Artículo 5.162º: “Ver las polémicas culturales desde el tendido”.
Uno ve todas las corridas y
boxeos y competitividades del mundo de la cultura, tanto las más altas y las
más provincianas desde el tendido más alejado, cuándo no desde la calle.
De
vez, en cuando surge alguna. Ya de muchas provinciales no me entero, ya de
muchas locales que existirán ni siquiera conozco a los contrincantes –ni
siquiera muchos de ellos conocen que existe un trabajo de décadas realizado por
este escribiente y pintante y pensante-.
Las
que bullen como característica nacional o de los grandes centros del poder
cultural y de los otros poderes, esas si surgen en la prensa de algo me entero.
Al final, todas las diatribas culturales siempre tienen varias dimensiones, la
cultura en sí, que muchas veces es la excusa, combinadas con los mundos
sociopolíticos, y, desde luego, los cargos con cargas de platino o de cobre o
de bronce o de oro… porque también en la cultura y Cultura hay buenas cargas
con buenos cargos.
Estoy
abajo más que abajo, no existe mi pluma-pincel en ningún lado. Incluso se han
hecho directorios-diccionarios, varios, en la provincia o región dónde el sol
me dio la luz la primera vez, y, después he estado tostándome décadas, sin
salir de ella, salvo por las necesidades del existir y de la existencia, y, no
han tenido a bien el insertar alguna referencia a mi trabajo realizado, que no
lo hayan hecho conmigo como persona, me da lo mismo, al final, qué más da
figurar cuándo ni un dólar o euro te llega al bolsillo.
Todas
esas polémicas que surgen en la prensa nacional, siempre casi siempre, es por
defender una bandera, o siempre es, por defender la necesidad de que a alguien
le otorguen una medalla, o un sillón o un cargo, o porque un sector de la
sociedad-ideología quiere controlar o gestionar una entidad o institución
porque al final quieren gestionar y dirigir las mentes y las almas y las carnes
de trozos-sectores de la población, eso es también la cultura, o eso quieren
hacerla y convertirla –no es mi caso, yo sólo busco preguntas y realidades con
verdad-. Y, siempre hay alguien que aspira a ello. Es quizás normal, quién ha
ascendido al escalón siete, desea subir al escalón o planta once… y, así,
porque ya decía Pinillos, psicólogo
con el que leí y estudié un manual con letra muy pequeña de psicología, que me
pareció muy bueno. Supongo que seguirá estando por algún lado de los rincones
de los libros.
Decíamos,
que siempre habrá un sector formado por individuos que se quejan o quejarán
porque aspirarán a más. Pero también los buceadores de la queja y de ser y
estar heridos que tienen la posibilidad de quejarse, quizás muchos y muchas se
olvidan, de qué muchos que están más bajos que ellos, llamaron a sus puertas o
a sus ventanas, hace diez o veinte o treinta o cinco años. Y, la respuesta fue
el silencio. Eso se olvida, no se puede recordar tantos noes que se van dando
por la vida, cuántas cartas no se contestan, ni siquiera se envían que han sido
recogidas… pero de esos y esas nadie se acuerda…
Todas
las polémicas culturales, de vez en cuando surge una, en los medios nacionales
de comunicación, pues son como paellas, que tienen muchos ingredientes. Muchos.
Por eso son tan difíciles de analizar y tan difíciles de curar. Sucedió y
sucedía en el famoso Siglo de Oro hispánico, hace cuatro siglos, las graves y
grandes polémicas. No sólo eran puramente culturales, que también, también era
el control cultural y el vivir de la literatura o no, supongo que en las otras
artes, también sería o tendría el mismo color o parecido, aunque las conozcamos
menos. En las culturas, no sólo se siente la lucha por el presente, sino si
seguirá tu nombre y tu obra en el futuro. Cuándo muchos autores y autoras han
llegado a lo máximo, lo digan o no, se preocupan si perdurarán, si su obra
perdurará. Porque han podido vivir de ello y de ella. Pero la duda siempre
queda, dicen que Umbral preguntaba a
sus amigos en sus últimos tiempos: “perdurará mi obra…”.
Esta
es la suerte de los que no somos nadie en el mundo de la cultura, que nuestros
manuscritos duermen en los cajones, hartos de ser enviados a tantos ojos, que
ni siquiera sabemos si abrirán las cartas o los correos electrónicos. Uno, uno
se dice, envías miles de páginas, miles literalmente, miles de imágenes
fotográficas de arte plástico… y, la contestación es el silencio. La nada.
También eso es una especie de polémica. Nadie se da por enterado…
Bueno,
bueno, según los medios de comunicación, dan a entrever, no sé porqué y por
qué, y, tampoco en qué condiciones, parece ser que hay una polémica por la
conquista de la Academia, la RAE, ya
fue famosa hace años la de Umbral
intentando ese puesto y ese sillón. Nunca lo tuvo, pero también como dijo Raúl del Pozo, no se podría y podía
quejar, eran amigos, por tanto, supongo lo expreso con cariño, indicó, más o
menos: “Umbral recibió todos los premios”. Era cierto, los grandes premios de
la cultura nacional, se le otorgaron, creo que se los merecía, aunque no
estemos de acuerdo con todas sus ideas, pero no estamos de acuerdo ni con las
ideas de nosotros mismos. Es cierto a Umbral el dieron todos los Premios,
menos el Nobel de la Literatura, menos un sillón o una letra de un sillón en la
RAE.
Hace
tiempo que escribí, nadie se ofenda, que no hay escritor en España, lo diga o
no lo diga, también periodista-escritor, que no espere y no desee cuatro cosas:
vivir de sus libros, le otorguen un sillón en la RAE, también el premio
Cervantes, y el Nobel literario. Estos cuatro grandes premios, y, también que su
obra siga existiendo quinientos años más, al lado de la de Lope de Vega, Cervantes, Tirso de Molina, Calderón, Galdós, etc.
¡Yo, también, muchos miles como yo también, pero no hemos conseguido que ni nos
publiquen un libro una editorial de la industria…! ¡Por tanto miles como yo, no
somos competencia para nadie…!
https://muckrack.com/jesus-millan-munoz ©
jmm caminero (10 octubre 2025 cr).
Fin artículo 5.162º:
“Ver las polémicas culturales
desde el tendido”.
E.
26 octubre