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Artículo 5.169º: “Celebran y celebramos efemérides”.

                         Artículo 5.169º: “Celebran y celebramos efemérides”.

Cuándo en la vida se está ya en la Tercera Edad, uno ha ido viendo y recordando cómo muchas entidades de todo tipo han cumplido y celebrado diez o veinte o cincuenta años…

A semejanza como cumplimos años, años de la vida, y, nos alegramos, y, cómo cumplimos años de distintas realidades… de comprar el piso, de tener el carnet de conducir, de haber aprobado la oposición, de haber empezado un trabajo profesional, de haberse unido en matrimonio, y, mil otras cosas. Unas, unas las celebramos, otras, otras sólo las recordamos. Igual que esto nos sucede a cada vida y en cada vida, a cada existencia y en cada existencia, en mayor o menor grado…

También las entidades celebran efemérides de todo tipo… que si los veinticinco años de tal Feria, pongamos de Arte, que si cien años de un periódico o quizás cincuenta o quizás diez, que si ciento y pico años del Nobel, etc. Pongan ustedes los ejemplos y casos que quieran. Diríamos que cada persona de alguna manera se define por las celebraciones, concelebraciones, conmemoraciones, efemérides que celebra o recuerda o no recuerda. Porque también están las que no queremos recordar pero que han sucedido, una catástrofe personal o familiar o social o histórica, un fallecimiento de un hijo, un accidente de tráfico grave… ¡Un ver que cada febrero o marzo no están tus obras en Arco, o que un año es el Planeta y nunca te lo han otorgado…!

Como en todo en la existencia, recordamos cosas y hechos y datos y personas, positivas para nosotros, y, también negativas para nosotros… Pero también en algunas se indican o se siente o se tiene consciencia qué no has alcanzado esa realidad o ese mérito o ese trofeo o ese éxito o ese premio. Dicen, que los escritores a nivel internacional, por poner un ejemplo, los meses anteriores al Nobel, cuándo se conoce que diez o quince están postulados, y, después se van reduciendo. Pues esperan conscientes o no ese premio. Cuándo esa mañana se otorga y no le ha tocado, pues digamos se llevan una pequeña desilusión o una grande.

A Moravia se contaba que un bromista con mal vinagre y ácido y corazón, lo llamó de algún periódico indicándole y diciéndole que se lo habían otorgado, pero después fue una noticia y realidad falsa, fue una broma del mal gusto, no sé si una maldad de tantas como existen. Murió, murió dicen, que con dos grandes tristezas, una, no haber recibido el Nobel, otra, una cuestión personal afectiva, que no viene a cuento narrar aquí… Moravia, otro escritor que cada vez, aquí en el suelo hispánico oigo menos novedades de publicación o de republicación…

Pero ya que estamos en un artículo de periodismo de opinión. Sé, por la experiencia del vivir y del existir, sé por oídas y por notas a pie de página y por esos entendimientos que se dicen o no se dicen, es decir, una frase tiene un sentido claro y evidente, pero después, dentro de ella, puede tener otros significados. Un periódico equis, hace diez años, hace cincuenta años, hace cien años… y, existen muchas personas que les recuerda que llamaron muchas veces, a sus puertas y ventanas, a ver si podían y podrían trabajar como periodistas, como articulistas, como viñetistas y otros oficios del ramo. Y, han estado esperando, diez o veinte o treinta o cuarenta años. Y, nunca a ellos o a ellas les ha tocado la campana de la suerte o del azar. Han visto cómo en esos tiempos se han ido incorporando otras voces y otras lenguas y otras plumas. Pero nunca ellos o ellas.

Puede que esos contratados tuviesen más méritos, puede ser que tuviesen un perfil más adecuado para el puesto, que es el invento moderno desde hace cuatro o cinco décadas, antes eran más sinceros, en todo esto. Pero a ellos o a ellas, siempre han estado esperando en las puertas. Tal es así, que conozco personas que a diez o cincuenta medios, especialmente a nivel nacional, han escrito en diez o quince años, diez o doce veces, a distintas personas y departamentos diferentes paa una entrevista para un potencial puesto.

Conozco a alguna que empezó hace cinco décadas sin exagerar, y, en distintos tiempos y momentos lo han vuelto a intentar. Y, siempre se les ha cerrado la puerta, no sería un concepto acertado, sino nunca se les ha abierto. Incluso conozco a personas que después, periodistas crearon sus periódicos locales o regionales, y, no permiten que se citen a determinados medios en las noticias, quizás, quizás tuvieron alguna experiencia negativa con algunos de ellos.

Muchos han llegado al Café Gijón, como Umbral, literal o materialmente, pero otros virtualmente, y, todos desde ese lugar físico, durante décadas, otros sin llegar, pero desde sus provincias han intentado insertar una patita en el mundo de la cultura de Madrid o de las grandes capitales. Y, muchos sus últimos meses y años de su existir y respirar en este mundo, muchos y muchas personas recuerdas con cierta tristeza, que nunca pasaron de las mesas del Café Gijón o de cualquier otras tertulias, o desde provincias, en estos dos siglos. Muchos. Alguna tesis debería estudiar este fenómeno.

También es cierto, que en este sector de la sociedad –el periodismo-, las contrataciones y descontrataciones son muy rápidas y muy movibles. Personas que entraron como socios en la fundación del medio, han sido despedidos, personas que llevaban diez o treinta años creando viñetas han sido despedidos. Pero no crean que me refiero sólo a actuaciones de ahora. Personas que trabajaban bien en un medio, y, ellos mismos los han dejado por otro, porque les otorgaban más plata cada mes. En fin, diríamos que los medios de comunicación han tenido siempre más influencia del mundo anglosajón, y, estos se mueven mucho por audiencias y cosas semejantes… Un libro se podría escribir de los cambios de directores en la prensa en estos cincuenta o cien últimos años en nuestro país y sociedad…

Pero hoy, sólo quisiera recordar como toda persona celebra o no celebra unas fechas que le llevan a unos actos y unos recuerdos que sucedieron. Unos, unos son buenos y queridos el recordar y recordarlos, otros, son negativos y dolorosos el recordarlos. Es la condición humana. Cómo siempre me pregunto, habrá alguna tesis sobre este tema, quizás de sociología, quizás de psicología, quizás de antropología social o cultural…

Pero si tiene tiempo hoy, piense un poco cuales son sus conmemoraciones y sus no-conmemoraciones, sus días buenos de recordar y sus días no tan buenos de recordar… sus días que al recordar sonríe, y, los días que al recordar, una lágrima le cae del corazón… Paz y bien.

https://www.youtube.com/channel/UCP1qKD3iC1dhkOschAftOAQ © jmm caminero (15 octubre 2025 cr).

Fin artículo 5.169º: “Celebran y celebramos efemérides”.

E. 26 octubre 2025 a La Verdad de Ceuta.com. El Tambor Revista de la Gomera.es.

Humor 4.151 a 4.156.

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