Artículo 5.165º: “Erradicar la guerra en la humanidad”.
Aunque aceptamos el derecho a la
defensa, guerra justa, concepto de evolución durante siglos, la humanidad ha
llegado el momento de plantearse la erradicación de la guerra.
La
humanidad tiene derecho al derecho de defensa, de la defensa justa, individual
y colectivamente, lo que durante siglos se ha denominado en la filosofía
escolástica, “la guerra justa”. La guerra hay que evitarla de todas las formas
posibles, pero si estalla, no todo se puede hacer en la guerra, existen límites
incluso para y en las guerras. Los no combatientes tienen derechos, etc. El
Tribunal de Ginebra de alguna manera ha desarrollado y concretizado y
materializado ese concepto de guerra justa que surgió durante siglos y ha ido
evolucionando. No citaremos autores en este
artículo…
Pero
ha llegado el momento. De que la humanidad se plantee que determinados males
que han estado dentro de nuestras sociedades durante milenios, se habla de diez
mil guerras en el mundo desde el principio de la etapa neolítica, ha llegado el
momento que abordemos, dos conceptos: uno, que se sigue admitiendo el derecho a
la defensa, entre otros motivos, no sabemos lo que nos encontraremos en el
universo.
Segundo,
buscar maneras y formas de erradicar la guerra, de la faz de la tierra. Simple
y llanamente, si hemos sido capaces de plantearnos resolver multitud de
epidemias a lo largo de los siglos, también podríamos, primero, plantearnos que
la guerra es una epidemia, segundo, encontrar conceptos que eviten la guerra,
tercero, aplicar normas y medidas para evitar la guerra. En definitiva estudios
más profundos sobre la polemología y la irenología. Sobre la guerra y la paz.
Porque la guerra es la engendradora de otros males, males profundos y graves,
que duran décadas y, a veces, generaciones sus consecuencias. De las guerras
nacen enormes males, enormes heridas, enormes traumas…
Somos
más de ocho mil millones de personas, se pueden crear programas de
investigación a nivel mundial, que su fin, su finalidad sea no de dejar de
tener sistemas de defensa e investigación en defensa. Sino teniendo y evolucionando
en ellos, también disponer de ideas, conceptos, prácticas y normas que puedan
hacer posible, que en el horizonte se investigue como erradicar, anular, no
practicar la guerra. Buscar ideas y conductas, individuales y colectivas que
eviten las guerras, a nivel teórico y a nivel práctico.
Se
habla de que el año pasado hubo cincuenta y seis guerras en activo. Cincuenta y
seis. Lo primero que hay que hacer, si se estudia dicho fenómeno, si se hacen
actos para evitar dichas realidades, se haga no “sólo contra un conflicto
activo”, sino contra todos. Creo que si se protesta hay que hacerlo contra
todos. Materialicen un día Internacional contra la guerra (Existe un Día
Internacional de la Paz, el 21 de septiembre; Día Internacional de la No Violencia,
el 2 de octubre, el día Internacional de la Objeción de Conciencia, el 15 de
mayo). Y, así de ese modo, al ver toda la totalidad de los conflictos reales,
se pueden buscar soluciones. No sólo existe un conflicto sino existen, parece
ser en estos momentos, unos cincuenta, número arriba o número abajo. Ni
siquiera este escribiente que está redactando un artículo sobre esta cuestión,
no sabe si son cincuenta, o cincuenta y dos o cuarenta y ocho. Prueba evidente,
de que la guerra como conflicto humano en el planeta, de cierto modo lo tenemos
olvidado…
Dirán
que hay que conceptualizar que es una guerra y qué no es, también analizar y
conceptualizar los tipos de guerra que existen, o han existido, es decir, las
cuatro o cinco grandes grupos. También las nuevas guerras reales existentes, y,
las posibles que pueden surgir. Tercero, analizar como resolver que dicha
solución de la guerra, no se produzca en el mundo con ciento noventa y dos
Estados, que a su vez, pueden provocar una guerra con otros. También, cuarto
las guerras, dentro de cada territorio, guerras internas, de algunas facciones,
sea levantando una bandera o sea otra…
La
guerra dicen las religiones nacen en el corazón de los hombres, y, hay que
luchar dentro del corazón de los hombres, de cada hombre, para que no vea, la
solución a un problema sea una guerra.
Que aunque tenga intereses de una cosa o de otra, la guerra, no debe estallar.
Que la guerra hay que saber, no es lo mismo quién se defiende, que el que
ataca. No es lo mismo, la persona que va por la calle tranquilamente, y, es
abordado para ser robado, que quién sufre el robo, y, se defiende del robo…
Quizás, desarrollar Tribunales Internacionales que cuándo un Estado sea vea
gravemente afectado en sus intereses, pueda llevar dicho asunto a ese Gran Tribunal
Internacional de evitación de la guerra.
Creo
que existen ocho mil millones de kilos de cerebro, y, más, creo que con ocho
mil millones de kilos de cerebro, seríamos capaces entre todos, si se crearán
programas internacionales para resolver el conflicto armado, para que no
estalle el conflicto armado. En Europa estallaron dos grandes guerras en el
siglo veinte, y, otras menores. Ahora mismo en Europa se sufre una guerra
clásica y de libro. Ahora, se está intentando que ese conflicto no escale hacia
arriba, no se eleve su escalada y dimensión y consecuencias. Pero si hemos
resuelto las epidemias de viruela, varicela, la peste bovina en rumiantes
también podríamos resolver la epidemia de la guerra…
Creo
que es cuestión que la humanidad se ponga en investigación teórica y
materialice actos y normas, para que grandes males de la humanidad se resuelvan
ya, como la guerra, el hambre, las enfermedades que se conocen ya la cura, la
falta de agua, la vivienda, etc. Pero lo primero para ello, es pensar, que podemos
resolverlo, que podemos encontrar la solución, y, después empezar a mover los
hilos para buscar las maneras de solución y resolución. Paz y bien.
https://muckrack.com/jesus-millan-munoz ©
jmm caminero (09 octubre 2025 cr).
Fin artículo 5.165º:
“Erradicar la guerra en la
humanidad”.
E.
26 octubre