que eso significa publicar. Puede que
después sea visitado por diez personas o por cientos de miles. Lo mismo
aplicables a las redes sociales.
He
indicado siempre que un escritor, necesita cinco pasos: observar-estudiar-leer,
pensar-analizar, escribir-materializar el producto, publicar o hacer público,
recibir un dividendo social y económico. Hoy, Internet permite, al menos los
cuatro primeros. Por tanto, diríamos que esa necesidad de escribir o pintar o
construir fotografías o realizar ensayos o plantear cuestiones matemáticas.
Todas esas cuestiones pueden hacerse en Internet. Ejemplo en matemáticas, Perelman.
Otra
cuestión es cuánto tiempo van a estar en la realidad o en el mundo, si van a
ser visitadas y después se perderán dentro de diez o cien años. Eso es otra
cuestión que personalmente no sé contestar.
Cuándo
hace dos décadas empezaron los blogs y semejantes, se extendió por la comunidad
cultural de autores y creadores e investigadores un viento y huracán de enorme
esperanza. Porque consideraron que era la solución definitiva a su necesidad de
escribir y hacer público. Yo, que ya tenía cierta edad, pensé, que sucedería
como en todo, los peces ballenas grandes se comen con pimientos a los pequeños.
Es decir, las grandes empresas serían las que tendrían millones de visitas, y,
los pequeños solo unas docenas o unos cientos. Y, eso es lo que ha sucedido.
Pero
aunque sea unas decenas, eso me sucede a mí en la red Equis, en Facebook, en
los varios blogs que dispongo, solo se reciben varias decenas de visitas, y, en
las redes como no sigo yo a nadie, no pasan de unas decenas tampoco… Pero
bueno, creo que he cumplido con mi deber de materializar lo observado y pensado
en escritura y difundirla.
Si
a alguien se le ocurre una idea o una pregunta, su deber es hacerla pública,
quizás llegue a una costa o mar o labios que sepa valorarlo, y, sirva para
perfeccionarla, y por tanto, entre en el conducto de la cultura. Quizás. Ahora
con la IA quién sabe si una solución de alguien que vive en una aldea
desconocida de la India, pueda servir, ante un problema y un sistema de
búsqueda de soluciones con el Big Data y la IA la encuentre y pase al torrente
de la cultura académica y oficial.
En
esta búsqueda por el articulismo ibérico que voy haciendo me he encontrado con
un libro de entradas del blog de Vicente
Verdú Macià, (1942-2018) notable escritor, periodista, articulista, poeta,
también pintor –actividad que desconocía-. Que en una entrada de un blog, que
al final son pequeños artículos, el género de la prosa en pequeño o fragmentos
de prosa, titulado: La identidad del escritor, con fecha del 22 del junio del 2007,
reflexiona sobre la escritura y la literatura y oficios conexos. Creo que en un
mundo con tal cantidad de información disponible, la sociedad se ha visto
obligada a reducir el mensaje, en número de palabras, también posiblemente en
número de ideas, imágenes, símbolos, argumentos, datos…
Creo
que la tragedia del escritor/a hoy, creo que ha sido durante todos los siglos
–aplicado a todas las actividades de investigación y de creación cultural, en
todas las disciplinas-. Es que todo el mundo sabe, que a lo sumo tendrán
presencia en la sociedad un uno o dos o tres por ciento. Quizás, después un
diez por ciento, de vez en cuando, y, el resto pues sus producciones se
perderán. Pienso que esto es la gran tragedia de los productores, los que
producen cultura, en definitiva, interpretación cultural.
Pienso
que en el siglo veintiuno, se siga tolerando y aceptando, que miles, decenas de
miles de obras y de autores de cada generación se pierdan. Que miles, decenas de miles de obras de cada generación se pierdan, creo que es una
injusticia, iniquidad, salvajismo cultural. Aunque sean los autores y
productores de tercera o séptima fila. Creo que alguien que se ha tirado diez o
cincuenta años haciendo poemas, aunque sean de poca calidad, merecen, que las
Administraciones Públicas y las Entidades Privadas les ofrezcan un sitio o un
lugar que su producción puede permanecer para generaciones futuras –aunque no
puedan publicarlo como libro o libros, por mil razones, que no vamos a indicar
aquí-.
Muchas
veces, he pensado, me he preguntado, que ese afán de escribir o pintar o
filosofar o hacer música o realizar matemáticas, si no tendría un cierto
carácter enfermizo. Nadie se ofenda. Que alguien se pase diez o cincuenta años
de su existencia, escribiendo novelas, obras de teatro, poemas, pinturas,
dibujos o cualquier otra cosa. Y, qué prácticamente a nadie interese, y, que
solo dedica tiempo y dinero. Y, al final, de momento sabe que posiblemente todo
o casi todo se perderá.
Me
pregunto, si no es éste un pequeño síndrome, una pequeña enfermedad o
patología, aunque sea pequeña y suave. Aunque siempre es mejor hacer poemas
malos que no beber buenos cubatas u otras cosas, que al final, te quema el
riñón, el bolsillo y te orada la moral.
http://www.facebook.com/cuadernossoliloquiosjmm © jmm caminero (25 abril-04 mayo 2025 cr).
Fin artículo 4.848º:
“El escritor y los blogs y Vicente Verdú”.
E.
04 mayo